El 26 de abril de 1937, Guernica fue incendiada por bombardeos alemanes de la siniestra Legión Cóndor de Hitler, que participaba activamente junto a los fascistas de Franco para derrotar la revolución española. Casi cuarenta aviones que bombardearon Guernica con bombas medias y pequeñas. También llevaban bombas de 250 kilos, bombas antipersonales e incendiarias. Nunca se supo con certeza el número de muertos y heridos, aunque el gobierno vasco denunció que fue afectada un tercio de la población (1.645 y 889 heridos). De los quinientos edificios de la ciudad, se incendiaron 400*.
La denuncia del holocausto de Guernica se hizo inmortal gracias a una pintura de Pablo Picasso, quien vivía exilado en París. En su boceto, toros, caballos, hombres y mujeres empezaron a entreverarse en medio de la destrucción y las llamas. El óleo definitivo de tres metros y medio de alto y casi ocho de ancho fue presentado el 4 de junio de 1937 en la exposición parisina, y entró en la historia.
Las fuerzas de la contrarrevolución quieren que Alepo sea un nuevo holocausto y termine la resistencia. La lucha, en condiciones tremendamente desfavorables, continúa en Alepo y en el resto de Siria. Nuestra corriente socialista y la revista Correspondencia Internacional seguirán impulsando la solidaridad internacional en forma incondicional con el heroico pueblo de Alepo y con la revolución siria, contra el dictador Al Assad.
* "A 70 años de Guernica". Mercedes Petit, El Socialista N° 64, 25/4/2007