Jan 26, 2025 Last Updated 1:25 PM, Jan 24, 2025


Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad
 
Milei ha enviado a sesiones extraordinarias en el Congreso distintos proyectos de ley. Todos están alejados de las más elementales necesidades populares, nada de “extraordinario” hay entonces. De aprobarse las mismas, se daría un avance colosal en lo antidemocrático, proscriptivo y represivo. Esto podría implicar una proscripción para la izquierda y otras fuerzas opositoras. Una verdadera motosierra institucional que va en sintonía con el brutal ajuste que está aplicando la ultraderecha en el país.
 
Los temas enviados al Congreso sólo pasan por las preocupaciones electorales de un gobierno en minoría para tratar de lograr más bancas en las elecciones de este año, vulnerando y pisoteando los derechos democráticos más elementales. Presenta este paquete de leyes de una manera demagógica, diciendo que van contra “la casta”, que ahorrarán dinero, que combatirán la corrupción y que se transparentará la política, entre otras muchas mentiras. Los temas a tratar incluyen la reforma electoral proscriptiva y antidemocrática, la denominada “ficha limpia”, la ley “antimafias”, de reincidencia y modificaciones al Código Penal (represivas) y la postulación de jueces corruptos y conservadores a la Corte Suprema, como Ariel Lijo y García Mansilla, entre otras.
 
¡Abajo la reforma electoral proscriptiva!

Para acallar las voces discordantes y en particular de quienes lo enfrentamos consecuentemente, el gobierno presentó el proyecto para eliminar las elecciones primarias, que ya ni les sirve a los partidos patronales para acomodar sus peleas internas. Las PASO son repudiadas por millones. De entrada decimos que Izquierda Socialista y el Frente de Izquierda Unidad siempre las denunciamos por proscriptivas, ya que imponen un filtro para poder pasar a las generales. Sin embargo, Milei las elimina pero lo hace terminando de un plumazo con el aporte estatal destinado para las campañas electorales y con los espacios gratuitos en medios de comunicación, lo que implica un salto cualitativo en las condiciones de desigualdad para la izquierda. Esto significa que sólo las fuerzas políticas patronales van a monopolizar la propaganda electoral, el resto no tendrá ninguna posibilidad. Un segundo en televisión abierta, por ejemplo, cuesta 500 dólares.

A su vez, el proyecto abre paso al financiamiento privado sin límites. Así sobrevivirán sólo las fuerzas políticas financiadas por grandes empresarios y banqueros, tal como lo hizo recientemente La Libertad Avanza (LLA) con una cena donde recaudó diez millones de dólares.

En concreto, se “privatiza” el financiamiento de los partidos políticos, incrementándose cualitativamente el monto de los aportes privados (de personas o empresas) que puede recibir legalmente un partido o alianza. Junto con esto se anulan y/o flexibilizan los controles sobre estos aportes, eliminando cualquier tope de gastos que un partido puede hacer en una campaña electoral, habilitando de esa manera una danza de millones tipo sistema electoral yanqui para financiar a los partidos patronales. Eso significa que un partido nacional podría recibir por año de una persona física o jurídica un aporte equivalente a cinco millones de dólares, mientras que con la ley vigente el monto permitido es sólo de cuarenta mil dólares. A su vez, esa persona (CEO o empresario) puede aportar ese mismo monto también para la campaña electoral. También se implementan los “aportes en especie”, es decir, aquellos que se puedan hacer a través de la prestación de un servicio o la entrega de un bien en forma gratuita, dando una libertad casi total.

El gobierno miente cuando dice que con esto dejará de financiar a los “sellos de goma” (partidos fantasma). El Frente de Izquierda Unidad no es ningún sello de goma. Los sellos de goma fueron usados por este gobierno para presentarse en varias provincias. El objetivo es atacar a la izquierda y a partidos menores y dar rienda suelta al financiamiento millonario para aquellos que después gobernarán para los grandes capitalistas.

