El Frente de Izquierda Unidad repudia el atentado sufrido por Cristina Kirchner en la noche del jueves y reclamar su inmediato esclarecimiento.
No es casual que, de acuerdo a la información pública, la persona que quiso cometer el crimen haya sido parte de la campaña para estigmatizar y criminalizar las luchas populares y al movimiento piquetero- como parte de una campaña mediática que incluyó a la extrema derecha de Milei –quien no casualmente hizo un notable silencio frente a este atentado- a Juntos por el Cambio y al propio oficialismo. Esta campaña promueve la represión contra las luchas del pueblo trabajador y el redoblamiento de las medidas de ajuste.
Nuestro repudio a este atentado reaccionario no implica ninguna solidaridad política con un gobierno que está llevando a cabo un profundo ajuste contra el pueblo trabajador bajo el mandato del Fondo Monetario Internacional. Rechazamos los llamados a la “unidad” y a la “concordia” con las cámaras empresariales que promueven el ajuste y la pulverización de los salarios, y con los partidos políticos del ajuste. Por eso hemos decidido no marchar en el día de la fecha.
Desde el FIT-U vamos a seguir defendiendo las libertades democráticas contra todo ataque reaccionario o fascistoide, contra el aparato represivo del Estado y apoyando todas y cada una de las luchas contra el ajuste, por el salario, la vivienda y en defensa de la salud y la educación públicas.
Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad
Myriam Bregman, Nicolás Del Caño y otros dirigentes del PTS que escriben en su página web La Izquierda Diario siguen con la campaña de “persecución política” y “proscripción” contra Cristina. Una postura que consideramos completamente equivocada, por capituladora a este gobierno. Esta crítica que hacemos desde Izquierda Socialista es compartida por miles de seguidores del FIT Unidad, que ven en la postura del PTS una política opuesta a la que vino levantando el Frente de Izquierda en estos años, enfrentando a todos los gobiernos: al peronismo kirchnerista en sus doce años, luego al macrismo y ahora al Frente de Todos.
No le es fácil al PTS demostrar que no defiende a Cristina. Su dirigente y miembro de la Mesa Nacional del FIT Unidad, Guillo Pistonesi, tuvo que empezar una de sus largas notas polemizando con alguien que en las redes le señaló: “no entiendo por qué carajo el PTS sale a bancar a Cristina”. Es que PTS se suma a la cortina de humo lanzada por el peronismo, en especial el kirchnerismo, que sostiene que no se estarían condenando hechos de corrupción sino que todo es una farsa sin pruebas cuyo único objetivo es proscribir a Cristina.
El gobierno peronista habla de proscripción y de que peligra que Cristina se pueda presentar a las elecciones. El PTS también. Esto es falso. Porque estamos ante un pedido de condena que debe ser ratificado por un fallo, el mismo será apelado ante la Corte Suprema que no tiene plazos para decidir, lo cual seguramente hará dentro de varios años con resultado incierto. ¿De eso no se enteró el PTS? ¿No vió que Cristina ya se puso la gorrita “Cristina 2023”?
El PTS llegó a decir que hasta se le negó la defensa en juicio: “Imagínese si a una vicepresidenta le conculcan estos derechos, qué le queda a un hijo del pueblo acusado por robar una gallina”. ¿Pero no sabe el PTS que las cárceles están llenas de ladrones de gallina sin condena firme y los delincuentes de guante blanco están en libertad? Menem murió en la impunidad protegido por el peronismo y el kirchnerismo, la justicia y los fueros como Senador.
Es preocupante que el PTS haga semejante defensa justo cuando el gobierno peronista se victimiza, intentando tapar el brutal ajuste avalado por Cristina para cumplir con el FMI. Bregman habla de “gobierno de los jueces” y Cristina del “Partido Judicial” que la acosa. Lamentable coincidencia.
