Soy Medardo Ávila Vázquez, médico ecologista, soy de izquierda, aunque no milito en ninguna fuerza política en estos momentos, defensor de causas populares, sobre todo las de la Salud Ambiental, luchas en la que me toca participar. En estas luchas los partidos de Izquierda y el Frente de Izquierda Unidad nos acompañaron siempre.
En estos días compañeras del Frente de Izquierda me preguntaron qué opinaba de la concurrencia del FIT-U a las PASO. Para mí las PASO son una trampa, fragmentan más las identidades políticas y evitan la discusión programática, prevaleciendo las luchas de facciones.
Los partidos del sistema no tienen programa, ellos implementan las políticas del poder extractivista, colonial, burgués y patriarcal.
Nosotros, los defensores populares, necesitamos una izquierda que no repita el modelo de la democracia burguesa, que no lo imite, que no caiga en su trampa del faccionismo en que grupos que expresan lo mismo solo compiten para ver quienes consiguen los puestos; necesitamos que se consolide la Unidad y que se discuta un Programa.
Un Programa del pueblo y los trabajadores, que tome las propuestas e iniciativas que hemos venido generando en estos años, como la Propuesta del Pacto Ecosocial que hicimos las y los ecologistas de izquierda para Argentina y para Nuestramérica.
El FIT-Unidad no debe ir a las PASO a que aparatos y facciones se enfrenten por cargos y posiciones en las listas. Debe acordar sus listas y sumar sus mejores compañeras y compañeros; tiene algunes muy importantes, como Myriam Bergman que para mí debería encabezar nacionalmente la lista del FIT-Unidad; pero lo más importante es ir fortaleciendo un programa para guiar nuestras luchas. Un Programa que debe ser una salida de soluciones para los problemas de nuestro pueblo y las y los trabajadores.
No solo debemos resistir al FMI, al extractivismo, al patriarcado, al capitalismo, sino abrir caminos para construir un mundo mejor.
Medardo Ávila Vázquez
Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT-Unidad
En Salta, lamentablemente, se dividió el Frente de Izquierda-Unidad (FIT-U) para las elecciones provinciales del próximo 14 de mayo, donde se elige gobernador, diputados, senadores, intendentes y concejales. Algo inédito en los 12 años desde que conformamos el Frente de Izquierda. Esto significa concretamente que el FIT-U no se va a presentar como tal, impidiendo a las y los trabajadores, mujeres, disidencias y juventud salteña tener la posibilidad de votar la unidad de la izquierda para enfrentar a los políticos patronales. Se presentaron dos listas, una conformada por PO y MST -inscribiéndose como Frente de Izquierda Unidad-, y la otra por el PTS.
¿Por qué ocurrió esto? Claramente por responsabilidades compartidas entre PO, PTS y el MST, quienes vienen actuando en esa provincia, donde Izquierda Socialista no está. Intentan justificar quién tuvo la culpa de semejante retroceso Con acusaciones mutuas. Ruptura que obedece pura y exclusivamente a una pelea por los cargos.
PTS dijo “PO y MST rompen el FIT-U en Salta para encubrir una capitulación en Orán a cambio de candidaturas”. El MST lo acusa de mentiroso a PTS y sostiene que “hay Frente de Izquierda en Salta”, negando la división. El PO, que venía impugnando la candidatura de Samuel Huerga del MST, finalmente la terminó aceptando a cambio de encabezar como gobernador. Huerga fue presidente del Concejo Deliberante de Orán tras un acuerdo con el PJ y el PRO cuando militaba en Política Obrera de Altamira, conducta que criticamos desde Izquierda Socialista. Luego el MST lo puso de candidato, PO ponía como condición para armar la lista que haya una autocrítica por lo que hizo y minutos antes del cierre, sin que la hubiera, cambió y pactó con el MST ocupando la candidatura a gobernador.
Todo esto es una muestra clara de hasta donde pueden llegar estas políticas divisionistas, electoralistas y autoproclamatorias, incluso en un distrito donde hay una gran cantidad de candidaturas que tranquilamente se podrían haber repartido entre las distintas fuerzas del FIT-U.
Desde Izquierda Socialista venimos alertando sobre esta situación. Si bien se lograron acuerdos en Neuquén, Río Negro, Jujuy, Tucumán y Tierra del Fuego, en algunas de esas provincias se hizo bajo políticas de chantaje y ultimátum a escasos minutos del vencimiento de la inscripción. Acuerdo que por ejemplo no se logró en Mendoza, donde se presentaron dos listas para competir en los municipios, la de PTS-MST contra la de PO. Y ahora se da lo de Salta, llevando directamente a la división del FIT-U.
