Luego de la enorme marcha realizada la semana pasada, los trabajadores despedidos de PepsiCo instalaron una carpa frente al Congreso Nacional. La lucha de los compañeros tomó dimensión nacional luego de la brutal represión descargada contra quienes pedían por sus fuentes de trabajo. El repudio fue generalizado, incluyendo algunos editorialistas del oficialismo que atribuyeron a la represión ordenada por Macri como “un acto rayano con el barbarismo”.

Escribe Edgardo Reynoso, Cuerpo de delegados del Sarmiento • Candidato a senador provincia de Buenos Aires

El gobierno insiste en que hay que “bajar el costo laboral”, lo que quiere decir en concreto bajar los salarios y aumentar la explotación de los trabajadores. Ante la traición de la burocracia, fortalezcamos al sindicalismo combativo.

El pasado jueves 13 de julio los profesionales de la salud realizaron un paro de 24 horas y armaron una carpa sanitaria en el Obelisco. El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires había desplegado a la policía para impedirlo, pero la tenaz resistencia de todos los profesionales la hizo desistir de su objetivo. Con diferentes actividades, asamblea de residentes y becarios y un acto multitudinario, se llevó adelante esta jornada de lucha en el centro porteño. Delegaciones de distintos hospitales y centros de salud concurrieron a la cita.

Escribe Guillermo Sánchez Porta Coordinador nacional de Docentes en Marcha

El 7 de septiembre será la elección del sindicato nacional docente, conducido por Sonia Alesso, de Amsafe, y Baradel, de Suteba, de la lista Celeste. Desde hace décadas vienen destruyendo la razón de su fundación en Huerta Grande en 1973, esto es, la coordinación nacional de la lucha docente, la solidaridad y la defensa del salario, los derechos laborales y la escuela pública, contra los ataques gubernamentales y el avance de la privatización. Liquidaron su democracia sindical ejemplar, con congresos con mandatos para decidir. Fueron cómplices de los gobiernos, apoyando y avalando las leyes y decretos de ajustes y la provincialización del sistema educativo. Dejaron aisladas las luchas docentes de cada provincia, como hacen ahora con Santa Cruz, con más de cuatro meses de paro y Ctera sin hacer nada.

Escribe José Castillo

Al mismo tiempo que se estaba produciendo la feroz represión en la planta de Florida, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich salió diciendo: “Lo único que hacen los grupos de izquierda es cerrar fábricas” (Cronista, 14 de julio). Al rato, también se expresó en la misma dirección el ministro de Trabajo Jorge Triaca: “Por culpa de la izquierda terminan cerrando muchas fábricas” (Ámbito Financiero, 14 de julio). El burócrata Rodolfo Daer ya venía expresándose en términos parecidos, cuando sostuvo unos días antes que el conflicto era por culpa del “sectarismo de la comisión interna”.