Redacción de Izquierda Socialista y de El Socialista
Termina el 2014. El año que se derrumbó definitivamente el doble discurso del “desendeudamiento”. Después de pagarle al Ciadi, a Repsol y al Club de París, los yanquis “no se sintieron conmovidos en lo más mínimo” por el “gesto” del gobierno. Juez Griesa mediante, apareció la exigencia del pago a los fondos buitre. Ahí nos desayunamos que los dos canjes anteriores (2005 y 2010) no habían sido ninguna genialidad de los Kirchner. Salieron a la luz las cláusulas que nos colocaban ante un callejón sin salida: si no le pagábamos a los buitres, Griesa no dejaba transferir los fondos al resto de los acreedores. Si le pagábamos, los otros acreedores podían exigir igual trato. El propio ministerio de Economía reconoció que corríamos el riesgo que la deuda se disparara arriba de los 500.000 millones de dólares.
El gobierno kirchnerista, buscando disimular su negativa a cualquier aumento o bono de fin de año para trabajadores y jubilados, propuso un subsidio para personas trans mayores de 40 años. Denunciamos la hipocresía con que el kirchnerismo trata posar de progresista. Como en tanto otros temas, se trata de una “bomba de humo” que en nada resuelve los problemas que afectan a los sectores oprimidos. El proyecto kirchnerista solo alcanza a las personas trans que hayan realizado el trámite de cambio de género y que superen los 40 años, verdaderos “sobrevivientes” de este colectivo marginado cuya edad promedio apenas alcanza los 30.
El gobierno de Cristina, apretado por la bronca popular y el anuncio de un paro general, no descontará el impuesto a las ganancias sobre el medio aguinaldo de diciembre. Ese impuesto sigue siendo un verdadero robo. Tienen que tributar más las grandes patronales, los ricos y multinacionales. Los trabajadores en Argentina son los que sufren la mayor parte de la carga impositiva
Escribe: José Castillo
2014 fue un año de grandes luchas, paros generales y coordinación de los luchadores. El tramo final del kirchnerismo está signado por un mayor ajuste, pobreza salarial y saqueo al mejor estilo menemista. Nos preparamos en 2015 para seguir la pelea contra el ajuste y dar una gran batalla electoral postulando al Frente de Izquierda como alternativa política ante los candidatos patronales.
Culmina el año y sigue en curso una dura pulseada por un bono navideño que morigere aunque sea en parte la feroz inflación. Cristina Kirchner juega con los sentimientos populares previo a las fiestas, negándose a otorgar algún aumento extra a millones de trabajadores, jubilados y beneficiarios de planes sociales que lo necesitan.