Jul 16, 2024 Last Updated 4:27 PM, Jul 16, 2024

Escribe Juan Carlos Giordano
Diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad
23/08/22

Izquierda Socialista, como partido fundador del Frente de Izquierda Unidad, aclara a los medios de prensa y a la militancia unitaria que viene construyendo el FIT Unidad, que las posturas de las y los actuales diputados Myriam Bregman y Nicolás Del Caño de PTS, además de equivocadas, no son las del conjunto del Frente de Izquierda como algunos han dado a entender.

Izquierda Socialista discrepa absolutamente con lo sostenido por PTS al defender a la vice presidenta Cristina Fernández de Kirchner diciendo que “la llamada 'causa vialidad' es claramente un hecho de persecución política”; que Cristina es víctima de una “proscripción” y que hasta se le ha negado el derecho a la defensa en juicio. Postura que ha caído muy mal entre los seguidores del FIT Unidad, que vino manteniendo su independencia política de todos los gobiernos y combatiendo a todos los partidos patronales por igual.

PTS con su postura sale en defensa de la máxima representante del gobierno peronista kirchnerista usando incluso el mismo léxico que sus defensores. De ser así, como dice PTS, habría que estar pidiendo la libertad de Lázaro Báez, José López, De Vido o Jaime. 

Myriam Bregman tuiteó: “Las acusaciones de corrupción en la obra pública deben ser juzgada x jurados populares”. ¿Esto quiere decir que hasta que no haya jurados populares los políticos corruptos deben quedar en la impunidad? Si mañana hay un fallo condenatorio contra la familia Macri ante sus enormes negociados que viene haciendo desde la dictadura para acá, ¿PTS también saldría en contra?

¿PTS opina que Cristina y el peronismo kirchnerista son responsables o no de los casos de corrupción cometidos en su gobierno? ¿No hubo negociados capitalistas con la obra pública y Lázaro Báez? Si hasta lo reconoció la propia vicepresidenta en su alegato de hoy, hablando del “grado de familiaridad” entre su funcionario José López y los políticos macristas. Cristina dijo textualmente dirigiéndose a los fiscales que la acusan: “¿No vieron que había una asociación ilícita entre José López y empresarios relacionados con el macrismo como Nicolás Caputo y Eduardo Gutiérrez?”

Cristina habla de asociación ilícita, pero no de ella, sino de sus funcionarios. ¿Pero acaso no fue su gobierno quien puso a esos funcionarios? ¿Cristina no conocía lo que hacían? ¿No sabía Cristina que Lázaro Báez pasó de empleado bancario a quedarse con la obra pública y a tener estancias y grandes extensiones de tierras? ¿Cómo lo logró?

Claro que repudiamos a esta justicia de clase que funciona de acuerdo al poder político de turno. Y estamos claro que para combatir a los actos de corrupción capitalista hay que imponer un gobierno de las y los trabajadores e imponer medidas de fondo. Pero salir en defensa de Cristina Kirchner cuando las evidencias de corrupción son vox populi entre los trabajadores de Santa Cruz, está probado el crecimiento patrimonial exponencial de la familia Kirchner y hasta hay pruebas que se ventilan en los tribunales, es de una equivocación enorme.

Hablar de “persecución y proscripción política” hacia la figura de Cristina es darle de comer a la campaña oficial que, mientras la enarbolan, siguen aplicando un mayor ajuste al servicio de los grandes capitalistas. Una política funcional a Cristina y al peronismo.

Cristina arengó diciendo: “Éste no es un proceso contra Cristina Kirchner, sino que es un juicio al peronismo, a los gobiernos nacionales y populares, a los que peleamos por una mejora del salario, de las jubilaciones y la obra pública”. Un fuerte contraste con el ajuste en curso, el crecimiento del hambre y la pobreza y el sometimiento al FMI aplicado precisamente por el gobierno peronista del Frente de Todos del cual Cristina Kirchner es parte.

Llamamos a los partidos del FIT Unidad a guardar coherencia, combatiendo los actos corruptos capitalistas de todos los gobiernos (peronistas y de Juntos por el Cambio) y luchando por una salida de fondo como lo plantea el programa que venimos sosteniendo con el FIT Unidad.


