Nov 05, 2024 Last Updated 3:39 PM, Nov 4, 2024

Desde la Coordinadora @bastadefalsassoluciones nos sumamos a la convocatoria global a una nueva Huelga Mundial por el Clima el próximo 3 de marzo.

Hemos visto con olas de calor, sequías, incendios, bajantes de los ríos, cómo se combinan el calentamiento que ya lleva acumulado el planeta con las políticas de saqueo y depredación ambiental que impulsan los gobiernos nacional, provincial y municipales, y saldremos a las calles porque necesitamos ponerles un freno.

Vamos por un #marlibredepetroleras; por una #leydehumedales que efectivamente los proteja; por el fin de los #agrotóxicos y por #FueraAracre y Syngenta del gobierno; #bastademegaminería, #fracking, y del conjunto de las políticas extractivistas que se impulsan sin grieta entre los partidos gobernantes para cumplir con el FMI y los intereses empresariales.

#peoplenotprofit - #lospueblosnolasganancias, viene siendo una de las consignas globales, porque está claro que no se trata de cuestiones aisladas, sino de un sistema social de conjunto, capitalista, que en pos de la ganancia está sacrificando el planeta entero.

Queremos visibilizar la violencia y persecución a las que son sometidos quienes ponen el cuerpo a la defensa del ambiente, como lo vimos recientemente en Exaltación de la Cruz, Casilda, en la criminalización a la lucha contra la megaminería desde Chubut hasta Andalgalá y de la pelea contra la destrucción de las sierras en Córdoba; las agresiones parapoliciales de la banda de Joe Lewis en Lago Escondido; y particularmente la violencia contra los pueblos originarios que defienden sus territorios del desmonte, la minería, los negociados inmobiliarios y la apropiación ilegal por parte de millonarios o empresarios extranjeros.

Pelea de la que hoy son una clara muestra la resistencia de Lof Cuyanao al avance del alambrado de capitales qataríes, y la continuidad de la detención de las presas políticas mapuche del Lof Lanken Winkul Mapu.

AMBA: 3/3 - Obelisco - 17:30

#bastadefalsassoluciones
#huelgamundialporelclima #globalwarming #globalclimatestrike #ambiente #bastadeextractivismo

En el día de ayer, miércoles 22 de febrero, se produjo el derrame de un agroquímico en el Acceso Oeste a la altura del peaje de Ituzaingó, generando cuadros de intoxicación y fuertes síntomas respiratorios en los vecinos y vecinas del lugar, así como también a los automovilistas y transeúntes, siendo tal el grado de intensidad que podía sentirse a más de 30 cuadras a la redonda. En varios casos fue necesaria la hospitalización y hay más de 20 internaciones en hospitales zonales, entre ellos el Hospital Posadas. Entre las personas internadas hay niñas y niños de 1 a 3 años.

Por la noche, el derrame terminó incendiándose generando una nube tóxica sobre el área, y varios de los bomberos abocados a combatir las llamas debieron también ser internados.

La zona tuvo que ser evacuada por la alta peligrosidad de este agroquímico denominado “Cletodim” de grado 3 por su nivel de toxicidad. En este momento continúan los efectos del derrame.

Estos hechos se dan por la desidia de la empresa SIGMA en General Rodríguez que recibiría este agrotóxico en connivencia con la empresa trasportista. El camión no había dado ninguna advertencia acerca de lo que transportaba, algo que es una práctica habitual de las empresas químicas, demostrando que su prioridad son las ganancias por sobre la salud de las personas y el ambiente. Pero estas empresas no podrían actuar sin la complicidad del gobierno bonaerense de Kicillof y el nacional de Alberto Fernández que, recordemos, viene de incorporar como jefe de asesores a un lobbysta de los agrotóxicos como Antonio Aracre de Syngenta.

