Escribe Mercedes de Mendieta, Legisladora electa de Izquierda Socialista/FIT y candidata a legisladora porteña
Bajo el grito de #YoSiTeCreo y “No Me Ciudan, Me Violan” la movilización feminista sacudió el país contra la violencia sexual y la falta de respuesta política del gobierno de López Obrador. La noticia de la violación de una joven de 17 años por un grupo de 4 policías fue el detonante de una nueva oleada de movilizaciones que pusieran al descubierto la crítica situación que viven las mexicanas, que salen a la calle sin saber si volverán.
Es que hablamos en un país dónde los índices de violencia de género son los más altos de la región y dónde ocurren 4 violaciones por hora y tres femicidios por día. Tan solo en la ciudad de México se registraron 3.233 delitos sexuales de enero a julio, según cifras oficiales. Pero el 93% de los delitos quedan sin resolverse.
El hartazgo del movimiento feminista, volvió a las calles para exigir el fin de la impunidad y de las violaciones y la violencia patriarcal. La llegada del progresista López Obrador al gobierno mexicano y de Claudia Sheinbaum, la primera mujer jefa de gobierno de la Ciudad de México, había generado expectativas en que darían respuesta ante la situación que viven diariamente las mujeres. Pero ante la primera movilización ocurrida el 12 de agosto, la jefa de gobierno dijo que “no caería en provocaciones” y deja abierta posibles investigaciones sobre las participantes de las acciones. La respuesta del movimiento feminista fue reforzar la movilización bajo el lema #ExigirJusticiaNoesProvocación, y se realizaron acciones en 14 estados.
Las compañeras de nuestro partido hermano del MAS de México, participan activamente de este movimiento para desarrollar la organización independiente de las mujeres contra la impunidad y exigiendo al gobierno del López Obrador respuestas políticas contra la violencia patriarcal. Un nuevo grito de lucha se levanta en México, con miles de mujeres en todo el país luchando contra la violencia patriarcal que escribe un nuevo capítulo en este proceso mundial de luchas feministas.
Escribe Malena Lenta, Candidata a legisladora porteña
En 2016, la joven salvadoreña de 21 años había sido condenada por un tribunal de justicia a la pena de 30 años de prisión por la acusación de homicidio por omisión agravado por el vínculo debido a que, tras ser violada por un pandillero, la joven dio a luz a un bebé muerto. Pero finalmente, en agosto de este año, producto de la solidaridad internacional del movimiento feminista con el caso, la Corte Suprema de Justicia anuló la sentencia y solicitó un nuevo juicio.
Cabe señalar que este caso que cobró visibilidad internacional hace unos años, no es para nada excepcional. El Salvador junto con Nicaragua son de los países que tienen leyes antiaborto de las más estrictas del mundo porque plantean que el aborto es ilegal en cualquiera de las circunstancias y las culpables enfrentan entre dos y ocho años de cárcel. Asimismo, las mujeres que sufren complicaciones del embarazo que dan lugar a abortos espontáneos son habitualmente sospechosas de haberse practicado un aborto y, en mucho de los casos, se las acusa de homicidio agravado por el vínculo lo que eleva la pena a 30 años o más. Mientras tanto en los casos de violaciones, los responsables no son siquiera investigados.
Esta situación da cuenta de que la justicia misógina, clerical y patriarcal, empeñada en controlar los cuerpos y las vidas de las mujeres, pretende reinar en toda Latinoamérica. Pero la nueva oleada del movimiento feminista llegó, incluso a estos países para denunciar la injusticia y la impunidad de las iglesias y la justicia patriarcal que trabajan juntas contra las mujeres. Para que no haya ninguna mujer muerta ni presa a causa de un aborto, para que se combata la violencia sexual y de género, es necesario que sigamos organizándonos y dándole fuerza a la marea verde en todo el mundo.
Este año, el Encuentro será a solo quince días de las elecciones presidenciales. El desafío que tenemos las mujeres, lesbianas, travestis, trans y no binaries que participaremos del mismo, es el de organizarnos para marcarle la agenda al próximo gobierno.