Escribe Juan Carlos Giordano, diputado electo Izquierda Socialista/FIT Unidad

Vuelve el debate en el Frente de Izquierda Unidad sobre el uso (el mal uso) de la consigna Asamblea Constituyente. PTS luego de proclamar su fórmula presidencial Bregman-Vilca a más de un año de las elecciones, ahora vuelve a poner la consigna de Asamblea Constituyente como centro en la respuesta que habría que dar ante la asunción de Massa y la grave crisis política, económica y social del país. Lo mismo hace el MST, titulando en la tapa de su periódico n° 811 “Que se vayan todos. Elecciones a Constituyente para que decida el pueblo”.

Ambos partidos parten de un error, diciendo que a Massa “no lo votó nadie”, que hay “un nuevo gobierno” o incluso que hubo un “golpe palaciego”, según PTS. ¿Hay que llamar a votar a elecciones de diputadas y diputados para una Asamblea Constituyente o postular con fuerza el paro general y luchar por un plan económico alternativo obrero y popular y un gobierno de las y los trabajadores? Ese es el debate.

¿Hay un “nuevo” gobierno?

La diputada Myriam Bregman (PTS) en su discurso en la sesión de la Cámara de Diputados en que se aprobó la renuncia de Sergio Massa para que asuma como ministro, dijo: “En esta situación se reúnen tres personas: Cristina Fernández de Kirchner, Alberto Fernández y Sergio Massa y deciden cambiar el Gobierno. No estamos viendo un simple cambio de ministerio o una reorganización, estamos viendo un desplazamiento del poder, un profundo cambio de Gobierno”.

¿Pero acaso el actual gobierno peronista del Frente de Todos no es el mismo que vino gobernando desde el 2019 en una coalición entre los tres sectores que responden a Alberto Fernández, Cristina y Massa? ¿Cuál sería el cambio? ¿Se habría pasado de un supuesto gobierno peronista “nacional y popular” a otro más ajustador? ¿De un gobierno democrático a otro antidemocrático? PTS lo debería aclarar.

Fernando Scolnik en una nota de Izquierda Diario ratifica lo dicho por Bregman: “Habemus nuevo Gobierno” (7/8/22). Y en otro largo escrito firmado por Matías Maiello, PTS habla de golpe palaciego. “La novedad es que hay una especie de golpe de mano palaciego con el objetivo de concentrar poder político para avanzar más rápidamente con el plan del FMI”. (Debates en la izquierda sobre la propuesta de una Asamblea Constituyente, Izquierda Diario, 7/8/22). Maiello reconoce que coincide en esta tesitura con periodistas de Clarín (Van Der Kooy) y de Página12.

PTS llama “golpe palaciego” (autogolpe entre el mismo gobierno) al manotazo de ahogado que significa el nombramiento de Massa para tratar de encarrilar la debacle política en la que está sumido el peronismo del Frente de Todos. Al decir que hay un “golpe” para aplicar un mayor ajuste, implicaría desconocer que al ajuste ya lo viene aplicando el gobierno desde que asumió, con Guzmán, Batakis y ahora Massa. Esto es literalmente lavarle la cara al gobierno.

No hay un nuevo gobierno. Se trata del mismo que cambió la movilidad jubilatoria para robarles a las y los jubilados y pactó con el FMI para pagar la deuda macrista.

Al hablar equivocadamente de cambio de gobierno y golpe palaciego PTS propone responder con una consigna democrática como centro, como lo es una Asamblea Constituyente, cuando las necesidades populares pasan por otro lado, en cómo combatir el hambre, la pobreza, la inflación y los bajos salarios y jubilaciones de miseria. Porque aunque PTS lo quiera negar, una Asamblea Constituyente no es nada más ni nada menos que una elección para elegir mediante el sufragio universal a diputadas y diputados constituyentes para reformar la actual Constitución Nacional. Incluso habría que preguntarse qué pasaría si se diera hoy lo que propone PTS. Lo más probable es que esa Constituyente resulte con una mayoría de diputadas y diputados de partidos patronales, del PRO, la UCR, del peronismo en sus distintas variantes, incluso de Milei, y con algunas bancas que por cierto conquistaría el FIT Unidad. Una Constituyente con un poder mayoritario de políticos patronales no redundaría precisamente en ningún beneficio para el pueblo trabajador.