Desde Ambiente en Lucha decimos:

¡Castigo a SIGMA y los responsables políticos y materiales de que circulen sustancias peligrosas sin notificación y sin los resguardos necesarios!
¡Basta de Agrotóxicos! La salud de nuestros barrios debe estar por delante de las ganancias empresariales!

 

Escribe Nicolás Núñez, referente de Ambiente en Lucha (Izquierda Socialista e independientes)

En diciembre habíamos escrito en El Socialista sobre la ola de calor en curso, señalando que se trataba de “un adelanto de lo que se viene”. Luego, el primer mes del 2023 consolidó a noviembre-diciembre-enero como el trimestre más caluroso de la historia del país, y febrero nos dio temperaturas inéditas y la noche más calurosa en sesenta años. En la última semana, Argentina fue el país más caluroso del planeta. Una copa mundial que no queríamos volver a ganar, y en la que sobrevino inevitablemente el fuego. En vez de “a ilusionar” como decía la canción mundialista, ahora nos volvimos a incendiar.

En efecto, en más de una decena de provincias se desataron incendios con algunas consecuencias devastadoras como las más de 1.400 hectáreas arrasadas en torno al Parque Nacional Los Alerces de Chubut. También nuevamente Corrientes vio crecer al fuego que en 2022 había afectado el 15% del territorio provincial, y en particular dañado al Parque Nacional Iberá. Los incendios en el Delta del Paraná volvieron a ser noticia porque el humo llegó nuevamente a la Ciudad de Buenos Aires.

Es real que el contexto de sequía y calentamiento global son el carbón y las ramitas sobre las que el fuego se reposa. Pero la chispa, como señala el Servicio Nacional del Manejo del Fuego, en un 95% tiene origen humano, accidental o no. Cosa que se combina con las decisiones políticas: bloquear la Ley de Humedales; desmontes masivos; desertificar regiones plantando especies exóticas (como los pinos en la Patagonia o humedales); desfinanciar los sistemas de combate del fuego y negar herramientas y derechos laborales a los brigadistas; dejar impunes los incendios provocados por empresarios; entre otras en las que no hay grieta alguna entre gobiernos peronistas del Frente de Todos o de la oposición patronal de Juntos por el Cambio.

Las olas de calor y los incendios ponen sobre el tapete la necesidad de medidas de combate y adaptación al cambio climático, así como también de un freno a las lógicas depredatorias del extractivismo capitalista. Para que el fuego no sea el paisaje habitual, es necesario organizarse y salir a dar esta pelea. Cosa que te invitamos a hacer junto a Ambiente en Lucha e Izquierda Socialista en todo el país, en lo inmediato, por recursos para combatir el fuego, pero también por una Ley de Humedales que efectivamente los proteja, y por un freno al agronegocio, la especulación inmobiliaria y las mineras que utilizan el fuego sobre los territorios para imponer sus intereses.

El día de ayer los grupos armados por el británico Joe Lewis para proteger sus tierras apropiadas volvieron a atacar a quienes se movilizan reclamando la apertura del Lago Escondido. Nuestra legisladora electa, Mercedes Trimarchi, expresó así el repudio desde nuestra organización a este nuevo hecho:

"Desde Izquierda Socialista repudiamos una nueva agresión de la Patota de Lewis en Lago Escondido, territorio apropiado ilegalmente y en el que el inglés lleva adelante sus reuniones secretas con sectores de la justicia y los partidos patronales."

Se trata de un hecho que hay que vincular con la represión y criminalización permanente de los colectivos, asambleas y comunidades originarias que defienden el territorio patagónico de la apropiación por parte de empresarios europeos, yankis, chinos, qataríes y nacionales que se profundizó en los últimos tiempos, habilitados tanto por los gobiernos peronistas como por los de Juntos por el Cambio. Recordemos, que en la misma región se dio en octubre del año pasado la represión del comando unificado impulsado por el ministro de seguridad, Aníbal Fernández, que mantiene aún detenidas a las presas políticas mapuche.

