Dec 12, 2024 Last Updated 9:09 PM, Dec 11, 2024

¡Luchemos por una salida independiente ante la crisis y por un gobierno de los trabajadores!

En las alturas del descompuesto régimen político, el Congreso ha vacado al gobierno de Vizcarra. De esta manera, AP, SP, PP y APP, los partidos del régimen, cambiaron oportunistamente su posición, rompiendo coyunturalmente el Pacto Perú que negociaron con Vizcarra, sacándolo del gobierno con el único objetivo de negociar mejor y sin intermediarios sus intereses patronales para repartirse el botín que, con la reactivación económica neoliberal, les roban a los trabajadores formales, informales y a los pueblos. Desde el Partido de los Trabajadores Uníos y nuestro compañero Enrique Fernández, votamos a favor de la vacancia desde una perspectiva independiente, de la clase trabajadora y anticapitalista: Vizcarra se debía ir por corrupto, pero también por explotador y por ser, junto a la Confiep, el responsable de los salarios y las pensiones de hambre, de los siete millones de despidos y del salvataje a los grandes empresarios. Llamamos a los trabajadores a no dejarse estafar por ninguna de las dos facciones en pugna. No defender a Vizcarra ni confiar en Merino y su nuevo gabinete. Los trabajadores y los pueblos debemos ganar las calles contra el actual gobierno de Merino que, gracias a la Constitución heredada del fujimorismo, se queda ahora con el poder para usarlo contra el pueblo trabajador siguiendo la detonada cadena de mando del Estado capitalista. Los trabajadores y el pueblo debemos movilizarnos para conquistar las medidas urgentes para salir de la crisis, no para cuidar a Vizcarra o a Merino, ni esperar algo bueno de la estafa electoral 2021. Necesitamos poner en pie la unidad de las luchas y luchadores por un inmediato aumento de salarios y jubilaciones sin AFP, para anular los decretos de urgencia 14 y 16, para terminar con la suspensión perfecta de labores, prohibir los despidos y suspensiones, repartir las horas de trabajo e incorporar a los miles de desocupados e informales al trabajo formal, terminar con los CAS y la tercerización. Exigimos un inmediato aumento de presupuesto para la salud y la educación no menor a 8% del PBI, terminar con la especulación de la salud privada que hace negocios con más de 30.000 muertos por Covid-19. ¡Por una salud y educación 100% pública, laica, gratuita y de calidad! Rechazamos la política neoliberal de Vizcarra y la de Merino, que representa la continuidad, y exigimos plata para empleo, salud, educación y que se termine con los subsidios a los grandes empresarios que se llevaron más de S./130.000 millones de soles en los últimos diez años mientras el pueblo vive en la pobreza y la informalidad. ¡Este modelo no va más! Luchemos por una asamblea constituyente libre y soberana sin restricciones que garantice la participación de todas las organizaciones obreras, sociales, populares, campesinas, de las mujeres y la juventud para terminar con la Constitución del ’93, que solo privilegia a los ricos, sostiene la explotación y permite el pasamanos del gobierno en manos de los poderosos. Luchemos en las calles por un gobierno de los que nunca gobernaron, por un gobierno de las y los trabajadores y el pueblo para que la crisis la paguen los capitalistas, no los trabajadores. ¡Abajo el ajuste neoliberal de Vizcarra, la Confiep y Merino contra el pueblo trabajador! ¡Luchemos en las calles por salario, jubilaciones y para terminar con los despidos y las suspensiones! ¡Más plata para empleo, salud y educación, no para los capitalistas! ¡Asamblea constituyente libre y soberana! ¡Por un gobierno de los trabajadores y los pueblos!

Partido de los Trabajadores - Uníos, 10/11/2020

¡Construyamos el Partido de los Trabajadores-Uníos!