¿Ir a votar o luchar por una salida obrera y socialista?

PTS escribe: “Algo es probable y casi seguro: en los próximos meses y ante la profundización de los planes de ajuste se multiplicará la protesta popular. Hay que estar atentos a posibles giros bruscos de la situación en los cuales frente a grandes ataques emerge la espontaneidad de la base obrera llevando incluso hasta la huelga general”, poniendo de ejemplo lo que pasó con el Rodrigazo (Nota citada de Scolnik). Pero PTS no actúa en consecuencia. Porque después de hablar de esta perspectiva, e incluso de todo (apoyar las luchas, la pelea por un gobierno obrero, el poder dual y la transición al socialismo, entre un largo etcétera), dice: “Proponemos a los más amplios sectores luchar en lo inmediato por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana”. ¿Cuál es el argumento? Dice PTS: “Somos conscientes de que hoy esta perspectiva de lucha por un Gobierno de los trabajadores […] no es compartida por la mayoría de la clase trabajadora y los sectores populares, que aún ven en la democracia representativa la forma de hacer pesar su voluntad sobre los destinos del país”.

Según PTS, como la clase obrera no comparte el planteo de luchar por su propio gobierno, hay que proponerle entonces una salida democrática burguesa dentro del régimen, “luchar en lo inmediato por una Asamblea Constituyente”. Si fuera por eso deberíamos dejar de plantear el “no pago de la deuda”, porque la mayoría no ve esa consigna, o la nacionalización de la banca y el comercio exterior. Sin embargo, lo seguimos postulando porque hace a una salida de fondo en favor de la clase trabajadora y demás sectores populares.

Este método para elaborar las consignas de PTS es una capitulación oportunista a las ilusiones (aunque cada vez menos) que tienen en esta democracia burguesa millones en el mundo al no ver una alternativa obrera y socialista para pelear por lo opuesto. Nuestra dirigenta de Izquierda Socialista, Mercedes Petit, ya contestó a esto en una polémica anterior cuando el PTR de Chile (grupo hermano del PTS en ese país) daba el mismo argumento para justificar la consigna de Constituyente como “estratégica” en el país hermano (ver en El Socialista n° 443).

Petit señaló que León Trotsky decía que un partido revolucionario en “primer término” debe “dar una imagen clara y honesta de la situación objetiva, de las tareas históricas que de ella se desprenden, independientemente de si los obreros están hoy maduros para ello o no. Nuestras tareas no dependen de la conciencia de los trabajadores. La tarea consiste en desarrollar su conciencia.” (“El atraso político de los obreros norteamericanos”, 19/5/1938, editado en El Programa de Transición, Ediciones Crux).

PTS, para zafar, le quiere dar un carácter distinto a la consigna hablando de “una Asamblea Constituyente desde el punto de vista de la acción revolucionaria”. Dice: “el planteo de Asamblea Constituyente puede cumplir una enorme función tanto pedagógica como para incidir en la relación de fuerzas, para organizar a amplias franjas de la clase trabajadora y sectores populares alrededor de una salida de conjunto antiimperialista, anticapitalista y verdaderamente democrática”. Pero una Asamblea Constituyente nunca puede ser “antiimperialista ni anticapitalista”. Representaría en todo caso un mecanismo más democrático dentro de esta democracia patronal, en caso de que fuera libre y soberana y apoyada por una gran movilización popular. Las tareas antiimperialistas y anticapitalistas se lograrán con un gobierno obrero y de izquierda que expropie a la burguesía y construya el socialismo en Argentina y en el mundo.

Para Izquierda Socialista la consigna de Asamblea Constituyente Libre y Soberana debe ser parte de un juego de consignas a postular, pero nunca la más importante en momentos de crisis como ésta. Y se debe hacer sin confundir a las masas ni desviar la lucha por sus reclamos para ir a votar, señalando permanentemente que es una consigna democrática, no de poder.