Por otra parte, en otro proyecto que tiene estado parlamentario pero el gobierno no envió a extraordinarias, se aumenta de cinco a diez la cantidad de distritos para ser reconocido como partido nacional y se agrega el requisito de contar con casi 40.000 afiliados (más del doble de lo que exige la ley actual), caso contrario quedarían caducos. También eleva del 2 al 3% los votos que se deben obtener en al menos una de dos elecciones consecutivas para no perder la personería (lo que significa un 5 o 6% de los votos válidos) y, en el caso de tratarse de un frente electoral como el Frente de Izquierda, escandalosamente ese 3% se multiplica por los cuatro partidos integrantes, llevando el piso final a un 12% del padrón que significa entre el 18 y 20% de la votación, lo cual es directamente proscriptivo.

Es evidente que el gobierno no quiere diputadas y diputados de izquierda que apoyen las luchas, ganen como una maestra, juren por los 30 mil, defiendan al pueblo palestino, postulen el no pago de la deuda externa y luchen por un gobierno de la clase trabajadora.
 
El verso de la “ficha limpia”

Otro de los proyectos es el de ficha limpia. El gobierno dice que si se aprueba se terminará con la corrupción en la política, una falsedad.

La ley dispone que quien tenga una condena en segunda instancia por delitos que se asocian a casos de corrupción no podrá ser candidata o candidato, aunque no esté firme. Impedimento que se extiende a distintos cargos, como el de jefe de Gabinete, ministros, secretarios, subsecretarios y personal diplomático, entre otros. En los fundamentos, el proyecto dice que de esta manera se va a lograr “transparencia en el sistema electoral”, una mayor “idoneidad” de los postulantes, “desterrando para siempre los viejos vicios que han corroído las instituciones democráticas y volver al camino de la República”. Suena lindo, ¿no? Pero es una maniobra total.

Es claramente una ley para manipular candidaturas opositoras y perseguir a las y los luchadores, erigiéndose el gobierno y esta justicia elitista y acomodaticia en los señores que determinen quién puede ser candidato o no. Ley que de aprobarse, por ejemplo, implicaría que Cristina Fernández puede ser impedida de ser candidata este año con el objetivo de que Milei lo use de caballito de batalla diciendo que combate la corrupción, mostrando el hecho cierto de que el gobierno anterior fue corrupto, pero que LLA no lo sería. Una desfachatez total.

A su vez, el proyecto dispone que quien cometa el delito de “fraude en perjuicio de la Administración Pública”, por ejemplo, no podrá ser candidato. Casualmente, la imputación que se les hace a las organizaciones de desocupados combativas y a sus dirigentes por “el delito” de luchar por comida y trabajo genuino. Está claro que una luchadora o luchador estará siempre en la mira de este gobierno ultraderechista. Recordemos cuando tildó de terroristas y golpistas a quienes nos movilizamos contra la Ley Bases.

Las demás causales para no ocupar cargos son para quienes cometan “malversación de caudales públicos, negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas y enriquecimiento ilícito”, delitos que, en el 99% de los casos, quedan en la impunidad, beneficiando a políticos patronales y funcionarios que vienen gobernando desde hace décadas. Por eso las cárceles están llenas de “perejiles” -como se dice vulgarmente- y sólo se cuentan con los dedos de la mano a los corruptos que están presos. ¿Alguien está preso por el gran hecho de sometimiento y corrupción que fue y es la deuda externa? Nadie.

Este gobierno habla de ficha limpia para afuera, para esconder la ficha sucia que tienen en sus filas. ¿Acaso los ministros de este gobierno no son corruptos? El ministro de Economía, Luis Caputo, ya debería estar preso por endeudarnos en 45.000 millones de dólares con el FMI durante su paso por la gestión de Cambiemos. Milei propone ficha limpia y reivindica al gobierno más corrupto y entreguista que fue el peronismo menemista de los años ‘90, donde Carlos Menem terminó en la impunidad. El PRO habla de ficha limpia mientras el ex presidente Mauricio Macri perdonó la deuda del Correo a su padre y el jefe de la bancada amarilla en Diputados, Cristian Ritondo, fue denunciado por un complejo entramado de sociedades offshore para adquirir propiedades en Estados Unidos, de la mano de su esposa, con setenta y dos propiedades no declaradas. ¿De qué transparencia e idoneidad habla esta ultraderecha que se jacta de recibir financiamiento oscuro de grandes capitalistas, blanqueó capitales de fondos del narcotráfico, lavado de dinero, trata de personas o el contrabando de armas y defiende a asesinos como Benjamín Netanyahu, al corrupto Donald Trump y a Jair Bolsonaro?