Escribe Mercedes Trimarchi, diputada provincial Izquierda Socialista/FIT y candidata a vicegobernadora por Buenos Aires
Desde hace 34 años en Argentina las feministas de todo el país nos reunimos y debatimos en los Encuentros de Mujeres. Desde aquel primero, en 1986 que nucleó a mil participantes en el Teatro San Martín, los Encuentros se hicieron cada vez más numerosos y fuimos en la organización por nuestras demandas. Sin dudas, luego del 2015 bajo el grito de #NiUnaMenos la pelea contra las violencias machistas marcó un hito. El año pasado, más de 60.000 llegamos a la ciudad de Trelew con la #MareaVerde por el aborto legal, seguro y gratuito. Y este año, será el más masivo de la historia, ciento de miles participaremos y con esa fortaleza, debemos impulsar un gran plan de lucha por nuestros derechos contra todas las instituciones que nos oprimen.
A nadie se le escapa que con el resultado de las PASO y de la diferencia de 17 puntos a favor del “Frente de Todos”, será Alberto Fernández quien asuma en diciembre como el próximo presidente. Este cambio político, nos trae algunos alertas que tendremos que ir discutiendo con quienes participen del evento. Desde Isadora, venimos dando una dura pelea política dentro de la Comisión Organizadora del Encuentro, junto a otras organizaciones independientes y de la izquierda contra el PCR- CCC y el peronismo kirchnerista para que el Encuentro se pronuncie a favor del aborto legal, seguro y gratuito, y también, por la separación de la Iglesia del Estado. Dos de las banderas fundamentales del movimiento feminista, que el “Frente de Todos” se niega a levantar.
Tanto el PCR-CCC como Patria Grande y el kirchnerismo, que hoy hegemonizan la Comisión Organizadora del Encuentro, fiel al discurso de Cristina, priorizan la reconciliación con los antiderechos de los pañuelos celestes que están a favor del aborto clandestino. Claro, también detrás del armado electoral del “Frente de Todos” estuvo el papa Francisco y su discípulo Grabois, operando para que se incluya a Manzur. Sí, el gobernador de Tucumán que en su provincia tortura a niñas que fueron violadas, obligándolas a parir. Sí el gobernador estrella que fue varias veces reivindicado por Alberto Fernández, luego del triunfo de las PASO. Lo opuesto a lo que planteamos desde FIT- Unidad que está 100% a favor del aborto legal y por la inmediata separación de la iglesia del estado.
A marcarle la agenda a Macri y a los Fernández
Cuando las mujeres salimos a las calles hacemos temblar la tierra, así lo demostramos en los tres últimos paros internacionales. Desde Argentina, protagonizamos la ola feminista con el #NiUnaMenos en 2015, la #MareaVerde y el #MiráComoNosPonemos en 2018. Y vamos a seguir movilizadas contra todos los gobiernos porque son los responsables de la situación de las mujeres: un femicidio por día, un secuestro diario para las redes de trata y las muertas por abortos clandestinos. Por eso, solo debemos confiar en nuestra propia fuerza y en nuestra propia organización, independiente de todos los gobiernos y de todas las iglesias. Vamos a ciudad de La Plata por nuestros derechos. Vení con Isadora a dar esta pelea para fortalecer al FIT-Unidad.
Escribe Mercedes de Mendieta, Legisladora electa de Izquierda Socialista/FIT y candidata a legisladora porteña
Se cumplió un año desde el #8A, día histórico donde millones rodeamos el Congreso nacional bajo el frio y la lluvia, mientras los senadores cómodos en sus sillones votaban contra el derecho de las mujeres a decidir sobre nuestros cuerpos.