Desde hace más de veinte años nuestra corriente, Alternativa Socialista, trató denodadamente de construirse como una alternativa socialista revolucionaria en Ayacucho. Hemos hecho nuestra experiencia, desde un pequeño grupo fundacional, que apenas “cabía en un sillón”, como decía Lenin, hasta un grupo de vanguardia de compañeros fieles a la causa de Marx, Lenin, Trotsky y Moreno. ¿Trotskismo en Ayacucho?, sí compañeros, desde el bastión histórico del maoísmo y del estalinismo, en un combate a muerte contra el frentepopulismo, el reformismo y el socialismo del siglo XXI. Por nuestra corriente han pasado innumerables compañeros, retirados porque fueron ganados a la vida y porque no les ofrecimos comodidades ni puestos estatales, a partir de acondicionarnos al facilismo de apostar por cualquier proyecto burgués o de izquierda reformista, solo les ofrecimos socialismo, sacrificio y entrega concentrada en la clase trabajadora y sus aspiraciones.

Desde nuestros inicios hasta ahora hemos demostrado coherencia programática y política, luchando siempre y en donde sea por nuestros postulados, a pesar de estar en minoría, recibir insultos y otras diatribas. En la universidad, Frente de Defensa, sindicatos y lugares donde nos ha tocado intervenir, lo hemos hecho siempre con honestidad y moral revolucionaria, entregando lo mejor a nuestra clase y pueblo.

Hoy, que los partidos burgueses y reformistas de toda laya no tienen ninguna respuesta al problema económico, político y social del pueblo trabajador, ahondando la crisis del capitalismo neoliberal y su régimen democrático burgués decadente, ha llegado la hora de unificar nuestros esfuerzos con otros compañeros que tienen el mismo programa, la mismas lecturas políticas sobre la realidad y que ofrecen construir un referente nacional e internacional, fiel a las enseñanzas del marxismo leninismo y con el objetivo de impulsar el gobierno de los trabajadores, que no es más ni menos el socialismo, con democracia obrera, que será forjada por los propios trabajadores, con un programa de recuperación de nuestra soberanía, combate a muerte contra el imperialismo y el capitalismo y sus depredaciones, luchando contra la burguesía, ya sea nacional e internacional, vividora de la fuerza de trabajo ajena.

Es en este contexto que Alternativa Socialista-Ayacucho desde hoy pasará a unificarse para ser parte del Partido de los Trabajadores-Uníos, con su referente internacional, la UIT (Unidad Internacional de los Trabajadores) en el objetivo estratégico de reconstruir la IV Internacional, para lo cual llamamos a los trabajadores ayacuchanos y peruanos en general a venir a construir una herramienta política de los ellos mismos, de los trabajadores. Llamamos a los campesinos, a las amas de casa que día a día trabajan, a los maestros, a la juventud estudiosa, a la mujer combativa, a compartir nuestro proyecto, a discutir nuestro programa, en suma, a militar con nosotros.

¡Por un gobierno de los trabajadores!

¡Hasta el socialismo… siempre!                                                      

Comisión política Alternativa Socialista-Ayacucho

#PartidoDeLosTrabajadores-Uníos

 

Nuestra posición ante las elecciones presidenciales en los Estados Unidos

Por Socialist Core-Núcleo Socialista (UIT-CI)

Las próximas elecciones presidenciales en los Estados Unidos tendrán lugar en un momento crucial de la historia. El sistema económico capitalista se enfrenta actualmente a una de sus peores crisis. La crisis ecológica de nuestro planeta ha ido de mal en peor, ya que el capitalismo resulta incompatible con la sostenibilidad social o ambiental. La pandemia Covid-19 está teniendo un impacto masivo en los pobres y los millones de marginados que tienen un acceso limitado a la atención de la salud, están perdiendo sus empleos y están expuestos a los mayores riesgos. La crisis de la salud lleva años gestándose y, como resultado de la respuesta tan deficiente del gobierno a la pandemia, más de 8,7 millones de personas se han infectado y 225.000 han muerto en los Estados Unidos.