Una capitulación a la falsa izquierda de los gobiernos “progres”
La capitulación del PTS al peronismo es argumentada de esta forma por Pistonesi dice: “La derecha, siguiendo los designios de Washington, toma el tema de la corrupción para empoderar al Poder Judicial y perseguir a sus adversarios políticos”. La lavada de cara de PTS es por partida doble. Primero, porque según el PTS hay gobiernos de derecha (Macri) y otros que no lo son, sumándose a la mentira de que habría gobiernos “progres” perseguidos por el imperialismo o supuestamente “nacionales y populares”. Segundo, parecería según PTS que a los jueces solo los maneja la derecha. ¿Pero quién manejaba a los jueces bajo el peronismo menemista de los años ´90 cuando se entregaba todo el patrimonio nacional y se indultaba a los genocidas? ¿Quién puso al juez que metió preso al “Pollo” Sobrero acusado falsamente de quemar trenes por el hoy ministro de Segurdidad Aníbal Fernández en pleno gobierno de Cristina? ¿En Venezuela y Nicaragua a los jueces no los ponen la falsa izquierda de los dictadores Maduro y Ortega que gobiernan para los capitalistas? Una capitulación tremenda a los gobiernos falsamente “progresistas”.
Con este argumento (fallos de una justicia manejada por la derecha) habría que estar pidiendo por la libertad de Lázaro Báez, José López, De Vido, Boudou y Jaime. O si mañana hay un fallo condenatorio contra Macri, ¿El PTS también hablaría de persecución política con el argumento de que ese fallo se podría volver contra la izquierda, como sostienen?
La campaña contra una justicia de la derecha la sostienen los gobiernos latinoamericanos del doble discurso para encubrir que gobiernan con ajuste y son repudiados por las masas. “Es otro plan Cóndor”, dijo la diputada kirchnerista Gisela Marziotta, apelando escandalosamente a estas comparaciones. Como si tuviera algo que ver lo que está ocurriendo con el genocidio de la dictadura militar, que asesinó a miles de luchadoras y luchadores para aplicar un plan de sometimiento al imperialismo yanqui. Una barbaridad.
¿Impunidad o castigo a los corruptos?
Los análisis del PTS lo llevan a postular una política de impunidad ante los negociados capitalistas corruptos. El PTS dice que los hechos de corrupción no se pueden castigar con la justicia actual. Después de señalar “nadie puede negar que hubo corrupción durante el gobierno kirchnerista”, dice que como esta justicia no va a llegar a la verdad ni a desbaratar la corrupción porque no es imparcial e independiente (algo obvio), no hay que pedir ningún castigo a los responsables. Ante esto propone un juicio por jurado (un tribunal elegido por sorteo del padrón electoral como ya existe en algunos casos). Pero mientras tanto, según PTS, nadie puede condenar a nadie, incluso si algún juez lo hace obligado por una movilización popular. Para el PTS los políticos y empresarios corruptos deben quedar en la impunidad, dándole la espalda de esta forma al reclamo popular de que los corruptos vayan presos y devuelvan lo que se robaron. Están ignorando las luchas concretas por conseguirlo, como la de los familiares de la masacre Once y los ferroviarios de la Bordó del Sarmiento, que tuvieron que hacer decenas de actos, marchas y movilizaciones contra el gobierno y jueces cómplices para encarcelar a algunos corruptos como Jaime, Schiavi, Cirigliano-TBA o De Vido (este último en prisión domiciliaria).
Claro que repudiamos a esta justicia patronal que funciona de acuerdo al poder político de turno y en favor de los grandes empresarios y oligarcas. Por eso proponemos que los jueces sean elegidos por el voto popular, se terminen sus cargos vitalicios, ganen como una docente y se implementen los juicios por jurado. Sabemos que para terminar con los actos de corrupción capitalista hay que imponer un gobierno de las y de los trabajadores y una Argentina socialista. Pero decir que los corruptos no deben ir a la cárcel es de una claudicación completa. A tal punto que el PTS llega al extremo (o al ridículo) de criticar a la postura de Izquierda Socialista como “derechista”, porque dice que si se diera lo que proponemos habría que “construir cientos de unidades carcelarias en todo el país”.
