1976  /  A 46 AÑOS DEL GOLPE GENOCIDA  / 2022

30.000 detenidas y detenidos desaparecidos ¡presentes!
No al acuerdo gobierno-FMI

Concentramos en Avenida de Mayo y 9 de Julio a las 12 • CABA

Escribe Nicolás Nuñez, referente de Ambiente en Lucha (Izquierda Socialista e independientes)

El impulso a la megaminería en Chubut y a las petroleras off shore en el Mar Argentino fueron un adelanto de lo que viene a profundizar de la mano del pacto de Fernández con el FMI.

El acuerdo del gobierno con el Fondo Monetario Internacional viene de la mano de un nuevo intento de poner un techo a los reclamos ambientales. De la mano de las vigilancias trimestrales del organismo, a partir de ahora lo que aparecerá cuando nos propongamos rechazar las iniciativas de saqueo extractivista que impulse el gobierno junto a las multinacionales, va a ser la frase: “si se cae tal proyecto, se cae el acuerdo con el Fondo y caemos en default”. Desde el vamos, en el anexo de políticas económicas adosadas al pacto que el ministro Martín Guzmán defendió en el Congreso, se encontraba la aprobación de las leyes de Hidrocarburos y agronegocio.

Ese documento de plan económico de Guzmán se propone la meta hacia 2030 de ampliar en 25 mil millones de dólares las exportaciones, para pagar los vencimientos que empezarán a apilarse pasado el plazo de los desembolsos que giraría el FMI. Al establecer cómo, Guzmán deja en claro que el camino para hacerlo está centrado en la mega minería, petroleras off shore, avance de la frontera agropecuaria y la extracción de litio. El proyecto enviado al Congreso habla de un “desarrollo productivo verde”, de “adaptación al cambio climático”, y otras frases típicas del doble discurso del Frente de Todos. Pero la única medida nueva anunciada es un “Sistema de Etiquetado Climático”, para evaluar proyectos de inversión productiva. Ahora, ¿quién etiquetaría? ¿El mismo gobierno que considera “ecofriendly” devastar el monte chaqueño para generar biocombustible?

El activismo socio ambiental tiene que tomar en cuenta que cuando pedimos poner un freno a actividades de saqueo, que el gobierno justifica en pos de juntar divisas para el pago de la deuda, tenemos también que rechazar su pago. Caso contrario, estaríamos diciendo “no la paguen con la naturaleza, paguenla con mayor explotación laboral o ajuste a les jubilades”. El reclamo por el no pago es la forma de vincular la lucha ambiental con la social. No como Jóvenes por el Clima y demás organizaciones, quienes justifican las petroleras off shore por su aporte de dólares para un supuesto “desarrollo” que jamás llega.

Escribe Miguel Lamas, dirigente de la UIT-CI

A tres semanas del inicio de la invasión a Ucrania, el imperialismo ruso intensifica sus ataques, bombardeando incluso zonas residenciales, como en Mariúpol y otras ciudades, causando miles de muertos, heridos y una enorme devastación. Tres millones de ucranianos y ucranianas, familias completas, se han refugiado en países europeos. Pese a estos ataques genocidas, la heroica resistencia del pueblo ucraniano ha impedido hasta ahora que puedan tomar la capital Kiev y otras grandes ciudades.

La principal excusa de Putín y de sus defensores en el mundo es que la invasión de Ucrania es “para defender a Rusia” de la OTAN y Estados Unidos. Pero esto es falso. No hay hoy ninguna guerra interimperialista de Rusia con Estados Unidos o la OTAN.
El motivo de la invasión es que Rusia es parte de la crisis económica del capitalismo mundial y vive un gran retroceso económico y descontento popular. Y con la invasión pretende fortalecer el imperialismo ruso con el dominio de Ucrania.  

En los ´90 se restauró el capitalismo en Rusia y la zona de influencia de la antigua URSS. En Rusia se entregó la propiedad de petroleras, gasíferas, bancos y otras empresas, que eran estatales, al grupo de oligarcas amigos de Putín, y se descargó un brutal ajuste económico contra los trabajadores.