La elección de Donald Trump en 2016 fue un punto de inflexión en la política estadounidense, ya que reflejó un proceso de creciente polarización. Envalentonó a la derecha y a los fascistas, pero no impidió el contraataque de la clase trabajadora y las comunidades negra, latina e inmigrante. El movimiento Black Lives Matter y millones de personas respondieron al brutal asesinato de George Floyd con el mayor movimiento de masas desde la década de 1960. Un amplio movimiento desafió el racismo y la brutalidad policial a pesar de la represión, exigiendo que se desfinanciara a la policía y cárcel para los policías asesinos.

Tanto el movimiento Black Lives Matter, como el feminista, señalan el camino a seguir. También muestran la necesidad de construir una organización política que encarne esas luchas, así como las de la clase trabajadora, que a pesar de los obstáculos que interpone la burocracia sindical ha participado en cientos de huelgas este año, muchas de ellas en solidaridad con el BLM. La rebelión antirracista debilitó la apuesta de Trump por la reelección.

Una reelección de Trump seguiría siendo una amenaza para los trabajadores de este país, envalentonando a los supremacistas blancos y a la extrema derecha, dando continuidad a los ataques contra los derechos democráticos. La mayoría de la gente en los Estados Unidos quiere poner fin a la presidencia de Trump, que ha sido especialmente beneficiosa para las multinacionales. Al igual que esa mayoría, reconocemos que el presidente Trump se ha apoyado en el racismo para sembrar divisiones en la sociedad y marginar aún más a los afroamericanos y a los inmigrantes. Trump y sus aliados ultraconservadores también han impulsado políticas antiaborto, lo que supone un revés para los derechos reproductivos de las mujeres. Nosotros también queremos derrotar a Trump y su derechismo populista. Pero creemos que sustituir a un político reaccionario recalcitrante por un político como Joe Biden no es la solución. Como socialistas revolucionarios somos transparentes y advertimos a la gente que Joe Biden no permitirá avances significativos contra la explotación capitalista, el racismo y todas las formas de opresión, ya que representa al Partido Demócrata, el otro partido capitalista. De hecho, los demócratas han fracasado a la hora de ejercer una oposición coherente a la presidencia de Trump. La verdadera oposición ha venido de las masas movilizadas en las calles y ahí es donde una alternativa política real está en forma embrionaria.

Como Trump ha prometido no ceder si pierde las elecciones, llamamos a los trabajadores que exijan a sus sindicatos planes de huelga si hay algún intento de fraude por parte del gobierno y que todos los activistas se preparen para salir a las calles. Algunos sindicatos, por ejemplo en Seattle, se están pronunciando en este sentido, e incluso están considerando la posibilidad de una huelga general, lo cual es muy positivo, pero es su responsabilidad ir más allá de las palabras y organizarse. En los Estados Unidos, los dos partidos del capitalismo, el republicano y el demócrata respectivamente, siguen sirviendo a los intereses de los ricos y en el mundo practican políticas imperialistas. Tal como están las cosas, para la clase trabajadora las elecciones presidenciales de los Estados Unidos no ofrecen ninguna alternativa política para atender sus necesidades cotidianas. Por ejemplo, desde el comienzo de la pandemia, los activistas de la vivienda en todo el país han exigido la cancelación del alquiler. Pero la demanda de cancelar el alquiler para las personas que perdieron sus trabajos e ingresos durante la pandemia ha enfrentado la resistencia, tanto del presidente Trump como de los demócratas. Si hay una moratoria de desalojo vigente es por la presión desde abajo.

El sistema electoral de los Estados Unidos está diseñado para evitar que las fuerzas políticas emergentes que representan los intereses de la clase trabajadora logren representación en el Congreso y en el Senado, ya que no hay representación proporcional y se impone una hegemonía bipartidista. La elección presidencial de segundo grado, a través del colegio electoral, viola el principio de “una persona, un voto”. Además, hay prácticas de supresión de votantes utilizadas por los republicanos dirigidas específicamente contra los afroamericanos, nativos americanos y otras comunidades oprimidas. Necesitamos luchar para poner fin a estas características antidemocráticas del sistema electoral de los Estados Unidos.