Estamos en contra de toda decisión política o judicial que cercene derechos políticos elementales y democráticos. Señalamos que sólo las y los luchadores y la izquierda pelean contra la corrupción capitalista bajo todos los gobiernos.
El gobierno se apresta a votar estos proyectos reaccionarios, antidemocráticos, proscriptivos y represivos con la complicidad, según el caso, de la oposición parlamentaria patronal. Llamamos a la más amplia unidad para frenar a los dirigentes políticos y personalidades que se reclaman democráticos, organizaciones sindicales, sociales, de derechos humanos, barriales y estudiantiles.

Desde las 5am del 18 de diciembre, alrededor de 15.000 personas se encuentran atrapadas en Mawasi Rafah, en el norte de Gaza. Con drones y aviones, el ejército israelí está bombardeando y avanzando con tanques sobre la zona sin que las personas tengan un lugar por donde escapar. La escalada sionista exterminadora en Gaza se ha acrecentado a partir del triunfo de Trump que habría dado vía libre a Netanyahu para hacer lo que tenga que hacer antes del 20 de enero, fecha en que asumiría como presidente. En tanto, Israel está bombardeando Siria y penetra en la zona de los Altos del Golán.

Desde Izquierda Socialista y la Unidad Internacional de las y los trabajadores – Cuarta Internacional (UIT CI) llamamos a difundir esta noticia y a redoblar la campaña exigiendo la ruptura de relaciones diplomáticas, comerciales y militares con el estado genocida de Israel. Así mismo llamamos a sumarnos a la jornada de “NAVIDAD SIN GENOCIDIO” a la que convoca el Comité argentino de solidaridad con palestina este lunes 23 de diciembre frente a la Embajada de Israel.

 

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Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad
 
Se cumplió un año de gobierno de Milei. La clase obrera y el pueblo trabajador nada tienen para festejar. Festejan los grandes capitalistas, los bancos y el FMI. La motosierra hace estragos, facilitada por el pacto de la CGT y la complicidad de la oposición patronal, entre ella el peronismo. Pero 2024 no fue solo eso. Fue el año de los dos paros generales, enormes movilizaciones de distintos sectores, la rebelión estudiantil y del pueblo trabajador en Misiones. Y donde el Frente de Izquierda demostró su consecuencia en el enfrentamiento al gobierno, tanto en las calles como en el Congreso. Pelea que seguiremos dando en 2025, por una nueva dirección sindical y política para el movimiento obrero, postulando nuestra salida de fondo.

 A un año de gobierno se siguen buscando explicaciones por parte de comunicadores sociales y hasta de psicoanalistas sobre las razones que encierra Javier Milei y sus armas políticas “para disciplinar al otro”, su rol de encomendarse permanentemente a las “fuerzas del cielo” o en autodefinirse como “líder mundial”. Otros lo llaman directamente psicópata. Intentos para entender por qué este personaje ha llegado al poder provocando semejantes barbaridades. Pero si Milei está avanzando no es porque esté ganando “la batalla cultural”, como se dice, o por el impacto de sus trolls en las redes, sino por el rol nefasto de los dirigentes de la CGT y los políticos patronales que le vienen dando aire.

Ganadores y perdedores

Milei se postuló diciendo que iba a combatir una supuesta “casta política” y saldar los males del país que arrastra desde hace más de cien años. Pero los resultados están a la vista. Quien pierde es el pueblo trabajador, las y los jubilados, la universidad, educación y salud públicas, la juventud y los pequeños comerciantes, mientras los que engrosan sus bolsillos son siempre los mismos. Para ellos hay plata, no para el pueblo trabajador.

Según el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP) “las principales empresas que actúan en el país, centralmente extranjeras, tuvieron una sideral rentabilidad en el primer trimestre de 2024. Si se suman las tres empresas alimentarias que cotizan en bolsa (Arcor, Mastellone y Río de la Plata) sus ganancias operativas tuvieron un incremento del 687%. Se registran incrementos que superan el 9.000% en los laboratorios; 5.000% en el complejo exportador de granos; 1.300% en el sector alimenticio; 945% en el sector bancario y 790% en el hidrocarburífero”.

