Miles de trabajadores se movilizaron en lo que fue la tercera jornada del segundo semestre. La misma reflejó el profundo ajuste que vienen descargando los gobiernos de Macri y Schiaretti y la predisposición de los trabajadores a movilizarse y enfrentar la política antiobrera para que a la crisis no la paguen los trabajadores.
Si bien desde el palco distintos dirigentes burocráticos despotricaron contra el gobierno y criticaron al triunvirato de la CGT por no convocar al paro general, en Córdoba cumplen la misma función que a nivel nacional. Presionados por la bronca de la base se ven obligados a convocar a estas jornadas, pero se niegan rotundamente a implementar un verdadero plan de lucha que parta de la realización de asambleas de base en las distintas dependencias.
Luego de tres meses siguen convocando a jornadas aisladas, como las del pasado 19, en la que solo participaron los trabajadores estatales, con movilizaciones que no van a la Casa de Gobierno y en donde cada conducción gremial elige su modalidad. Frente a esta tibieza, el gobierno provincial repite, casi burlonamente, que no habrá reapertura sino un bono navideño si las finanzas lo permiten.
La pérdida del poder adquisitivo en más del 12% no se resuelve con un bono de fin de año. Los trabajadores necesitamos la reapertura salarial con un paro y plan de lucha de la CGT y las CTA.