Llamamos a la militancia del Frente de Izquierda a seguir fortaleciendo con políticas correctas a esta gran herramienta política y de la unidad de la izquierda que es el FIT Unidad.
Escribe Claudio Funes
Entre las peleas que dio nuestro diputado Juan Carlos Giordano (Izquierda Socialista) en el Congreso de la Nación, en 2016 presentó un proyecto de ley para anular el ruinoso acuerdo firmado por el gobierno de Mauricio Macri en nombre del Estado Nacional con la empresa Correo Argentino S.A., el 28 de junio de ese año.
En los hechos el entonces presidente Macri condonaba su propia deuda y la de su familia por el no pago del canon (renta o cantidad pagada en forma periódica a cambio de la utilización de una cosa de propiedad pública) establecido al momento de la concesión del servicio postal.
Durante dieciséis años los sucesivos gobiernos de Eduardo Duhalde, Néstor Kirchner y Cristina Kirchner extendieron el concurso preventivo del Correo Argentino S.A. al no exigir el pago total y actualizado de la deuda. Esto provocó que esta se licuara por la enorme inflación registrada en esos años. Todos favorecieron a los empresarios.
Por ello Giordano, como también denunció junto a los ferroviarios del Sarmiento, la corrupción peronista en la Masacre de Once, en nombre de Izquierda Socialista propuso: Artículo 1°. Anular el acuerdo firmado por el gobierno de Mauricio Macri en nombre del Estado Nacional con la empresa Correo Argentino S.A. Artículo 2°. Embargar y rematar las propiedades, acciones, bienes y demás acreencias de las empresas Sideco, Socma y otras del Grupo Macri y los bienes personales de sus accionistas y directivos para que con ese dinero se paguen todas las deudas. Artículo 3°. Se crea la Empresa Nacional de Correo Sociedad del Estado (100% estatal). Artículo 4°. La nueva empresa estatal deberá reincorporar a todos los trabajadores despedidos durante la privatización e investigar a los funcionarios y directivos que dirigieron el Correo Argentino.
Desde la lucha consecuente contra la corrupción de gobiernos macristas y peronista kirchneristas, en Izquierda Socialista/FIT Unidad reclamamos condena y que devuelvan lo robado.
Escribe Juan Carlos Giordano
Diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad
23/08/22
Izquierda Socialista, como partido fundador del Frente de Izquierda Unidad, aclara a los medios de prensa y a la militancia unitaria que viene construyendo el FIT Unidad, que las posturas de las y los actuales diputados Myriam Bregman y Nicolás Del Caño de PTS, además de equivocadas, no son las del conjunto del Frente de Izquierda como algunos han dado a entender.
Izquierda Socialista discrepa absolutamente con lo sostenido por PTS al defender a la vice presidenta Cristina Fernández de Kirchner diciendo que “la llamada 'causa vialidad' es claramente un hecho de persecución política”; que Cristina es víctima de una “proscripción” y que hasta se le ha negado el derecho a la defensa en juicio. Postura que ha caído muy mal entre los seguidores del FIT Unidad, que vino manteniendo su independencia política de todos los gobiernos y combatiendo a todos los partidos patronales por igual.
PTS con su postura sale en defensa de la máxima representante del gobierno peronista kirchnerista usando incluso el mismo léxico que sus defensores. De ser así, como dice PTS, habría que estar pidiendo la libertad de Lázaro Báez, José López, De Vido o Jaime.
Myriam Bregman tuiteó: “Las acusaciones de corrupción en la obra pública deben ser juzgada x jurados populares”. ¿Esto quiere decir que hasta que no haya jurados populares los políticos corruptos deben quedar en la impunidad? Si mañana hay un fallo condenatorio contra la familia Macri ante sus enormes negociados que viene haciendo desde la dictadura para acá, ¿PTS también saldría en contra?