El mismo día que se cumplía un año desde que los senadores del PRO, la UCR y el PJ votaron por el aborto clandestino y continuar sus alianzas con las reaccionarias iglesias, salió a la luz la muerte de Patricia Solorza, una mujer de 40 años que llevaba más de cuatro presa por haber sufrido un aborto. Bajo la figura legal de “homicidio agravado por el vínculo” Patricia fue condenada a ocho años de prisión convirtiéndose en una víctima más de la criminalización a la que estamos expuestas las mujeres y personas gestantes. Fue víctima de un sistema judicial patriarcal que la condenó a prisión aprovechando de su situación de vulnerabilidad. Patricia murió esposada a un camilla de un hospital mientras cumplía su pena, tras varios días de agonía. Patricia fue víctima de las violencia institucional a la que son sometidas miles de mujeres.
La clandestinidad del aborto no sólo nos criminaliza y nos mata, sino que siguen los casos en las provincias dónde no se aplica el protocolo de los abortos no punibles. Días atrás una joven de 17 años en Paso de los Libres en Corrientes, la justicia le negó su derecho a la ILE (interrupción legal del embarazo) luego de que su padrastro la violó y volvió a dejar embarazada, ya que esta joven había sido madre a los 13 años. Es que en las provincias los gobernadores celestes, mantienen su ofensiva contra los derechos de las mujeres. Asimismo, los pañuelos celestes se juntaron en el Congreso de la Nación para llevar adelante el primer “día de acción por las dos vidas” para reivindicar la nefasta votación el Senado, cita que, sin embargo, no contó con una fuerte convocatoria. Por eso, denunciamos cualquier alianza con los pañuelos celestes y con los gobernadores, como Manzur de Tucumán, que sólo buscan disciplinar a las mujeres y la autonomía de nuestros cuerpos.
A un año del 8A no bajamos los pañuelos y seguiremos en las calles luchando por el aborto legal, seguro y gratuito. Desde el Frente de Izquierda Unidad planteamos que el desafío esta en volver a impulsar la #MareaVerde para volver a hacer temblar la tierra y conquistar el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos.
Escribe Mercedes Trimarchi, diputada provincial Izquierda Socialista/FIT y candidata a vicegobernadora por Buenos Aires
Otra vez, un editorial de La Nación fomenta que las niñas se conviertan en madres. Con el título “Bienvenida la adopción prenatal” el diario festeja la decisión de la jueza correntina Marta Legarreta quien le negó a una niña violada de 17 años por su padrastro la posibilidad de abortar que había solicitado. Lo confuso del titular hizo que muchas personas se preguntaran si es posible la adopción pre natal en nuestro país. Claramente no. La adopción prenatal no existe en Argentina porque tal como lo dice el Código Civil la persona por nacer no es titular de derechos y la adopción únicamente se otorga respecto de personas nacidas vivas.
Lo que hizo la jueza fue entregar a la niña a la guarda de una pareja que estaba en el listado de adopción para que inmediatamente naciera el bebé se lo llevaran y que la niña no tenga contacto con el mismo. Esto lo hizo según lo que ella interpretó que era la voluntad de la niña. Pero nada más alejado de la realidad; la niña (quien ya tiene una hija producto de la violación sistemática de su padrastro) fue a solicitar un aborto que le negaron, a pesar de que existe una ley desde el año 1921, en los casos en los que el embarazo es producto de una violación. Es repudiable el accionar de Legarreta y también el rol de los profesionales que persuadieron a la niña vulnerándole todos sus derechos.
Recordemos que Corrientes es una de las provincias que fue declarada “ProVida” en 2011 bajo el gobierno del radical Colombi, como lo fue Tucumán con el peronista Manzur. Es también una de las provincias que no adhiere al protocolo ILE, es decir que si una mujer quiere acceder al aborto legal, tiene que sí o si pasar por la justicia. También es una provincia con los peores índices de embarazo adolescente: por día nacen diez bebés de niñas entre 13 y 19 años. Y cada tres días una niña de entre 10 y 14 años se convierte en madre. Esta cruel realidad a la que nos someten los gobiernos en alianzas con las iglesias, es inadmisible. Necesitamos imperiosamente que se legalice el aborto, que se aplique la educación sexual integral en todos los niveles educativos y que se haga efectiva la separación de la iglesia del estado.