Como contrapartida, la licuación de salarios y jubilaciones es abismal, explicando el 38% del ajuste en el gasto nacional y el 50% de las provincias. Mientras el ministro Luis Caputo dice que las jubilaciones subieron un 20% y que solo el 11% de las jubiladas y jubilados son pobres y Milei mintiendo que los salarios le están ganando a la inflación. ¿Pueden ser tan siniestros? Será por eso que una encuesta de Catterberg revela que “el 70% considera que el ajuste lo pagó la gente, no la casta como Milei había prometido” (La Nación, 8/24).
 
No al pacto de la CGT y a la complicidad del PRO, la UCR, Pichetto y el peronismo

La pregunta del millón es por qué un gobierno que está en minoría está haciendo pasar el ajuste y logrando que le aprueben leyes nefastas en el Congreso. Esto sólo se explica por la complicidad de las conducciones sindicales, por un lado, y la denominada oposición política y de los gobernadores por otro.

Milei no avanza porque “la gente no da” o porque está aceptando mansamente que le roben sus salarios o el trabajo, como dicen desde las conducciones burocráticas de los sindicatos para justificar sus traiciones o de sectores del peronismo. La clase trabajadora cuando fue convocada a luchar protagonizó dos paros generales de manera exitosa a pesar de la bronca que hay con la CGT. El último paro del 9 de mayo fue contundente. Además, hubo un formidable 8M del movimiento de mujeres y disidencias, un colosal 24 de marzo, dos marchas multitudinarias de la comunidad educativa universitaria y una rebelión estudiantil con decenas de tomas. Pero cuando se necesitaba darle continuidad, las conducciones sindicales y políticas salieron en auxilio de Milei.

La CGT hace siete meses que no llama a ninguna medida de lucha. Dice que “no hay ambiente” para el paro. Los rectores, de mayoría radical (y también peronistas) desactivaron la lucha universitaria y nunca convocaron a la tercera Marcha Federal.

Por su parte, el PRO, Pichetto, los radicales y el peronismo tratan de evitar un traspié del gobierno. Apuestan a la “gobernabilidad” reclamada por el FMI. Por eso le están brindando las “herramientas” que necesita todo gobierno, según dicen. Bajo ese argumento le han votado la Ley Bases y ratificando los vetos para impedir la actualización de las partidas jubilatorias y de la universidad. Oposición que a su vez se negó a terminar de enterrar el mega DNU/70 en la Cámara de Diputados después del rechazo en el Senado, lo que hubiera evitado que Milei gobierne por decreto.

Tampoco dieron quórum en sesiones pedidas por la oposición para tirar abajo el DNU que brinda una discrecionalidad completa para contraer más deuda externa, por ejemplo. En cambio, apostaron a negociar partidas del presupuesto 2025. Pero el gobierno ningunea el Presupuesto y se dio el lujo de vaciar la sesión para hacer caer la Ley de Ficha Limpia del PRO para congraciarse con el peronismo. Un verdadero circo parlamentario donde hubo de todo, diputadas y diputados que pegaron el faltazo a tal o cual sesión porque se indigestaron con salchichón y les dio diarrea, o diciendo que no pudieron llegar al Congreso por un paro del subte. Desopilante.    

De esa manera el gobierno muestra sus logros. A cambio les retribuyó con 20.000 millones de pesos a provincias como Catamarca, Tucumán, Misiones, y Salta, de donde salieron los votos, muchos de ellos provenientes del peronismo.

Lo del senador Kueider es un escándalo, que embiste directamente contra el gobierno, y muestra la mentira de que combate a la vieja política. El caso también embarra al peronismo, ya que el senador era un probado corrupto del negocio inmobiliario y traficante de dinero, que fue en la boleta del Frente de Todos en 2019 con Alberto y Cristina. Mostrando a un PJ que deja correr el ajuste de Milei jugando a su desgaste, preparándose para las elecciones del año que viene, donde la ex presidenta vuelve con sus viejas y mentirosas promesas “esperanzadoras” de un peronismo que no va más, cuando precisamente ya gobernó con pobreza, corrupción, inflación y pacto con el FMI.
 