Vivimos en un país rico que tiene suficientes recursos para proporcionar servicios básicos como la vivienda y la atención sanitaria gratuita y universal para todos, así como el acceso a la educación pública gratuita en todos los niveles. Para lograr un verdadero cambio económico y social, que ponga las necesidades de la clase trabajadora, la juventud, los sectores populares y marginados por encima de las ganancias y para acabar con el racismo y la represión, es necesario luchar por un gobierno de la clase trabajadora. En esa perspectiva debemos situar todas nuestras actuales luchas democráticas y sociales, destacando la necesidad de organizar y luchar en las calles, más allá del ámbito electoral, y organizarnos en una nueva alternativa política, un nuevo partido o movimiento de izquierda independiente que represente verdaderamente los intereses de la clase trabajadora, la juventud y el movimiento antirracista. Un paso importante en esa dirección sería un frente unido de la izquierda socialista. La unidad en la acción y la realización de los debates necesarios ayudarían a construir esa alternativa política para las millones de personas que se han movilizado este año y lo seguirán haciendo en el futuro contra la austeridad, la pérdida de puestos de trabajo, por el derecho a la salud, contra el racismo y en defensa de los derechos democráticos. Entendemos y respetamos que millones de votantes usarán la boleta de Biden-Harris a regañadientes como un voto contra Trump. Por nuestra parte, no votaremos por Trump ni por Biden, llamamos a un voto crítico para cualquiera de los candidatos presidenciales de la izquierda independiente. También apoyamos el voto para los candidatos de la izquierda independiente a nivel local.

Más allá de quién gane las elecciones, la lucha continuará.

Socialist Core-Núcleo Socialista (UIT-CI)

Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional

www.uit-ci.org

Nueva York,

28 de octubre de 2020

 

Declaración de Uníos, sección peruana de la UIT-CI

El partido Frente Amplio (FA), como fenómeno progresivo que surgió al calor de las luchas ambientalistas y la defensa de los territorios, poniendo su inscripción electoral al servicio de las y los luchadores y los pueblos, no existe más, se ha convertido en un sello vacío y de brutal e irreversible adaptación al régimen democrático burgués.

Como Uníos participamos, desde las bases, primero en la construcción del Frente Amplio y luego como invitados del partido FAJVL, pero siempre conservando una política independiente de clase para empalmar con miles de luchadores y luchadoras con el objetivo de construir el partido de los trabajadores. Esta es una aclaración necesaria porque no somos parte de esa pelea fratricida entre caudillos que se viene desarrollando al interior del FA, sin un programa político y económico de fondo para salir de la crisis y cada vez más alejado de las bases y las luchas en curso. 

En ese sentido, en el pronunciamiento de saludo a ambos congresos del FA que enviamos a fines de septiembre, llamamos a poner por delante la discusión de un programa de fondo para salir de la crisis, para unir las luchas y a los luchadores contra la criminal reactivación económica del gobierno y la Confiep, pero lamentablemente nuestro llamado a la unidad no fue escuchado por las fracciones en pugna. Pusieron por delante la disputa por el aparato burocrático en el marco de una angurria electoral que llevó a un sector a buscar alianzas con la izquierda reformista y al otro sector a imponer métodos de suspensiones y expulsiones. No somos parte de eso, rechazamos tanto el giro oportunista como el método burocrático de purgas, ambas variantes de la apolillada política estalinista.  

La presentación de la plancha presidencial y sus listas al Congreso, por su composición y su construcción sin un debate programático y sin una perspectiva de independencia de clase, demuestra la cristalización burocrática y desviaciones políticas que liquidaron al FA. Han privilegiado las candidaturas al servicio de la interna fratricida que no representan al pueblo en lucha. Solo es un paso más hacia la descomposición, por lo que desde Uníos no participaremos en el presente proceso electoral, apostando a la construcción de un nuevo proyecto político.