¿PTS opina que Cristina y el peronismo kirchnerista son responsables o no de los casos de corrupción cometidos en su gobierno? ¿No hubo negociados capitalistas con la obra pública y Lázaro Báez? Si hasta lo reconoció la propia vicepresidenta en su alegato de hoy, hablando del “grado de familiaridad” entre su funcionario José López y los políticos macristas. Cristina dijo textualmente dirigiéndose a los fiscales que la acusan: “¿No vieron que había una asociación ilícita entre José López y empresarios relacionados con el macrismo como Nicolás Caputo y Eduardo Gutiérrez?”
Cristina habla de asociación ilícita, pero no de ella, sino de sus funcionarios. ¿Pero acaso no fue su gobierno quien puso a esos funcionarios? ¿Cristina no conocía lo que hacían? ¿No sabía Cristina que Lázaro Báez pasó de empleado bancario a quedarse con la obra pública y a tener estancias y grandes extensiones de tierras? ¿Cómo lo logró?
Claro que repudiamos a esta justicia de clase que funciona de acuerdo al poder político de turno. Y estamos claro que para combatir a los actos de corrupción capitalista hay que imponer un gobierno de las y los trabajadores e imponer medidas de fondo. Pero salir en defensa de Cristina Kirchner cuando las evidencias de corrupción son vox populi entre los trabajadores de Santa Cruz, está probado el crecimiento patrimonial exponencial de la familia Kirchner y hasta hay pruebas que se ventilan en los tribunales, es de una equivocación enorme.
Hablar de “persecución y proscripción política” hacia la figura de Cristina es darle de comer a la campaña oficial que, mientras la enarbolan, siguen aplicando un mayor ajuste al servicio de los grandes capitalistas. Una política funcional a Cristina y al peronismo.
Cristina arengó diciendo: “Éste no es un proceso contra Cristina Kirchner, sino que es un juicio al peronismo, a los gobiernos nacionales y populares, a los que peleamos por una mejora del salario, de las jubilaciones y la obra pública”. Un fuerte contraste con el ajuste en curso, el crecimiento del hambre y la pobreza y el sometimiento al FMI aplicado precisamente por el gobierno peronista del Frente de Todos del cual Cristina Kirchner es parte.
Llamamos a los partidos del FIT Unidad a guardar coherencia, combatiendo los actos corruptos capitalistas de todos los gobiernos (peronistas y de Juntos por el Cambio) y luchando por una salida de fondo como lo plantea el programa que venimos sosteniendo con el FIT Unidad.
Escribe Juan Carlos Giordano, diputado electo Izquierda Socialista/FIT Unidad
Vuelve el debate en el Frente de Izquierda Unidad sobre el uso (el mal uso) de la consigna Asamblea Constituyente. PTS luego de proclamar su fórmula presidencial Bregman-Vilca a más de un año de las elecciones, ahora vuelve a poner la consigna de Asamblea Constituyente como centro en la respuesta que habría que dar ante la asunción de Massa y la grave crisis política, económica y social del país. Lo mismo hace el MST, titulando en la tapa de su periódico n° 811 “Que se vayan todos. Elecciones a Constituyente para que decida el pueblo”.
Ambos partidos parten de un error, diciendo que a Massa “no lo votó nadie”, que hay “un nuevo gobierno” o incluso que hubo un “golpe palaciego”, según PTS. ¿Hay que llamar a votar a elecciones de diputadas y diputados para una Asamblea Constituyente o postular con fuerza el paro general y luchar por un plan económico alternativo obrero y popular y un gobierno de las y los trabajadores? Ese es el debate.
¿Hay un “nuevo” gobierno?