Kueider no es el único problema de Milei

Todo esto está siendo aprovechado por Milei para seguir con su plan motosierra de saqueo, represión y recorte de los derechos políticos y libertades democráticas. Esto último se ve claramente, entre otras cosas, con los proyectos de reforma electoral que envió al Congreso. Bajo el título de que quiere “eliminar las PASO”, intenta proscribir a la izquierda y a distintas fuerzas menores. No sólo elimina los espacios gratuitos y aportes estatales, sino que impone requisitos casi imposibles de cumplir, favoreciendo a los partidos que se financian con el aporte de grandes capitalistas, eliminando de hecho los controles, privatizando la política (ver "No a la reforma electoral antidemocrática y proscriptiva de Milei"). En esto también está el peronismo, que le ha hecho un guiño al gobierno diciendo que podría acompañar la eliminación de las PASO, dando un aval político a todo este anuncio antidemocrático.

Estas medidas reaccionarias están cuestionadas. La gran mayoría repudia los ataques de Milei contra el periodismo o que tilda de “comunista” a todo opositor. Ya podemos ver qué le pasa a este tipo de gobiernos, como le ocurrió al presidente ultraderechista de Corea del Sur, teniendo que retroceder con la Ley Marcial fruto de la lucha popular.

El gobierno se monta en el pacto de la CGT y el aval político que le tiende la oposición patronal para avanzar. También muestra como un triunfo que la inflación bajó desde aquel fatídico 25% de diciembre de 2023, aunque los alimentos, las tarifas y distintos rubros siguen subiendo como el 20% en la carne vacuna. O que tiene controlado el dólar. Pero esto lo está haciendo a costa de un brutal ajuste y recesión, beneficiado coyunturalmente por el ingreso de 23.000 millones de dólares del blanqueo de capitales y lo que le entró por la liquidación de la cosecha. Sin embargo, lejos está, como quiere vender, de que la economía está encarrilada o mejorando. Nada que ver. El propio gobierno dice que necesita un nuevo préstamo del FMI por 15.000 a 20.000 millones de dólares. El Banco Central sigue con reservas negativas. La estafa de la deuda externa ascendió en este año a 462.000 millones de dólares que, sumada la de las provincias, alcanza la friolera de 520.000 millones de dólares. El año que viene se tienen que pagar 25.000 millones de dólares.

A esto se suma la tremenda crisis interna de La Libertad Avanza (LLA). La ruptura y pases de factura entre Milei y su vice Victoria Villarruel da para un libro. El lanzamiento del brazo armado de jóvenes fachos financiados con cenas pagadas por grandes empresarios a 25.000 dólares el cubierto cayó muy mal. El escándalo del senador Kueider trae cola. Se supo que la esposa de Cristian Ritondo, jefe del bloque del PRO en Diputados aparece en un complejo entramado de sociedades para adquirir propiedades en Florida, Estados Unidos. Por otra parte, la relación de quiebre entre Milei y Mauricio Macri hace peligrar un acuerdo electoral para el año que viene.
 
Las perspectivas para 2025

Milei tiene cosas que momentáneamente le juegan a favor y otras que categóricamente van en contra. El año que viene hay elecciones de medio término que se desarrollarán en el marco de una crisis de fondo que viene embargando al gobierno desde que asumió, donde los reclamos obreros y populares seguirán incentivados por el avance de la miseria creciente, la pobreza, la caída en los ingresos populares, los despidos, las privatizaciones y el ataque global del brutal plan motosierra. Por eso es que a pesar del pacto de la CGT hay luchas. Se sigue movilizando el Garrahan, hubo un paro provincial de distintos gremios en Santa Cruz el pasado 28, provincia donde se acaba de ganar el gremio docente Adosac en manos del sindicalismo combativo, mostrando que se fortalece la pelea por una nueva dirección combativa, sigue la pelea de los petroquímicos de Río Tercero, hay paros en ramas de distintos gremios y sectores. Enfrentamientos que se seguirán desarrollando, porque la clase trabajadora no está derrotada. Y seguramente se abrirá un mayor espacio político para el crecimiento de la izquierda, ya que hay una enorme vanguardia sindical, estudiantil, ambiental, de mujeres y de distintos sectores que empuja las luchas, y está haciendo su experiencia política y no encuentra respuesta.