¡Basta de represión!
¡Fuera Lewis, Benetton, y el conjunto de los empresarios que se están quedando con el sur argentino!

Escribe Nicolás Nuñez, referente de Ambiente en Lucha / Izquierda Socialista e independientes

Si bien la sequía puede ser un fenómeno habitual provocado por causas naturales, su prolongación y reiteración también puede ser resultado del accionar del sistema capitalista. ¿Calentamiento global? Sí, pero no solo se trata de eso.

La noticia se coló en la agenda política porque los grandes empresarios del campo, recientemente beneficiados por el “dólar soja” para sus exportaciones, ahora salieron a golpear la puerta del despacho de Sergio Massa para pedir “ayuda” ante la sequía. El 55% del país se vio afectado en los últimos meses por el fenómeno, que potenció las olas de calor letales para la producción de fines del 2022, reduciendo un 35% los cultivos de trigo, entre otras consecuencias dramáticas para la economía local.

En su discurso, los empresarios agropecuarios hablan de la necesidad de soporte estatal para hacer frente al fenómeno “natural” de “La Niña”, un evento meteorológico estacional que, si bien tiene el efecto global de atemperar la temperatura de los océanos y con ello del planeta, en nuestra región potencia la aridez en la zona centro del país. Efectivamente, “La Niña” existe, y no es habitual que se estire tres años; pero, en primer lugar, hay que decir que la ciencia está avanzando en determinar cómo el proceso de balances entre “El Niño” y “La Niña” está siendo afectado por el calentamiento global impulsado por las lógicas de anarquía y competencia del capitalismo imperialista, de las cuales las patronales del agronegocio son abanderadas en nuestro país.

En segundo lugar, señalar que los efectos de “La Niña” y de las olas de calor, que son cada vez más frecuentes fruto del calentamiento global, no actúan en el vacío sino sobre políticas y procesos de explotación y apropiación de la naturaleza que potencian sus aspectos más dañinos. Algunos de ellos son continentales, como el avance de la destrucción de la Amazonia que desde el Inta (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) vinculan a la extensión de la estación seca en nuestro país. Y otros locales, de los cuales son protagonistas los intereses empresariales de los grandes propietarios del campo: el avance del desmonte; el incendio y destrucción sistemáticos de humedales y el posterior cambio en el uso del suelo; la permanente extensión del monocultivo para la generación de divisas; el uso depredatorio y sin resguardos ambientales del Río Paraná (la “Hidrovía”); entre otras prácticas habituales amparadas y promovidas sea por los gobiernos peronistas o de la oposición patronal de Juntos por el Cambio a pesar de que están prohibidas por leyes vigentes.

“Récord de temperatura”, “récord de duración de sequía”, “récord de bajante del Río Paraná”, el calentamiento global nos depara estos títulos periódicamente. Que Argentina no sea de los principales emisores de gases de efecto invernadero no implica que no sea necesario discutir qué hacer ante esta realidad. Desde Ambiente en Lucha e Izquierda Socialista entendemos que lo primero es terminar con el régimen de saqueo y destrucción ambiental que promueven los gobiernos patronales, el FMI y las multinacionales. Hay que terminar con los históricos privilegios del agronegocio, para redistribuir las tierras productivas en función de los intereses de las mayorías populares; recuperar el control del comercio exterior y del Río Paraná que hoy está en manos de un puñado de multinacionales; imponer una ley de humedales que verdaderamente los proteja, así como también meter presos a los empresarios que incendian sistemáticamente; impulsar prácticas agroecológicas y prohibir el uso de los agrotóxicos, entre ellos los que promueve el nuevo Jefe de Asesores del presidente, Antonio Aracre. Son todas medidas que permitirían combinar la lucha contra el calentamiento global con la pelea por terminar de una vez con tener sumidas en el hambre y la pobreza a decenas de millones de personas en un país que genera alimentos para centenas de millones.

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