En el medio de una situación de violencia que no para de crecer (incluyendo ataques a balazos contra restaurantes y bares por parte de bandas narcos que exigen pagos por “protección”) se comenzó a destapar el escándalo del espionaje ilegal que el ex ministro de seguridad provincial Marcelo Saín habría comandado, contra dirigentes políticos, sindicales y sociales. Nada que envidiar a Macri y su espionaje a los familiares de los tripulantes del ARA San Juan.
Recordemos que Marcelo Sain se hizo conocido a nivel nacional por su particular verborragia contra los sectores que lo cuestionaban, repartiendo insultos para todos lados, incluído al propio gobernador peronista Perotti. Pero una investigación que se está conociendo en estos días, y cotidianamente ahonda la crisis del gobierno provincial, pone en evidencia para que usan los políticos patronales a las fuerzas de seguridad y de inteligencia: espiar a los opositores, pero nada para investigar a las bandas narco, que actúan con total impunidad y al amparo de la propia policía. Esta situación ya ha derivado en la renuncia de más de diez funcionarios actuales del Ministerio de Seguridad, y se sospecha que el propio Perotti podría ser procesado, como responsable político de este escandaloso espionaje.
Un apartado especial merece recordar la defensa encendida de Marcelo Sain que esbozaron en varias oportunidades el diputado provincial Carlos Del Frade, Ciudad Futura y figuras “progresistas” del Peronismo como la diputada provincial Matilde Bruera, argumentando que este personaje nefasto “luchaba” contra las mafias y estaba “transformando” la policía. Otra mentira más que la centroizquierda de la provincia compra, para beneplácito del peronismo.
Corresponsal