Se acaba de protagonizar el quinto paro general contra el gobierno de Cristina Kirchner. El gobierno se jugó, como siempre, a desacreditar la medida. Dijo que era un “paro político” y que se le hizo “el juego a la derecha”, como señaló el dirigente ultra K de Ctera, Hugo Yasky. Pero no pudo tapar el nuevo y contundente pronunciamiento del conjunto de los trabajadores del país contra los salarios que no alcanzan para llegar a fin de mes, el impuesto a las Ganancias para quienes trabajan (mientras la renta financiera está exenta) y el 40% de la mano de obra que está en negro. Demostrando que a esta década no la ganaron los trabajadores, sino los grandes empresarios, banqueros y multinacionales.