Escribe Joel Rojo

El gobierno de Schiaretti-Llaryora le viene robando a los jubilados 13 por ciento. El último 6% fue hace un mes. Les quitó conquistas y salario a los trabajadores de Luz y Fuerza, con la complicidad de su conducción. El transporte de larga y corta distancia está parado. El primero desde que empezó la cuarentena, el segundo desde hace tres meses por problemas con el cobro de salarios y aguinaldo, al igual que los trabajadores del transporte urbano, que están de paro desde hace una semana y se movilizaron el martes 7 al grito de “que se vayan todos”. El intendente Llaryora hace dos meses que viene atacando a los municipales, a quienes les rebajó una hora de trabajo, les redujo el salario, les quitó importantes conquistas de su convenio y despidió a 117 contratados con más de ocho años de antigüedad. En los próximos meses vencen otros cuatrocientos contratos que pueden correr la misma suerte. Y ya inició la persecución a quienes les faltan menos de diez años para jubilarse para que acepten el “retiro anticipado”, por supuesto con menos salario. Todo esto mientras monta una planta municipal paralela con jóvenes abogados monotributistas, que hacen las veces de inspectores, y con trabajadores de cooperativas de carreros y cartoneros a los que les paga 10.000 pesos por mes por cuatro horas diarias por todo tipo trabajo. Y ya amenazó con hacer lo mismo con los recolectores de residuos (Surbac) y los de UTA.

Por todo esto, que se suma al ataque del gobierno nacional al resto de los trabajadores, es que se hace imprescindible una respuesta unificada en un paro provincial y un plan de lucha para derrotar el ajuste, que deberían exigir y encabezar los estatales provinciales y municipales. En primer lugar, resolviendo democráticamente ese paro los gremios que están siendo ajustados, como ahora los municipales, y desde ese lugar exigir a las dos CGT y las dos CTA que hagan lo mismo con el resto de los gremios. El gobierno provincial y el municipal atacan a los gremios de a uno por vez para evitar la unificación de la lucha, y los dirigentes de las distintas centrales les están haciendo el juego. Por eso hay que promover asambleas en los lugares de trabajo, o virtuales, para empezar a organizar la exigencia del paro provincial y el plan de lucha. Mientras tanto, todos debemos apoyar y solidarizarnos con la lucha de los municipales que vienen de masivas movilizaciones.