Putín aspira a reconstruir el antiguo imperio de los zares. Por eso dijo públicamente que Ucrania no existía como país y que “Lenín se equivocó” al darle derecho a la autodeterminación e independencia en la revolución rusa de 1917.
Hay que recordar que Putín ya anexó Crimea en 2014 (que era parte de Ucrania), intervino militarmente en Siria para apoyar al dictador Al Assad, envió tropas este año a Kazajistán para apoyar a su gobierno contra la protesta popular, y antes con intervenciones militares en Georgia y Chechenia, ya dio pasos muy importantes para consolidar el imperialismo ruso.

¡Viva la resistencia popular ucraniana!

Todo indica que Putín esperaba tomar fácilmente Kiev (capital de Ucrania de cuatro millones de habitantes) e instalar un gobierno títere en pocos días. Pero hasta ahora los invasores fueron frenados por una heroica resistencia popular. Por eso Rusia apela a refuerzos, contratando a miles de mercenarios, muchos de los cuales ya actuaron en Siria a favor del carnicero Al Assad.

Las tropas rusas podrían llegar a tomar Kiev, como ya tomaron la ciudad de Jersón (300.000 habitantes) al sur de Ucrania. Pero lo más probable es que, aún en ese caso, la resistencia popular continúe. En la propia Jersón, ahora ocupada por los rusos, una ciudad mayoritariamente de lengua rusa (idioma de un 30% de los ucranianos), hay manifestaciones de protesta de miles de personas contra la ocupación rusa.

Solidaridad internacional

Se está extendiendo un amplio movimiento internacional de solidaridad con el pueblo ucraniano, contra los invasores y contra la guerra.

En Rusia, declaraciones de sindicatos y miles de manifestantes en las calles se oponen a la invasión desde los primeros días. Miles fueron reprimidos y encarcelados. Putín promulgó una ley que prohíbe manifestaciones callejeras y hablar de “invasión”, con penas de quince años de cárcel.
También se movilizaron centenares de miles de personas en diversos países europeos, se pronunciaron centenares de sindicatos y organizaciones populares de todo el mundo y obreros portuarios de Gran Bretaña, Holanda y Estados Unidos declararon que no trabajarán con buques provenientes de Rusia.

Este movimiento internacional, junto a la resistencia del pueblo ucraniano, son claves para derrotar al imperialismo ruso y obligar a los invasores a retirarse de Ucrania.

¡No a la OTAN ni a los pactos militares con Estados Unidos!

La OTAN es la alianza militar de Estados Unidos y los países imperialistas europeos, Gran Bretaña, Francia, Alemania, España, Portugal, Italia, Holanda y Bélgica. En los últimos treinta años, se  extendió al este de Europa integrando a los países que restauraron el capitalismo, Polonia, Rumania, Bulgaria, Hungría, República Checa, Eslovaquia, Lituania, Letonia, Estonia, ex Yugoslavia, que son hoy países semicoloniales de la Unión Europea.

Estados Unidos y los países imperialistas que integran la OTAN son responsables de decenas de invasiones, bombardeos, y tienen centenares de bases militares en todo el mundo (entre ellas la de Gran Bretaña en Malvinas). La OTAN es el brazo militar del imperialismo de Estados Unidos y Europa para sostener su dominación en el mundo.   

Estados Unidos tuvo en el 2021 un gasto en armas de 780 mil millones de dólares. Gran Bretaña, Alemania y Francia bordean los 60 mil millones cada una. Estados Unidos y sus aliados sostienen a Israel como enclave imperialista para mantener la ocupación de Palestina y dominar Medio Oriente.

En ninguna parte del mundo Estados Unidos y los imperialistas europeos con su OTAN defendieron la independencia, libertad y autodeterminación de ningún pueblo. Tampoco están defendiendo al pueblo ucraniano.
Por eso luchamos por la disolución de la OTAN y en cada país por la ruptura con la OTAN y de todos los pactos militares con Estados Unidos y países imperialistas europeos.

La lucha contra los invasores y por la independencia de Ucrania

En Ucrania también se restauró el capitalismo y sus oligarcas se adueñaron de la antigua propiedad estatal y se asociaron a multinacionales europeas y yanquis, provocando un gran retroceso en la economía popular. También el gobierno capitalista de Zelensky solicitó unirse a la OTAN, supuestamente para defenderse de Rusia. Los hechos han demostrado hoy que la OTAN no defiende a Ucrania.

