Buenos Aires, abril de 2010
Compañeras y compañeros lectores:
Hace 34 años tuvimos una dictadura genocida. Después le siguieron Alfonsín, Menem, De la Rúa, Duhalde, Kirchner y ahora Cristina. Radicales, peronistas y centroizquierdistas del Frepaso se turnaron en el poder y nada cambió. Porque hubo un hilo de continuidad: todos gobernaron para los grandes empresarios y para pagar una deuda externa generada por la dictadura. Ahí está el origen y la causa de este desastre.
Izquierda Socialista es la continuidad histórica de una corriente que viene sosteniendo desde 1982 que esa deuda no sólo es ilegítima, inmoral y fraudulenta, sino que es la más terrible hipoteca que pesa sobre nuestro pueblo. Por eso hoy, cuando el debate se ha reabierto, queremos contribuir con nuestra opinión. ¿Cómo se originó la deuda externa? ¿Por qué es ilegítima y fraudulenta? ¿Hay una parte que es "legítima" y por lo tanto debe pagarse? ¿Las deudas siempre fueron pagadas por todos los países? ¿Es verdad que, a partir de los Kirchner, nos estamos "desendeudando"? ¿La deuda ya dejó de ser un problema determinante de la economía argentina? ¿Qué consecuencias tendría dejar de pagar? Estos son algunos de los interrogantes que se formulan miles de trabajadores.
Durante estas décadas el pueblo argentino luchó, enfrentando los planes de ajuste impuestos por el FMI. Llegó a haber un paro general en 1986 exigiendo la moratoria de la deuda. En diciembre de 2001, la movilización popular impuso la suspensión parcial de los pagos. Antes y después se dieron y siguen dando miles de peleas contra las consecuencias de pobreza, desigualdad social y colonización, para impedir que se siga poniendo dólar sobre dólar en manos de los supuestos acreedores. Luchas que también surcan toda Latinoamérica, obligando incluso a renunciar a muchos gobiernos.
En el año del Bicentenario, una vez más planteamos nuestra propuesta: ¡No al pago de la deuda externa! Tarea primera e indispensable para que haya salarios y jubilaciones dignas, trabajo, salud, educación y viviendas, mediante un plan económico al servicio de las grandes mayorías populares. Sólo con la lucha de la clase trabajadora y el pueblo podremos imponerlo. La deuda nos sometió aún más a las cadenas del imperialismo. Dejar de pagarla será un paso fundamental en camino a nuestra segunda y definitiva Independencia.
José Castillo - Miembro del EDI (Economistas de Izquierda) y profesor de la UBA