Para PTS y MST hay que luchar por una Asamblea Constituyente como consigna central, poniendo en un segundo plano la tarea para unir fuerzas entre todo el FIT Unidad convocando a los trabajadores a enfrentar el mayor ajuste de Massa, Cristina y Alberto Fernández, exigiendo el paro general a la CGT como lo hará el sindicalismo combativo marchando el próximo 17 de agosto y centralmente por fortalecer al Frente de Izquierda Unidad como alternativa política obrera y socialista. Hoy lo central en Argentina pasa por desarrollar estas políticas, mostrando a millones de trabajadoras, trabajadores, luchadores y demás sectores populares que la salida ante la actual debacle pasa por imponer un gobierno de las y los trabajadores y de la izquierda, levantando el programa que sostiene el FIT Unidad.

En nombre de Izquierda Socialista, como parte del método de rotación de bancas del FIT-Unidad, asumió como concejala en el Concejo Deliberante de la ciudad de Córdoba nuestra compañera Laura Cubas.

La compañera Cubas ocupará la banca hasta el final del mandato en diciembre de 2023. Como es nuestra tradición, Laura cobrará como una docente, donando su dieta a los fondos de huelga y posteriormente retomando sus actividades en la docencia; con la convicción de llevar adentro y afuera del Concejo los reclamos obreros y populares, denunciando a los políticos patronales y proponiendo medidas alternativas y soluciones de fondo.

Nuestro partido de conjunto acompañará este nuevo desafío en base a la enorme trayectoria de luchas obreras y populares y la experiencia de la banca en la Legislatura durante años con Liliana Olivero, luego con Ezequiel Peressini y actualmente con Noelia Agüero.

Laura es una luchadora por la  defensa de la educación pública, por la cultura y por las y los vecinos, docente y delegada escolar. Ha formado parte del Centro Vecinal de Alberdi y es integrante del Centro Cultural La Piojera. La compañera Cubas juró por “un gobierno de los trabajadores y por el socialismo”, es un orgullo para toda la militancia de Izquierda Socialista y del Frente de Izquierda Unidad.
¡Todo el apoyo para que siga profundizando este camino de lucha obrera y socialista!

Con la asunción de Sergio Massa, el gobierno prepara las condiciones para un nuevo salto en el ajuste contra el pueblo trabajador. Las medidas anunciadas hasta el momento van claramente en este sentido: mayores tarifazos, recortes al gasto público, congelamiento de la planta de los trabajadores estatales.

Todas las alas del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio, incluidos los llamados “libertarios” acuerdan con profundizar el ajuste contra el pueblo trabajador, y con una devaluación que ya está en marcha con la suba descomunal de la inflación y la consonancia del gobierno con los grandes empresarios remarcadores de precios y con el dólar “sojero” y otros “dólares especiales” a sectores patronales. Esa medida anunciada por Batakis fue acordada con el FMI en Washington, lo mismo que los anuncios posteriores de Sergio Massa. El Frente de Izquierda y de Trabajadores Unidad (FIT-U) plantea una salida opuesta, para que la crisis la paguen los capitalistas.

La crisis política al interior del oficialismo culmina con la entrega de superpoderes a un agente directo de la embajada norteamericana y del gran capital, con el apoyo del kirchnerismo y todas las fracciones del oficialismo y el aval explícito de la CGT y la CTA.

El Frente de Izquierda Unidad denuncia que el salto en la crisis inflacionaria y las medidas de mayor ajuste anunciadas por Massa con el aval del Presidente y Cristina Kirchner constituyen un nuevo golpe contra el pueblo trabajador. Congelamiento de vacantes y la imposibilidad de que decenas de miles de contratados precarios en el Estado puedan acceder a la planta permanente preparando sus despidos cuando culminen los contratos. Recortes presupuestarios y en la obra pública, tarifazos en los servicios y el transporte y depreciación salarial, son la antesala de medidas de ajuste aún mayor y la puesta en agenda de las reformas reaccionarias pendientes.

El peso de la deuda usuraria y fraudulenta en pesos, y en dólares arrastra al país a una nueva bancarrota. El pacto con el FMI potenció el endeudamiento, la inflación, el ajuste, el saqueo y la dependencia. Los llamados “mercados” (los bancos y el capital financiero) aprovechan para sacar una nueva tajada y se lanzaron durante los meses de junio y julio una corrida cambiaria para imponer una mega devaluación del peso oficial. La subida del “blue” y de los dólares financieros durante el mes de julio ya aceleró la inflación a niveles insostenibles.

