Hoy un neonatólogo, que tiene la responsabilidad de cuidar la salud de los recién nacidos, con 10 años de formación y haciendo guardias de 24 horas una vez por semana, no llega a la canasta familiar.
Por eso los trabajadores del hospital no dudaron en salir a la calle y reclamar la reapertura de neo. Ya cortaron tres veces Avenida Belgrano y una el Puente Pueyrredón, todo decidido en asambleas. Lamentablemente, sindicatos como AMRA, Salud Pública y ATE Avellaneda ya traicionaron.
El viernes 23, después de una reunión donde el Ministerio de Salud prometió que en tres meses el servicio reabriría, más de 200 trabajadores votaron rechazar y cortar el puente. Estos gremios no acataron la asamblea y no participaron del corte. Los trabajadores cortaron solos, junto a Cicop y vecinos. El pasado martes 27 nuevamente salieron a la calle y realizaron una radio abierta. En esa ocasión, el diputado provincial del Frente de Izquierda, Guillermo Kane, acercó la solidaridad y se comprometió a hacer una presentación en la cámara de diputados de la provincia para evitar el cierre.
El Fiorito no es un caso aislado: el cierre de la sala de recuperación cardiovascular del Hospital de Niños de La Plata; la falta de pediatras en el Mercante; los graves hechos de violencia en el Santa Marina de Esteban Echeverría y los problemas de infraestructura del Meléndez, entre otros, ponen al descubierto la grave situación de la salud pública en la Provincia de Buenos Aires. Pagar salarios bajos, dejar que la inseguridad y el derrumbe edilicio sean moneda corriente, es parte de una política de privatización y ajuste hacia los sectores más humildes y los trabajadores de la salud. Capítulo aparte merecen los UPA, o mal llamados “centros de atención intermedia”, que no son más que medidas electorales de Scioli sin ninguna función social real. No satisfacen la atención primaria por falta de personal y de insumos. Hecho que se ve en que las guardias de los hospitales siguen abarrotadas. Ni tampoco de atención intermedia. Además de no respetarse las condiciones laborales.
Desde Izquierda Socialista venimos apoyando el conflicto desde el primer día y siendo parte de todas las medidas. Es fundamental rodear de solidaridad al Fiorito y evitar el cierre de un área tan necesaria como neonatología. En ese marco vamos a plantear en el Consejo Directivo de CICOP y en su congreso de delegados, rodear de apoyo al hospital e impulsar las medidas que hagan falta para imponer la reapertura. Además de seguir peleando por un aumento de emergencia y mayor presupuesto, el gran problema de fondo ante el derrumbe de la salud pública en todo el país.