Por eso no confiamos en el gobierno de Zelensky. Sólo un gobierno del pueblo trabajador ucraniano podrá lograr una real independencia, terminar con el dominio de las multinacionales y oligarcas, y la recuperación de la economía popular.
Ahora la pelea concreta pasa por derrotar la invasión de Putin y Rusia. Es una pelea difícil, por la superioridad militar del invasor.

Pero mientras se mantenga la resistencia popular, la lucha va a seguir abierta y nosotros, como luchadores antiimperialistas y socialistas, seguiremos estando en el campo militar de Ucrania llamando a la solidaridad de trabajadoras, trabajadores y pueblos en todo el mundo.

Llamamos a una gran campaña internacional de apoyo y solidaridad con la resistencia ucraniana. ¡Por la derrota de la invasión del ejército ruso! No a la OTAN

El gobierno de Vladímir Putin desencadenó una invasión del ejército ruso a Ucrania. Con métodos de extrema crueldad, ataca y destruye ciudades, incluyendo “blancos” tales como hospitales y maternidades, con el objetivo final de tomar Kiev (la capital ucraniana) y dominar así el conjunto del país. A pesar de la inmensa superioridad militar rusa, el invasor enfrenta, por parte del pueblo ucraniano, una resistencia mayor que la prevista, muchas veces de carácter heroico.

Más allá de las consideraciones diferentes que tengamos sobre el contexto mundial en que se da esta guerra, las organizaciones firmantes coincidimos plenamente en definir su origen como la agresión de una nación mucho más fuerte (Rusia, una de las principales potencias militares del mundo) contra otra más débil, con el objetivo de sojuzgarla. Esto se da en un marco en el que, salvo un corto período al inicio de la Unión Soviética (cuando se aplicó la política propuesta por Lenin, ahora muy criticada por Putin) tanto el estalinismo como los gobiernos capitalistas rusos siempre consideraron a Ucrania como “su patio trasero”.

Por eso, apoyamos la resistencia de los trabajadores y el pueblo ucraniano contra la invasión y estamos por la derrota de las tropas rusas en esta guerra, sin que ello represente ningún apoyo ni confianza política en el gobierno de Zelensky ni en la burguesía ucraniana que llama a resistir la invasión.

Denunciamos el papel de la OTAN como brazo militar del imperialismo y luchamos por su disolución. Pero esta no es una invasión militar de la OTAN contra el territorio ruso, tampoco contra el pueblo ucraniano. Al mismo tiempo, no hay soldados de la OTAN combatiendo a las tropas rusas en Ucrania (ni que sepamos, en ningún otro lado). Quien hoy agrede a Ucrania es el ejército ruso. Por otro lado, rechazamos toda injerencia imperialista en Ucrania, sea rusa, yanky, europea o de la OTAN. Reclamamos el desmantelamiento de todo armamento nuclear de Rusia y la OTAN.

Nuestras propuestas

A partir de estas coincidencias, nos proponemos desarrollar e impulsar actividades en común con el objetivo que se sintetiza en el título de esta declaración. Por supuesto, existen varios niveles posibles.

En primer lugar, difundir esta declaración en la vanguardia y entre los trabajadores, realizar charlas y debates para ayudar a clarificar la confusión que existe sobre el carácter de la guerra.

En segundo lugar, impulsar movilizaciones para manifestar públicamente: Fuera las tropas de Putin de Ucrania, apoyo a la resistencia ucraniana, No a la OTAN, como viene sucediendo en Europa y en otras partes del mundo. En ese marco, es posible y necesario constituir comités de solidaridad para poder concretarlo. También apoyamos las movilizaciones contra la invasión que enfrentan al gobierno de Putin y que este reprime con dureza.

En tercer lugar, impulsar junto a organizaciones sindicales, estudiantiles y populares la recolección de todo tipo de ayuda al pueblo ucraniano, que pueda hacerse llegar a través de convoys de ayuda obrera y popular.

