Escribe Claudio Funes
Según datos de Correpi, la Coordinadora contra la Represión Policial, tanto la policía de la Ciudad al mando de Larreta como la Bonaerense de Kicillof encabezan el brutal ranking nacional de violencia institucional. Los casos de gatillo fácil y tortura son relevados por Correpi anualmente, dando unos 500 casos anuales en la Ciudad, incluyendo fusilamientos, torturas, muertes de detenidos en comisarías, femicidios de uniforme y desapariciones seguidas de muerte, entre otros delitos aberrantes y que tienen a la juventud como víctima principal. En los últimos cinco años la ciudad tuvo 120 casos de gatillo fácil comprobados y judicializados. La provincia al mando del gobierno peronista de Kicillof se lleva todos los laureles: el 46% de los casos a nivel nacional son responsabilidad de la Bonaerense que dirige el ministro Berni. El caso del jóven Facundo Astudillo Castro, desaparecido en noviembre de 2020 y posteriormente encontrado muerto en cercanías a Bahía Blanca luego de que la policía lo detuviera ,mostró claramente el articulado gobierno-funcionarios-policía como un tridente consolidado para garantizar la impunidad.
Los números muestran la continuidad de los crímenes de Estado a pesar de los gobiernos: con Macri cada veinte horas lo mismo que con Alberto, las fuerzas de seguridad se llevan la vida de una persona.