Izquierda Socialista/FIT Unidad ha llamado desde un primer momento a la más amplia unidad para derrotar el plan motosierra de Milei, los gobernadores y el FMI. Y lo vamos a seguir haciendo, cuestionando el pacto de la CGT y exigiendo el paro general, como lo haremos en la marcha del 20 de diciembre. Este año hemos lanzado la corriente sindical A Luchar encabezada por nuestro dirigente Rubén “Pollo” Sobrero e importantes referentes para impulsar esa política. Unidad necesaria tanto para ganar una lucha, desarrollar el sindicalismo combativo y fortalecer al Frente de Izquierda Unidad. Aportando para ello con nuestras bancas, como lo hacemos en el Congreso de manera destacada con nuestra diputada y delegada ferroviaria Mónica Schlotthauer, Mercedes Trimarchi en CABA y en otros distritos.

Llamamos a superar al peronismo por izquierda, postulando al FIT Unidad. Peleando por un plan económico obrero y popular que deje de pagar la deuda y por un gobierno de la clase trabajadora y una Argentina socialista. Siendo entusiastas en defensa de la causa palestina, saludando ahora la caída de la dictadura asesina siria de Bashar al Assad. Fortaleciendo para ello a nuestra organización internacional, la Unidad Internacional de trabajadoras y trabajadores, Cuarta Internacional (UIT-CI), de la cual Izquierda Socialista es parte, que se ha fortalecido en este tiempo con la incorporación de nuevas secciones fruto de su política de unir a las y los revolucionarios.

Bajo estas premisas invitamos a sumarse a Izquierda Socialista, como lo estamos haciendo en nuestras fiestas de fin de año, convocando a impulsar en la coyuntura la campaña contra la reforma electoral, por la absolución de los diecinueve procesados en Jujuy y seguir junto a la UIT-CI redoblando la campaña internacional en apoyo a Gaza y al pueblo palestino contra el genocidio sionista israelí, preparando la pelea para el 2025.


Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad
 
Cristina Kirchner se mueve como candidata. El sábado 23 hizo un acto en Rosario y la semana anterior estuvo en Santiago del Estero. Sacudida por la crisis interna del peronismo y la ratificación de la condena por corrupción, recorre el país como jefa del PJ afinando la lapicera para poner y sacar nombres en las listas electorales del año que viene y en postular a su espacio ante Milei. ¿Representa el peronismo la herramienta para enfrentar a la ultraderecha? Los hechos demuestran que no.
 
Cristina Kirchner recorre el país. Desde su sector dicen que está “federalizando el PJ”. Llama a la unidad de los distintos actores internos. Cuando estuvo en Santiago hizo un acto con el gobernador Gerardo Zamora. Pocos repararon que este fue uno de los dieciocho gobernadores que firmó el denominado Pacto de Mayo en Tucumán dándose la mano con Javier Milei y el que está negociando que le tiren algunas migajas del brutal Presupuesto 2025.

En Rosario, Cristina hizo un acto con La Cámpora, Agustín Rossi, el presidente del bloque de Unión por la Patria de Diputados, Germán Martínez y otros sectores afines. El resto del peronismo pegó el faltazo. En esta oportunidad, al ritmo de “Fanático” de Lali Espósito, habló de salud.

Defendió la política de Alberto Fernández en la pandemia, sin recordar, por supuesto, que el personal de salud quería que no se los considere héroes sino que se les diera lo que pedían: salarios dignos y que no los hicieran trabajar a destajo mediante el pluriempleo (flexibilización laboral). Ante las y los trabajadores y profesionales de la salud, tampoco habló de la ejemplar lucha del hospital Bonaparte o la que está librando el Garrahan por salario.

