Redacción de Izquierda Socialista y de El Socialista
Varias provincias salieron a decir que “no tienen plata” ni siquiera para pagar el miserable bono de fin de año. Mientras tanto, eximen de impuestos a los grandes empresarios y se siguen endeudando.
Escribe José Castillo
A través de Michetti y Monzó, el gobierno de Macri otorgó a los legisladores nacionales un suculento aumento. En total, los senadores y diputados percibirán $141.000 mensuales (son 80.000 pesos más en su bolsillo y otros extras). Compare usted, amigo lector, con los $1.000 pesos por única vez que “ofrecen” a los jubilados que cobran la mínima o los $2.000 del “bono” que encima los gobiernos y los empresarios se niegan a pagar.
Otro tarifazo, ahora en los subterráneos porteños. El boleto pasó de $450 a $7,50. En 2017 se irá a $10. El gobierno argumenta que lo equiparó al valor de países del primer mundo. ¿Por qué no equipara de la misma manera los salarios o jubilaciones?
“No puedo pagar el bono”, dijo la gobernadora de la provincia de Buenos Aires María Eugenia Vidal, victimizándose. Tampoco se le ocurrió reabrir las paritarias de docentes y estatales para compensar el robo salarial, y si da algo en concepto de “bono”, aunque sea una miseria, será a cuenta de la paritaria 2017.
La imagen de mujer joven y simpática, o como la pintan los medios afines “valiente y enfrentada a las mafias del conurbano”, choca con la cruda realidad: a quien enfrenta Vidal es a millones de trabajadores, aplicando salarios de pobreza.
Escribe Miguel Lamas
En las últimas semanas se produjo una profunda crisis del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), con la destitución de su máximo dirigente Pedro Sánchez, una fuerte caída en las encuestas y 20.000 afiliados que se quieren borrar. El PSOE, con una histórica base obrera, gobernó muchos años en la transición posfranquista y fue uno de los pilares del régimen monárquico.