Desde Uníos llamamos a los miles de luchadores y luchadoras que se ven defraudados ante el fracaso del FA a seguir organizados, a evitar la desmoralización y construir juntos una nueva alternativa política del pueblo trabajador con un programa político consecuentemente anticapitalista. Reafirmando nuestra identidad y trayectoria política, pongamos en marcha de manera unitaria, consecuente y democrática el reagrupamiento de quienes nos negamos a ser comparsa de un régimen que nos explota, oprime y nos hunde en la miseria y destruye nuestro medio ambiente de la mano del saqueo capitalista de nuestros recursos naturales.

Es en esa perspectiva que ponemos a disposición nuestra inscripción electoral en trámite  “Partido de los Trabajadores Uníos” y nuestra ubicación en el Congreso, junto al compañero Enrique Fernández Chacón, para que de manera colectiva y unitaria, sin sectarismos ni oportunismos, construyamos un nuevo partido político de los trabajadores, para la lucha frontal contra todos los gobiernos capitalistas y los grandes empresarios y para la acción cotidiana junto al pueblo trabajador y no solo para las elecciones. Que con democracia obrera albergue de forma consecuente las luchas del pueblo trabajador, el movimiento obrero, los trabajadores informales, las comunidades originarias, los pequeños campesinos, las luchas de las mujeres y la juventud en el camino de la pelea por un gobierno de los trabajadores sin empresarios ni burócratas que nos permita poner a disposición todos los recursos del país con una planificación democrática de la economía para resolver las necesidades del pueblo trabajador y no de las ganancias de los grandes empresarios. ¡Manos a la obra, no hay tiempo que perder!

Lima, 2 de noviembre de 2020

Reproducimos a continuación una declaración posterior a la elección del domingo 25 de nuestros compañeros del Movimiento Socialista de los Trabajadores (sección de la UIT-CI y partido hermano de Izquierda Socialista). En él se analizan los resultados del plebiscito y los desafíos planteados hacia la elección de convencionales constitucionales fijada para el 11 de abril del año próximo.

Lo que la votación de ayer expresó fue una ruptura radical y masiva con el pasado. En ese sentido fue una continuación directa de la gran movilización iniciada el 18 de octubre del año pasado contra las alzas, la miseria, el régimen corrupto y el gobierno de Piñera.

Es un triunfo del conjunto del pueblo que salió a la calle y soportó asesinatos, mutilaciones, cárcel, en suma, la represión violenta de un gobierno sostenido por los políticos y el Parlamento.

La votación del “apruebo”, con 78% del total, ha dejado en claro el masivo repudio a la Constitución de Pinochet. La misma Constitución a la que se aferra Piñera y la derecha para mantenerse en el poder a pesar del profundo repudio de la población.

Contra lo que esperaba la derecha y la falsa oposición, la política de los acuerdos fue derrotada. Ellos esperaban una importante votación al rechazo, para evitar cualquier cambio importante a la actual constitución. Necesitaban que la derecha tuviera una buena votación, para justificar los vetos e impedimentos a los cambios. Sin embargo, la derecha y el gobierno resultaron derrotados con un escuálido 20% de apoyo.

Por eso decimos que el otro gran derrotado es el gobierno de Piñera, y de quienes lo sostienen. El 20% del rechazo expresó, de nuevo, la total ausencia de una base social fuerte de apoyo al gobierno, pero esta vez incluye, incluso, a los sectores más de derecha que venían criticando a Piñera. ¡Todos juntos, fueron incapaces de construir una base de apoyo fuerte!

Las celebraciones por la noche, estuvieron totalmente teñidas de gritos y pancartas contra Piñera. Millones votaron contra el gobierno, y lo hicieron saber en las calles. Lejos del discurso de unidad que dieron en la Moneda, Piñera debió cambiar su local de votación a un colegio en un barrio rico del país, votó muy temprano y con escolta policial, situación que no dejó indiferente a nadie. “Cambios para evitar protestas”, debieron reconocer en La Moneda.

