No hay que dejarse engañar. Scioli representa esa continuidad, aunque por miedo a perder, prometa un mentiroso 82% móvil a los jubilados o una rebaja parcial del impuesto al salario (Ganancias).
¡Claro que estamos en contra de Macri! Cambiemos (PRO-UCR-Carrió) es otra variante patronal que gobierna para los ricos, las multinacionales y el negocio inmobiliario. Pero en estos años fueron los trabajadores y la izquierda quienes enfrentamos al PRO, no el Frente para la Victoria, que le votó las leyes fundamentales a Macri en la legislatura de la ciudad. Esa es la pura realidad.
Por otro lado, están quienes castigaron al gobierno votando con la nariz tapada a Macri “para que se vaya el kirchnerismo”. Aunque no confían en Macri, lo van a votar solo para sacarse de encima a los K.
Macri se hace el distraído como si nunca hubiera gobernado. Dice que el PRO representa “lo nuevo”, pinta a María Eugenia Vidal como a “una chica de barrio” y simula estar “contra los punteros y los aparatos clientelares”. ¡Pero con Macri crecieron los talleres clandestinos; las villas; la corrupción (caso Niembro) y el abandono de la educación y la salud pública!
Votar a Macri va a servir para consolidar a una variante patronal que no va a traer ninguna solución para el pueblo trabajador y la juventud. Justamente por eso construimos el Frente de Izquierda como alternativa política ante los partidos patronales.
Siempre se incentivó votar “al mal menor”. Así se fomentó el voto a Menem contra el alfonsinismo en los años 80 y a la Alianza contra el menemismo diez años después. Pero siempre ganaron los grandes empresarios y perdió el pueblo trabajador. No por casualidad en almuerzos y cenas de campaña de Scioli como de Macri, empresarios y banqueros pagaron hasta $50.000 el cubierto.
Scioli y Macri pueden tener diferencias entre ellos, pero ya están gobernando para los de arriba, grandes empresarios y multinacionales. Lejos de lo que prometen, sí o sí van a implementar un mayor ajuste, con tarifazos, más devaluación, suspensiones, despidos y entrega del país. Eso es lo que veremos en los próximos meses. Por eso no sirve votar por ninguno de ellos. Como dice el Pollo Sobrero: “No hay que votar por nuestros verdugos”. Una prueba está en que Scioli pondría a Alberto Barbieri como Ministro de Educación (el actual corrupto rector de la UBA) y Macri a Esteban Bullrich, actual ministro porteño, quienes llevan adelante planes de privatización educativa y son enemigos de los estudiantes y docentes que defienden la educación pública y gratuita.
No hay solo dos opciones: Scioli o Macri. ¡No! Hay una tercera. La que propone el Frente de Izquierda y otras organizaciones: votar en blanco o anular el voto.
Es falso que el voto en blanco “favorece” a Macri o a Scioli, o signifique “no definirse”. El FIT ya se ha definido incluso antes del balotaje, contra los candidatos del ajuste y por la movilización para defender el salario y el trabajo. Se trata de no darle el voto a los que van a gobernar en contra nuestro.
Cada voto en blanco o nulo servirá para enfrentar desde ahora al próximo gobierno que va a descargar un mayor ajuste contra el pueblo trabajador. Y para preparar una alternativa política de los trabajadores y de la unidad de la izquierda más fuerte para que lo enfrente. Los más de 800 mil votos que sacó el Frente de Izquierda a presidente y el casi millón a diputados, estarán puestos al servicio de este objetivo.