Una mega devaluación del peso oficial implicaría un salto en la pulverización de los salarios, jubilaciones y planes sociales muchos de ellos hoy en la indigencia. Los ganadores serán los dueños del agronegocio, junto al resto de los exportadores, las automotrices a quienes les dieron retenciones cero, mineras, petroleras, las patronales que pretenden seguir licuando salarios y deudas, y los bancos. Mientras que el propio Alberto Fernández vociferaba contra los dueños del negocio agrario y movimientos sociales oficialistas se aprestaban a movilizarse a la Rural (algo que finalmente no realizaron), a la par y auspiciado por el FMI se preparaba un dólar especial para que los sojeros puedan multiplicar sus rentas a costa del erario público: esto es el prolegómeno de una devaluación en toda la línea.

Al igual que Batakis Massa anuncia un viaje a Washington a consensuar sus medidas con el FMI. El poder político del gobierno depende casi en su totalidad del arbitraje del FMI y los llamados “mercados”.

En ese contexto, el profundo cambio de gabinete con el superministro Massa como eje, es un intento de cerrar una crisis al servicio de generar confianza en el establishment y los usureros externos. Una vez más, un cambio de esta magnitud, se hace por la decisión de un puñado de dirigentes a espaldas del pueblo. Demostrando el carácter antidemocrático de este régimen capitalista. Es hora de cambiar y que los trabajadores y sectores populares decidan democráticamente la salida a la crisis.

Massa es tal vez la última carta que le quede a un gobierno que lejos de haber venido a recomponer lo perdido durante el macrismo, profundizó la pulverización de los salarios y jubilaciones, aumentó la miseria y apoyado por la derecha de Juntos por el Cambio, rubricó un pacto colonial con el FMI.

En la coalición oficialista se terminó de blanquear que el kirchnerismo -que cacareaba contra el FMI mientras habilitaba en el Congreso que se votara el pacto colonial-, no sólo no tenía ningún programa alternativo, sino que ahora se compromete abiertamente a un mayor ajuste.

Por ello, llamamos a todos los trabajadores y jóvenes que confiaron en que este gobierno venía a cambiar las políticas del macrismo y hoy están buscando otro rumbo a movilizarse con nosotros para frenar el ajuste y a sumarse a fortalecer a la única coalición política que plantea la independencia política de las y los trabajadores y sostiene una alternativa al ajuste: el Frente de Izquierda Unidad.

Las conducciones de la CGT y las CTA son también responsables de que el pueblo trabajador llegue en este estado a un nuevo golpe contra su nivel de vida. Fueron un punto de apoyo de todo el ajuste de Macri y de Alberto Fernández. Ahora cuando la crisis se profundiza y el pueblo asiste al aumento exponencial de los precios de los alimentos y productos de primera necesidad salieron rápidamente a celebrar la designación de Massa como superministro y los cambios en el gobierno y, en ese marco, convocan a una marcha el 17 de agosto. Exigimos a las centrales que rompan con el gobierno y convoquen a un paro nacional que sea el inicio de un plan de lucha por un inmediato aumento de salarios, jubilaciones y planes sociales al valor de la canasta familiar y derrotar el plan de ajuste del gobierno y el FMI. E impulsamos la recuperación de los sindicatos como herramientas de lucha de la clase trabajadora contra la burocracia sindical. Ese mismo 17 de agosto participaremos en la convocatoria alternativa a la de la burocracia sindical realizada por el Plenario del Sindicalismo Combativo, para apoyar todas las luchas en curso y plantear un programa de salida a la crisis de las y los trabajadores.

Desde otros sectores del oficialismo promueven un “salario básico universal” de 14.000 pesos, una suma de indigencia que consolida un nuevo piso salarial de hambre y busca condenar a millones de trabajadores a un porvenir sin acceso al trabajo genuino ni derechos laborales. El proyecto impulsado por Cristina Fernández en el Senado llegaría solo a 1.700.000 personas, cuando son más de 14 millones quienes necesitan un ingreso que alcance.

