Hugo Moyano y Luis Barrionuevo, en la conferencia de prensa que brindaron el propio día del paro del 28, dijeron que la iban a seguir con un “plan de lucha”. Barajaban desde otro paro, a una marcha. Con el correr de los días descartaron el paro. Ahora ya ni hablan de marchar. Probablemente terminen convocando a una movilización o, presionados, a alguna otra medida de fuerza antes de fin de año. Lo que es inaceptable es que por los medios y reunidos entre cuatro paredes, digan que no hay que seguir con nuevos paros ahora para “no actuar como principiantes”. ¿Les han consultado a los trabajadores si es de “principiantes” seguir sufriendo despidos y suspensiones y salarios por debajo de la inflación? Por supuesto que no. Moyano, en cambio, sí ha tenido tiempo de reunirse con Mauricio Macri prometiéndole “gobernabilidad” para el futuro gobierno. O con Gerardo Martínez, burócrata repudiable perteneciente a la CGT oficial, carnero de los propios paros que convoca Moyano, quien prometió la “unidad sindical” para 2015.