La contundencia del triunfo dejó, además, heridos de muerte a los viejos partidos políticos que por 30 años defendieron los privilegios de los grandes grupos económicos, el capital extranjero y a las fuerzas represivas bajo las turbias aguas de la política de los acuerdos y la corrupción.

De nuevo, las celebraciones en la noche expresaron esta realidad innegable. La Concertación celebró escondidos en un local partidario. El PC y el Frente Amplio se debieron conformar con ir a una plaza absolutamente secundaria de la capital, sumándose a las actividades llamadas por asambleas. ¡Ningún sector de la oposición pudo hacer un acto público reivindicándose el triunfo! ¡Ninguno pudo aparecer en Plaza Dignidad!

La Constitución quedó herida de muerte tras el rechazo masivo del pueblo y los trabajadores en el plebiscito, pero aún no muere.

¿Y si Piñera, el régimen y sus partidos fueron derrotados que ganó el pueblo?

No debemos engañarnos, si bien se ha conseguido una votación histórica contra la constitución de Pinochet y el gobierno, se ha hecho en el marco de un proceso impuesto por el corrupto Acuerdo por la Paz. Por eso este triunfo expresa, también, un proceso contradictorio.

Nos están guiando a la trampa de las maniobras y las mentiras de la ley 21.200, que regula la convención constitucional. La que le da 2/3 de quórum a la derecha y la ex Concertación para defender el legado de Pinochet, que impide cambiar acuerdos con las multinacionales, que evita que la convención sea libre y soberana. Sobre todo, va a poner la convención en manos de los partidos de los 30 años, dejando fuera a las y los independientes.

Por eso, debemos seguir denunciando esta trampa, pero interviniendo con todo en la Convención sin dejar las calles, y sin dejar de exigir la salida de Piñera ahora. Debemos impedir que se salgan con la suya y que utilicen este triunfo popular contra la voluntad del pueblo con una versión 2.0 de la corrupta política de los acuerdos.

A pesar de lo difícil que será, debemos intervenir con candidatos surgidos de los sindicatos, organizaciones feministas, de las asambleas territoriales y las movilizaciones. Debemos seguir usando el instrumento poderoso de la movilización ya que fue él quien verdaderamente posibilitó este triunfo.

Piñera se debe ir ahora

Las y los presos de la lucha deben salir de las cárceles y sus procesos o condenas deben ser anuladas.

Que se ponga fin al toque de queda y la intervención de los militares en labores represivas.

Disolución ahora de Carabineros y creación de una nueva fuerza policial elegida de abajo arriba con un sólo escalafón y bajo control de los vecinos y los trabajadores.

El pueblo no se debe desmovilizar ahora bajo pena de perderlo todo.

Deben los trabajadores, sectores barriales y populares, nuestros pueblos originarios, las mujeres y la disidencia construir una nueva dirección política de la clase trabajadora y el pueblo, anticapitalista, democrática y de lucha, barriendo con los burócratas y dirigentes que impiden su lucha. Debemos luchar por un gobierno de la clase trabajadora y el pueblo, que es la única garantía de que podremos resolver las demandas más sentidas. Y para defender esta propuesta y llevarla a todos los rincones de nuestro país, debemos construir juntos un nuevo referente político para seguir luchando.

Por esto, te invitamos a unirte al MST (sección chilena de la UIT-CI). Participa de nuestros talleres y charlas, legalicemos candidatos de lucha y garanticemos el verdadero triunfo obrero y popular: El socialismo organizado democráticamente por el pueblo y los trabajadores.

Nuestro semanario. En el que te acercamos el reflejo de las luchas del movimiento obrero, las mujeres y la juventud, además un análisis de los principales hechos de la realidad nacional e internacional.

Es una herramienta fundamental para fortalecer a Izquierda Socialista y al Frente de Izquierda.

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