El 23 de febrero en su Villa Dolores natal, luego de una larga enfermedad se apagó la vida de Raúl. Había ingresado al partido en 1982. En las reuniones su voz solo se escuchaba si era necesario. En cambio su andar era incesante, no solo militando, sino empujando la silla de ruedas de su compañera Eli, nuestra gran dirigente cuadripléjica de Villa Dolores, a quien asistió de por vida. Eli y Raúl eran casi una sola persona, él hacía todo para que ella fuera nuestra figura pública en la ciudad.
Por eso la plaza a la que, en el mes de Marzo, se le va a imponer el nombre de Elizabeth Bonel, en reconocimiento a su militancia revolucionaria consecuente, también debería llevar el nombre de Raúl. En su velorio le expresamos nuestras condolencias a su familia, a su hija Natasha, a sus compañeros de la zona, que abnegadamente lo cuidaron en sus últimos días, y lo despedimos como él se merecía, cubierto por la bandera de Izquierda Socialista y prometiéndole seguir construyendo el partido y luchando… ¡Hasta el socialismo siempre!