Muchos activistas nos dicen que esto ocurrió en Mendoza y en Salta porque en estas provincias no está Izquierda Socialista. Consideramos que, si bien nuestro partido no puede por sí solo impedir semejantes resultados, está claro que hubiéramos batallado hasta último momento para evitarlo porque no nos da lo mismo que el FIT-U se divida.
Por todo ello venimos combatiendo y alertando sobre estas políticas equivocadas a nivel nacional, llamando a no dividir al FIT-U en las PASO. Se nos contesta por parte del resto de los partidos del FIT-U que somos alarmistas, ya que no estaría en riesgo la unidad y que es bueno presentar distintas fórmulas para que “compitan” en las PASO. Planteos que chocan con esta cruda realidad que estamos describiendo.
Llamamos a la militancia del FIT-U a estar alerta y a exigir que se frene este curso divisionista que afecta fundamentalmente a quienes enfrentan el ajuste de los gobiernos y del FMI. Izquierda Socialista sigue convocando a las y los luchadores, intelectuales, dirigentes sindicales, juveniles, sociales y a quienes adhieren al FIT-U a que nos ayuden con la campaña de pronunciamientos por la no división del FIT-U en las PASO y para que se llegue cuanto antes a una fórmula unitaria presidencial de consenso como en el 2019 que para nosotros debería ser Bregman (PTS) - Solano (PO). Única manera de terminar con este nocivo divisionismo y poder emprender el camino de unidad tan necesario para dar pelea todos juntos y con más fuerza desde ahora contra el peronismo, el macrismo y Milei que proponen más ajuste, saqueo y continuar las recetas del FMI.
Escribe Adolfo Santos
Hasta ahora, el Nuevo MAS nunca quiso sumarse a la unidad de la izquierda y siempre criticó esa gran herramienta que es el Frente de Izquierda Unidad. Sin embargo, en las últimas semanas Manuela Castañeira, referente del Nuevo MAS, dirigió una propuesta al FIT Unidad en su página web: “Necesitamos una campaña electoral unificada que ponga sobre la mesa un perfil claro anticapitalista así como un programa que ofrezca una salida por la izquierda”.
El perfil y el programa que propone Castañeira es el que desde hace once años defiende el FIT Unidad. Por eso nos preguntamos ¿por qué hasta ahora han rechazado la unidad? ¿En realidad el Nuevo MAS quiere unirse al Frente de Izquierda para fortalecer ese perfil y ese programa? Si así fuera, ¿por qué no piden sumarse al frente de los partidos de izquierda que ya existe? Sin mediar ningún diálogo, propone un llamado a las PASO para dirimir fuerzas. Ignora la existencia e implantación de más de una década del Frente de Izquierda. No dice una palabra sobre nuestras propuestas programáticas o de la importancia del Frente en el terreno político y electoral. Los voceros del Nuevo MAS proponen discutir cargos y definirlos a través de las PASO. O sea, utilizar el mecanismo que los partidos patronales han ideado para proscribir la izquierda, algo que el Nuevo MAS ha sufrido en carne propia.
Llegar exigiendo “realizar unas PASO”, como expresa Manuela, sin solicitar ser parte del FIT Unidad suena autoproclamatorio, no ayuda a la unidad. Si de verdad quieren la unidad deberían integrarse al Frente de Izquierda. Fue lo que hizo el MST en 2019, que también durante años se había negado a ingresar.
Desde Izquierda Socialista llamamos fraternalmente al Nuevo MAS a que defina si quiere o no ser parte del Frente de Izquierda Unidad. Sería un paso importante para la izquierda y los luchadores. Pero el camino no puede ser un ultimátum ni exigencias. Hasta ahora, el llamado del Nuevo MAS se parece más a una maniobra política para mostrar una actitud unitaria ante sus bases, que cuestionan su aislamiento, pero que en realidad no están dispuestos a concretar.
Escribe Adolfo Santos
La campaña electoral 2023 ya está en marcha. Aunque las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) serán el 13 de agosto y las elecciones generales se realizarán en todo el país el 22 de octubre, en muchas provincias esas fechas se irán adelantando en los próximos meses. Un despilfarro de dinero que, en el caso de los gobiernos peronistas, es para evitar contaminarse del desprestigio que derrama el gobierno del Frente de Todos.