La diputada Myriam Bregman (PTS) en su discurso en la sesión de la Cámara de Diputados en que se aprobó la renuncia de Sergio Massa para que asuma como ministro, dijo: “En esta situación se reúnen tres personas: Cristina Fernández de Kirchner, Alberto Fernández y Sergio Massa y deciden cambiar el Gobierno. No estamos viendo un simple cambio de ministerio o una reorganización, estamos viendo un desplazamiento del poder, un profundo cambio de Gobierno”.
¿Pero acaso el actual gobierno peronista del Frente de Todos no es el mismo que vino gobernando desde el 2019 en una coalición entre los tres sectores que responden a Alberto Fernández, Cristina y Massa? ¿Cuál sería el cambio? ¿Se habría pasado de un supuesto gobierno peronista “nacional y popular” a otro más ajustador? ¿De un gobierno democrático a otro antidemocrático? PTS lo debería aclarar.
Fernando Scolnik en una nota de Izquierda Diario ratifica lo dicho por Bregman: “Habemus nuevo Gobierno” (7/8/22). Y en otro largo escrito firmado por Matías Maiello, PTS habla de golpe palaciego. “La novedad es que hay una especie de golpe de mano palaciego con el objetivo de concentrar poder político para avanzar más rápidamente con el plan del FMI”. (Debates en la izquierda sobre la propuesta de una Asamblea Constituyente, Izquierda Diario, 7/8/22). Maiello reconoce que coincide en esta tesitura con periodistas de Clarín (Van Der Kooy) y de Página12.
PTS llama “golpe palaciego” (autogolpe entre el mismo gobierno) al manotazo de ahogado que significa el nombramiento de Massa para tratar de encarrilar la debacle política en la que está sumido el peronismo del Frente de Todos. Al decir que hay un “golpe” para aplicar un mayor ajuste, implicaría desconocer que al ajuste ya lo viene aplicando el gobierno desde que asumió, con Guzmán, Batakis y ahora Massa. Esto es literalmente lavarle la cara al gobierno.
No hay un nuevo gobierno. Se trata del mismo que cambió la movilidad jubilatoria para robarles a las y los jubilados y pactó con el FMI para pagar la deuda macrista.
Al hablar equivocadamente de cambio de gobierno y golpe palaciego PTS propone responder con una consigna democrática como centro, como lo es una Asamblea Constituyente, cuando las necesidades populares pasan por otro lado, en cómo combatir el hambre, la pobreza, la inflación y los bajos salarios y jubilaciones de miseria. Porque aunque PTS lo quiera negar, una Asamblea Constituyente no es nada más ni nada menos que una elección para elegir mediante el sufragio universal a diputadas y diputados constituyentes para reformar la actual Constitución Nacional. Incluso habría que preguntarse qué pasaría si se diera hoy lo que propone PTS. Lo más probable es que esa Constituyente resulte con una mayoría de diputadas y diputados de partidos patronales, del PRO, la UCR, del peronismo en sus distintas variantes, incluso de Milei, y con algunas bancas que por cierto conquistaría el FIT Unidad. Una Constituyente con un poder mayoritario de políticos patronales no redundaría precisamente en ningún beneficio para el pueblo trabajador.
¿Ir a votar o luchar por una salida obrera y socialista?
PTS escribe: “Algo es probable y casi seguro: en los próximos meses y ante la profundización de los planes de ajuste se multiplicará la protesta popular. Hay que estar atentos a posibles giros bruscos de la situación en los cuales frente a grandes ataques emerge la espontaneidad de la base obrera llevando incluso hasta la huelga general”, poniendo de ejemplo lo que pasó con el Rodrigazo (Nota citada de Scolnik). Pero PTS no actúa en consecuencia. Porque después de hablar de esta perspectiva, e incluso de todo (apoyar las luchas, la pelea por un gobierno obrero, el poder dual y la transición al socialismo, entre un largo etcétera), dice: “Proponemos a los más amplios sectores luchar en lo inmediato por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana”. ¿Cuál es el argumento? Dice PTS: “Somos conscientes de que hoy esta perspectiva de lucha por un Gobierno de los trabajadores […] no es compartida por la mayoría de la clase trabajadora y los sectores populares, que aún ven en la democracia representativa la forma de hacer pesar su voluntad sobre los destinos del país”.