Frente a la política de las coaliciones políticas patronales del ajuste y la complicidad de la burocracia sindical, el pueblo trabajador no se queda inmóvil. El movimiento piquetero combativo viene llenando las calles en su lucha por sus reivindicaciones más elementales, y protagonizó una nueva gran jornada el 28 de Julio. Los trabajadores del neumático y su sindicato, el SUTNA protagonizan una durísima lucha contra las patronales por recomposición salarial y para que se les reconozca el pago del 200 por ciento de las horas que trabajan los fines de semana, poniendo en cuestión al convenio sellado por la burocracia y las grandes patronales del rubro durante el menemismo. A los paros docentes de San Juan y La Rioja, se sumaron los maestros de Mendoza, Rio Negro y Chubut, con huelgas y masivas movilizaciones para exigir la recuperación salarial. Lo mismo sucede con las y los trabajadores de la salud de Jujuy y Río Negro y los vitivinícolas autoconvocados de Salta y Mendoza. La tarea de la hora es la intervención de la clase trabajadora en la crisis.

Denunciamos la criminalización de las luchas que avanza en todo el país, fuertemente instigada por la campaña de Cristina Kirchner contra el movimiento piquetero independiente, con causas contra dirigentes y compañeros de diferentes organizaciones. Reclamamos la anulación de las condenas a Cesar Arakaki y Daniel Ruiz, la absolución de todos los luchadores populares y el cierre de todas las causas.

El FITU apoya incondicionalmente estas luchas. Llamamos a los trabajadores a exigir un paro nacional y plan de lucha, en unidad entre ocupados y desocupados para derrotar el conjunto del plan del gran capital y sus representantes políticos. Y a debatir e impulsar una salida alternativa.

Que los salarios, las jubilaciones y los planes sociales se ajusten mensualmente según la inflación.

Que nadie gane menos del valor de la canasta familiar.

Por un seguro universal al desocupado equivalente al costo de una canasta básica. Por la apertura de los programas sociales, por un bono de $20.000 para quienes reciben planes sociales.

Basta de tarifazos. Nacionalización de todo el sistema energético y del conjunto de las empresas privatizadas bajo control de los trabajadores.

Por la ruptura con el FMI y el no pago de la usurera y fraudulenta deuda externa para destinar los recursos nacionales a resolver las necesidades populares urgentes.

Por el reparto de las horas de trabajo entre ocupados y desocupados, por la reducción de la jornada laboral a 6 horas sin reducción salarial. Por un plan nacional de obras públicas bajo control obrero y popular para construir un millón de viviendas populares que de trabajo a 4 millones de desocupados.

Por un sistema bancario nacional único bajo el control de los trabajadores, para evitar las fugas de divisas, resguardar los ahorros y que el ahorro nacional esté disponible para créditos baratos hipotecarios y a los pequeños comerciantes, y financiar el plan de obras públicas.

Por el monopolio estatal del comercio exterior, para evitar que un oligopolio privado de exportadores maneje a su antojo la rendición de las cosechas y vendan los alimentos a precios internacionales, y resguardar así las divisas para un desarrollo nacional en manos de la clase trabajadora. Por la estatización de todos los puertos privados bajo el control de los trabajadores.

Estas medidas deben ser parte de un plan económico obrero y popular y un programa integral que sólo podrá desarrollado integralmente imponiendo con la lucha y la organización un gobierno de las y los trabajadores.

Abajo el ajuste. Fuera el FMI. Viva la lucha de la clase trabajadora. Por una salida obrera a la crisis. Que la crisis la paguen los capitalistas.

Este 17 de agosto marchemos con el sindicalismo combativo a Plaza de Mayo y en todo el país.

FRENTE DE IZQUIERDA Y DE TRABAJADORES UNIDAD (FITU)

Escribe Juan Carlos Giordano
Diputado electo Izquierda Socialista/FIT Unidad
10/08/2022

Vuelve el debate en el Frente de Izquierda Unidad sobre el uso (el mal uso) de la consigna Asamblea Constituyente. PTS luego de proclamar su fórmula presidencial Bregman-Vilca a más de un año de las elecciones, ahora vuelve a poner la consigna de Asamblea Constituyente como centro en la respuesta que habría que dar ante la asunción de Massa y la grave crisis política, económica y social del país. Lo mismo hace el MST, titulando en la tapa de su periódico n° 811 “Que se vayan todos. Elecciones a Constituyente para que decida el pueblo”.