En las próximas semanas están marcadas las fechas para Rio Negro, Neuquén, La Rioja y Salta, donde lamentablemente el FIT Unidad sufrió una grave división (ver "Se dividió el Frente de Izquierda Unidad en Salta / A esto llevan las peleas por los cargos entre PO, PTS y MST"). En todas estas provincias a los partidos patronales les será difícil diferenciarse del gobierno del Frente de Todos, ya que vienen aplicando los mismos planes de ajuste. Los servicios públicos están deteriorados, al igual que los salarios. Los trabajadores están desempleados o tienen empleos precarios, y sectores claves como educación y salud están en permanentes luchas y movilizaciones contra las políticas de los gobiernos provinciales.
Los partidos patronales, que ahora aparecen con promesas y soluciones mágicas, son los mismos que vienen gobernando desde hace décadas. Por eso la clase trabajadora y sectores populares no les creen, y generan una gran desilusión a la hora de votar. Ellos son los responsables de la pobreza creciente y el deterioro en la calidad de vida. Y son los que al final de cada mandato ven crecer sus patrimonios personales de forma escandalosa. Por eso se pelean en las internas partidarias y tratan desesperadamente de perpetuarse en sus cargos.
Pero los trabajadores y trabajadoras, las y los luchadores sociales, juveniles, del movimiento feminista y de la lucha contra la destrucción ambiental capitalista tienen una opción diferente a la de los partidos patronales, el Frente de Izquierda Unidad. Ahí van a encontrar a los que enfrentan a estos gobiernos, a los que están a la cabeza de cada conflicto, a los que se identifican de verdad con los problemas sociales y proponen salidas de fondo. En las próximas elecciones tenemos que rechazar las mentiras de los partidos que siempre gobernaron generando más pobreza y votar por los que nunca gobernaron, la izquierda, las y los trabajadores.
Escribe Mariano Barba
Recorriendo barrios casa por casa, ferias, esquinas céntricas y la universidad, los militantes de Izquierda Socialista llevamos adelante la campaña electoral tratando de convencer a vecinos, a trabajadoras y trabajadores, a la juventud y a las mujeres de que el único voto opositor es el voto al Frente de Izquierda Unidad. Nuestras listas surgieron de un acuerdo entre los cuatro partidos, donde se respetó la representatividad de cada organización. Por eso la fórmula a gobernador es encabezada por Patricia Jure (PO) y Raul Godoy (PTS). Mientras que nuestra compañera de Izquierda Socialista Angélica Lagunas va de candidata a Intendenta por la capital y Priscila Otton (MST) a primera concejala.
Llamamos a que voten al Frente de Izquierda contra todos los candidatos y partidos patronales, como el MPN en sus dos variantes, Koopman ó Figueroa; Cervi de Juntos por el Cambio; Rioseco del Frente de Todos que con Alberto y Cristina está pagando la deuda al FMI y su gobierno es un desastre en todos los sectores; y también Eguía, candidato del ultraderechista y misógino Milei.
Todos ellos tienen varios acuerdos de fondo para que las cosas no cambien. Uno de ellos es que continúe la explotación del gas y el petrolero de Vaca Muerta, donde las ganancias se las llevan las empresas multinacionales como Chevron, Total, Shell y otras, y lo que queda para la provincia el gobierno lo usa para pagarle al FMI, vía el pacto fiscal, una deuda que el pueblo no contrajo. Por eso desde el Frente de Izquierda y de Izquierda Socialista decimos que no hay que pagar más la deuda externa. Y para que todas las riquezas del subsuelo queden en la provincia y en el país, proponemos la estatización de toda la industria hidrocarburífera, empezando por el aumento de las regalías y fuertes multas a todas las empresas que contaminen. De aquí saldrán los fondos para un inmediato plan de obras públicas y de viviendas para dar trabajo genuino y construir las 80.000 casas que faltan. Exigimos más presupuesto para salud, aumento de salarios, mayores recursos y obras para mejorar la atención hospitalaria, continuando la lucha de los Elefantes; también más presupuesto para educación, ya que todavía existen decenas de escuelas rotas sin clases. Decimos basta de contaminación en el ambiente, por multas a las empresas petroleras que viertan crudo en el terreno o en las cuencas de los ríos y en comunidades mapuches. Nos pronunciamos contra la violencia de género, por más presupuesto, apertura de refugios y equipos de asistencia a mujeres. Otra estafa es el precio del colectivo a 130 pesos; somos nosotros los que estamos pagando los nuevos coches, además de los millonarios subsidios que reciben las empresas. Para terminar con esta estafa proponemos la estatización del transporte público controlado por choferes y usuarios.
Por todas estas razones, te pedimos que en las próximas elecciones votes a la Lista 674, Frente de Izquierda Unidad.