Según PTS, como la clase obrera no comparte el planteo de luchar por su propio gobierno, hay que proponerle entonces una salida democrática burguesa dentro del régimen, “luchar en lo inmediato por una Asamblea Constituyente”. Si fuera por eso deberíamos dejar de plantear el “no pago de la deuda”, porque la mayoría no ve esa consigna, o la nacionalización de la banca y el comercio exterior. Sin embargo, lo seguimos postulando porque hace a una salida de fondo en favor de la clase trabajadora y demás sectores populares.
Este método para elaborar las consignas de PTS es una capitulación oportunista a las ilusiones (aunque cada vez menos) que tienen en esta democracia burguesa millones en el mundo al no ver una alternativa obrera y socialista para pelear por lo opuesto. Nuestra dirigenta de Izquierda Socialista, Mercedes Petit, ya contestó a esto en una polémica anterior cuando el PTR de Chile (grupo hermano del PTS en ese país) daba el mismo argumento para justificar la consigna de Constituyente como “estratégica” en el país hermano (ver en El Socialista n° 443).
Petit señaló que León Trotsky decía que un partido revolucionario en “primer término” debe “dar una imagen clara y honesta de la situación objetiva, de las tareas históricas que de ella se desprenden, independientemente de si los obreros están hoy maduros para ello o no. Nuestras tareas no dependen de la conciencia de los trabajadores. La tarea consiste en desarrollar su conciencia.” (“El atraso político de los obreros norteamericanos”, 19/5/1938, editado en El Programa de Transición, Ediciones Crux).
PTS, para zafar, le quiere dar un carácter distinto a la consigna hablando de “una Asamblea Constituyente desde el punto de vista de la acción revolucionaria”. Dice: “el planteo de Asamblea Constituyente puede cumplir una enorme función tanto pedagógica como para incidir en la relación de fuerzas, para organizar a amplias franjas de la clase trabajadora y sectores populares alrededor de una salida de conjunto antiimperialista, anticapitalista y verdaderamente democrática”. Pero una Asamblea Constituyente nunca puede ser “antiimperialista ni anticapitalista”. Representaría en todo caso un mecanismo más democrático dentro de esta democracia patronal, en caso de que fuera libre y soberana y apoyada por una gran movilización popular. Las tareas antiimperialistas y anticapitalistas se lograrán con un gobierno obrero y de izquierda que expropie a la burguesía y construya el socialismo en Argentina y en el mundo.
Para Izquierda Socialista la consigna de Asamblea Constituyente Libre y Soberana debe ser parte de un juego de consignas a postular, pero nunca la más importante en momentos de crisis como ésta. Y se debe hacer sin confundir a las masas ni desviar la lucha por sus reclamos para ir a votar, señalando permanentemente que es una consigna democrática, no de poder.
Para PTS y MST hay que luchar por una Asamblea Constituyente como consigna central, poniendo en un segundo plano la tarea para unir fuerzas entre todo el FIT Unidad convocando a los trabajadores a enfrentar el mayor ajuste de Massa, Cristina y Alberto Fernández, exigiendo el paro general a la CGT como lo hará el sindicalismo combativo marchando el próximo 17 de agosto y centralmente por fortalecer al Frente de Izquierda Unidad como alternativa política obrera y socialista. Hoy lo central en Argentina pasa por desarrollar estas políticas, mostrando a millones de trabajadoras, trabajadores, luchadores y demás sectores populares que la salida ante la actual debacle pasa por imponer un gobierno de las y los trabajadores y de la izquierda, levantando el programa que sostiene el FIT Unidad.