Ambos partidos parten de un error, diciendo que a Massa “no lo votó nadie”, que hay “un nuevo gobierno” o incluso que hubo un “golpe palaciego”, según PTS. ¿Hay que llamar a votar a elecciones de diputadas y diputados para una Asamblea Constituyente o postular con fuerza el paro general y luchar por un plan económico alternativo obrero y popular y un gobierno de las y los trabajadores? Ese es el debate.

¿Hay un “nuevo” gobierno?

La diputada Myriam Bregman (PTS) en su discurso en la sesión de la Cámara de Diputados en que se aprobó la renuncia de Sergio Massa para que asuma como ministro, dijo: “En esta situación se reúnen tres personas: Cristina Fernández de Kirchner, Alberto Fernández y Sergio Massa y deciden cambiar el Gobierno. No estamos viendo un simple cambio de ministerio o una reorganización, estamos viendo un desplazamiento del poder, un profundo cambio de Gobierno”.

¿Pero acaso el actual gobierno peronista del Frente de Todos no es el mismo que vino gobernando desde el 2019 en una coalición entre los tres sectores que responden a Alberto Fernández, Cristina y Massa? ¿Cuál sería el cambio? ¿Se habría pasado de un supuesto gobierno peronista “nacional y popular” a otro más ajustador? ¿De un gobierno democrático a otro antidemocrático? PTS lo debería aclarar.

Fernando Scolnik en una nota de Izquierda Diario ratifica lo dicho por Bregman: “Habemus nuevo Gobierno” (7/8/22). Y en otro largo escrito firmado por Matías Maiello, PTS habla de golpe palaciego. “La novedad es que hay una especie de golpe de mano palaciego con el objetivo de concentrar poder político para avanzar más rápidamente con el plan del FMI”. (Debates en la izquierda sobre la propuesta de una Asamblea Constituyente, Izquierda Diario, 7/8/22). Maiello reconoce que coincide en esta tesitura con periodistas de Clarín (Van Der Kooy) y de Página12.

PTS llama “golpe palaciego” (autogolpe entre el mismo gobierno) al manotazo de ahogado que significa el nombramiento de Massa para tratar de encarrilar la debacle política en la que está sumido el peronismo del Frente de Todos. Al decir que hay un “golpe” para aplicar un mayor ajuste, implicaría desconocer que al ajuste ya lo viene aplicando el gobierno desde que asumió, con Guzmán, Batakis y ahora Massa. Esto es literalmente lavarle la cara al gobierno.
No hay un nuevo gobierno. Se trata del mismo que cambió la movilidad jubilatoria para robarles a las y los jubilados y pactó con el FMI para pagar la deuda macrista.

Al hablar equivocadamente de cambio de gobierno y golpe palaciego PTS propone responder con una consigna democrática como centro, como lo es una Asamblea Constituyente, cuando las necesidades populares pasan por otro lado, en cómo combatir el hambre, la pobreza, la inflación y los bajos salarios y jubilaciones de miseria. Porque aunque PTS lo quiera negar, una Asamblea Constituyente no es nada más ni nada menos que una elección para elegir mediante el sufragio universal a diputadas y diputados constituyentes para reformar la actual Constitución Nacional. Incluso habría que preguntarse qué pasaría si se diera hoy lo que propone PTS. Lo más probable es que esa Constituyente resulte con una mayoría de diputadas y diputados de partidos patronales, del PRO, la UCR, del peronismo en sus distintas variantes, incluso de Milei, y con algunas bancas que por cierto conquistaría el FIT Unidad. Una Constituyente con un poder mayoritario de políticos patronales no redundaría precisamente en ningún beneficio para el pueblo trabajador.

¿Ir a votar o luchar por una salida obrera y socialista?