Cristina le gritó a Milei “desregulá los medicamentos”, como si fuera la gran salida para terminar con la suba de los remedios. Y se despachó con que hay que “repensar el Estado” y no tenerle miedo a la palabra “eficiencia”, un guiño a la política privatizadora de Milei, justo cuando anunció la privatización del ferrocarril y llamó a licitación para entregar la Hidrovía del Paraná a grandes empresarios que, por supuesto, ella ni mencionó. En contraste, nuestra diputada nacional Mónica Schlotthauer acaba de presentar en el Congreso el proyecto del Frente de Izquierda para estatizar los ferrocarriles bajo gestión y administración de trabajadores y usuarios y es conocida nuestra postura por la estatización de la Hidrovía (ver "Los trenes no se venden", "Privatización de la “Hidrovía” / Milei entrega el Río Paraná"), donde tenemos un proyecto de Ley presentado a tal fin.
 
Con actos electoralistas no se frena a Milei

Cristina hace actos y critica con frases altisonantes a Milei, pero todo es parte de su pirotecnia electoralista, no para ayudar a enfrentar la motosierra ultraderechista. Lejos están el peronismo y ella de eso.

Cristina tuvo que reconocer que si Milei ha votado la Ley Bases y vetado otras fue con el apoyo de los votos que le dieron diputadas y diputados que fueron en las listas de Alberto, Cristina y Massa. La senadora kirchnerista de Catamarca Lucía Corpacci acaba de estampar la firma para dar acuerdo al candidato de Milei para la Corte, el juez Ariel Lijo. Y por esos días se supo que el peronismo podría acompañar la eliminación de las PASO que postula Milei a cambio de un juez que reclama Cristina.    

Sabemos que muchas compañeras y compañeros, viendo las salvajadas de Milei, siguen creyendo que Cristina puede ser una salida favorable. Fraternalmente les decimos que no. Que Cristina Kirchner al mando del PJ quiere reconstruir un peronismo sembrando la ilusión de que vendrán cambios favorables, cuando el peronismo deja correr el ajustazo de Milei y piensa sólo en los votos para las elecciones del año que viene.

Hay que señalar que el peronismo tiene ascendencia sobre la CGT. Incluso algunos de esos burócratas son parte de las autoridades del PJ. ¿Alguien escuchó levantar la voz a Cristina contra el pacto que ha formalizado la CGT con el gobierno? ¿Alguien escuchó a Cristina decir que tendría que haber un nuevo paro general? Nada de eso.

Por otra parte, ante el segundo fallo condenatorio por causas de corrupción (ver postura de Izquierda Socialista) Cristina volvió a resaltar “no me perdonan haber distribuido la riqueza y enfrentado a factores de poder”. Pero el último gobierno de Alberto y Cristina dejó a un país con el 42% de pobreza, una inflación galopante y el pacto con el FMI generó más entrega y dependencia. Y en los doce años kirchneristas, de 2003 a 2015 (ya van cuatro gobiernos peronistas kirchneristas) pactó con la Barrick Gold, Chevron y los grandes ganadores de su modelo fueron los grandes empresarios, los bancos y las multinacionales, que según dichos de Cristina se la llevaron en pala. Finalizó diciendo que ella defiende al capitalismo, un sistema que es sinónimo de hambre, pobreza, saqueo y destrucción ambiental, tanto en Argentina como en el mundo.

Por todo esto consideramos desde Izquierda Socialista que para derrotar el ajustazo de Milei e imponer un plan económico obrero y popular al servicio de las grandes mayorías, hay que superar al peronismo por izquierda, de la mano del Frente de Izquierda Unidad.


Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad

Este martes volvió a fracasar la sesión pedida por la denominada “oposición más dura” para rechazar el DNU 846 de Milei que habilita el canje de deuda sin pasar por el Congreso. Los tres bloques impulsores registraron varios ausentes, logrando solo 120 presentes cuando se requerían 129 para el quórum. La nota la volvió a dar el peronismo de Unión por la Patria que aportó siete bancas menos (92 de 99), entre ellas las cuatro que responden al gobernador catamarqueño. También fallaron siete de Pichetto (cuatro de Córdoba) y cinco de Manes. Le hicieron otro guiño a Milei, pidiendo migajas de un Presupuesto 2025 diseñado para seguir con la motosierra y la entrega al FMI. ¡Y se dicen opositores! Solo el Frente de Izquierda postula el no pago y la ruptura con el FMI.

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