Finalmente, pero como una de las cuestiones más importantes, impulsamos y apoyamos las acciones que definan tomar los trabajadores a través de sus organizaciones. Por ejemplo, los trabajadores del puerto de la refinería Ellesmere, en Chesire, Inglaterra, se rehusaron a descargar petróleo proveniente de Rusia, replicando lo que habían hecho los trabajadores de la terminal de gas de Kent y en puertos de Países Bajos. Según la información, “una oleada de protestas de este tipo se expande por los puertos europeos en respuesta a la invasión de Ucrania”.
Frente a la guerra en Ucrania y la posición común que hemos expuesto, estas son las tareas que proponemos plantearle a los trabajadores y las masas del mundo.

¡Fuera las tropas de Putin y Rusia de Ucrania!
¡Apoyo a la resistencia popular del pueblo ucraniano!
¡No a la OTAN!
¡Por la ruptura de relaciones diplomáticas con Rusia de todos los gobiernos!

Liga Internacional de los Trabajadores-Cuarta Internacional (LIT-CI)
Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI)
Corriente Comunista Revolucionaria Internacional (CCRI)

13 de Marzo 2022

En todo el mundo están saliendo centenares de miles de personas a las calles a expresar su solidaridad con el pueblo ucraniano. Destacamos en este número de El Socialista algunas significativas muestras de solidaridad de la clase trabajadora.

Rusia

La Confederación del Trabajo de Rusia (KTR) se pronunció el 25 de febrero expresando “son los trabajadores de nuestro país, quienes sufren la consecuencia directa del conflicto militar […] que amenaza con provocar un choque devastador sobre la economía y el sistema de seguridad social de nuestra nación, así como una caída del nivel de vida de los trabajadores”. Señala “la necesidad de poner fin a la acción militar, lo más rápidamente posible, y de reanudar el diálogo y la coexistencia pacífica entre los pueblos multinacionales de Rusia y de Ucrania”.

Bielorrusia

El Comité Ejecutivo del Congreso de Sindicatos Democráticos de Bielorrusia expresa su oposición a la guerra. “Pocos pueblos en el mundo han sufrido pérdidas tan terribles y sacrificado la vida de decenas de millones de sus ciudadanos en su historia como nuestros tres pueblos, tan cercanos entre sí. Y el hecho de que el gobierno ruso haya lanzado hoy una guerra contra Ucrania no se puede entender, justificar ni perdonar. El hecho de que el agresor invadió Ucrania desde el territorio de Bielorrusia, con el consentimiento de las autoridades de Bielorrusia, no puede justificarse ni perdonarse. En nombre de los miembros de los sindicatos independientes de Bielorrusia, los trabajadores de nuestro país, nos inclinamos ante ustedes, nuestros hermanos y hermanas ucranianos. Les pedimos disculpas por la vergüenza que el gobierno bielorruso ha impuesto a todos los bielorrusos al convertirse en aliado del agresor y abrirle la frontera con Ucrania.

Sin embargo, nos gustaría asegurarles, queridos ucranianos, que la gran mayoría de los bielorrusos, incluidos los trabajadores, condenan las acciones del actual régimen bielorruso que condona la agresión rusa contra Ucrania. Exigimos el cese inmediato de las hostilidades y la retirada de las tropas rusas de Ucrania, así como de Bielorrusia.

En este momento difícil y fatídico, declaramos que nuestras mentes y corazones están con ustedes, queridos ucranianos. Deseamos que resistan y venzan. ¡Viva Bielorrusia! ¡Gloria a Ucrania!”

Estados Unidos

7 Marzo, 2022. Portal Portuario. La invasión rusa de Ucrania sigue su curso, ante lo cual los trabajadores portuarios  del Sindicato Internacional de Estibadores y Almacenes (agrupa a unos 20.000 trabajadores en los 29 puertos de la costa oeste de Estados Unidos) señalaron que se negarían a cargar o descargar cualquier buque ruso o manejar cualquier carga rusa entrante o saliente. “Con esta acción en solidaridad con el pueblo de Ucrania, enviamos un fuerte mensaje de que condenamos inequívocamente la invasión rusa”, dijo Willie Adams, presidente de ILWU International.