PTS escribe: “Algo es probable y casi seguro: en los próximos meses y ante la profundización de los planes de ajuste se multiplicará la protesta popular. Hay que estar atentos a posibles giros bruscos de la situación en los cuales frente a grandes ataques emerge la espontaneidad de la base obrera llevando incluso hasta la huelga general”, poniendo de ejemplo lo que pasó con el Rodrigazo (Nota citada de Scolnik). Pero PTS no actúa en consecuencia. Porque después de hablar de esta perspectiva, e incluso de todo (apoyar las luchas, la pelea por un gobierno obrero, el poder dual y la transición al socialismo, entre un largo etcétera), dice: “Proponemos a los más amplios sectores luchar en lo inmediato por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana”. ¿Cuál es el argumento? Dice PTS: “Somos conscientes de que hoy esta perspectiva de lucha por un Gobierno de los trabajadores (…) no es compartida por la mayoría de la clase trabajadora y los sectores populares, que aún ven en la democracia representativa la forma de hacer pesar su voluntad sobre los destinos del país”.

Según PTS, como la clase obrera no comparte el planteo de luchar por su propio gobierno, hay que proponerle entonces una salida democrática burguesa dentro del régimen, “luchar en lo inmediato por una Asamblea Constituyente”. Si fuera por eso deberíamos dejar de plantear el “no pago de la deuda”, porque la mayoría no ve esa consigna, o la nacionalización de la banca y el comercio exterior. Sin embargo, lo seguimos postulando porque hace a una salida de fondo en favor de la clase trabajadora y demás sectores populares.

Este método para elaborar las consignas de PTS es una capitulación oportunista a las ilusiones (aunque cada vez menos) que tienen en esta democracia burguesa millones en el mundo al no ver una alternativa obrera y socialista para pelear por lo opuesto. Nuestra dirigenta de Izquierda Socialista, Mercedes Petit, ya contestó a esto en una polémica anterior cuando el PTR de Chile (grupo hermano del PTS en ese país) daba el mismo argumento para justificar la consigna de Constituyente como “estratégica” en el país hermano (ver en El Socialista n° 443).

Petit señaló que León Trotsky decía que un partido revolucionario en “primer término” debe “dar una imagen clara y honesta de la situación objetiva, de las tareas históricas que de ella se desprenden, independientemente de si los obreros están hoy maduros para ello o no. Nuestras tareas no dependen de la conciencia de los trabajadores. La tarea consiste en desarrollar su conciencia.” (“El atraso político de los obreros norteamericanos”, 19/5/1938, editado en El Programa de Transición, Ediciones Crux).

PTS, para zafar, le quiere dar un carácter distinto a la consigna hablando de “una Asamblea Constituyente desde el punto de vista de la acción revolucionaria”. Dice: “el planteo de Asamblea Constituyente puede cumplir una enorme función tanto pedagógica como para incidir en la relación de fuerzas, para organizar a amplias franjas de la clase trabajadora y sectores populares alrededor de una salida de conjunto antiimperialista, anticapitalista y verdaderamente democrática”. Pero una Asamblea Constituyente nunca puede ser “antiimperialista ni anticapitalista”. Representaría en todo caso un mecanismo más democrático dentro de esta democracia patronal, en caso de que fuera libre y soberana y apoyada por una gran movilización popular. Las tareas antiimperialistas y anticapitalistas se lograrán con un gobierno obrero y de izquierda que expropie a la burguesía y construya el socialismo en Argentina y en el mundo.

Para Izquierda Socialista la consigna de Asamblea Constituyente Libre y Soberana debe ser parte de un juego de consignas a postular, pero nunca la más importante en momentos de crisis como ésta. Y se debe hacer sin confundir a las masas ni desviar la lucha por sus reclamos para ir a votar, señalando permanentemente que es una consigna democrática, no de poder.

Para PTS y MST hay que luchar por una Asamblea Constituyente como consigna central, poniendo en un segundo plano la tarea para unir fuerzas entre todo el FIT Unidad convocando a los trabajadores a enfrentar el mayor ajuste de Massa, Cristina y Alberto Fernández, exigiendo el paro general a la CGT como lo hará el sindicalismo combativo marchando el próximo 17 de agosto y centralmente por fortalecer al Frente de Izquierda Unidad como alternativa política obrera y socialista. Hoy lo central en Argentina pasa por desarrollar estas políticas, mostrando a millones de trabajadoras, trabajadores, luchadores y demás sectores populares que la salida ante la actual debacle pasa por imponer un gobierno de las y los trabajadores y de la izquierda, levantando el programa que sostiene el FIT Unidad.

 

 

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