Macri avaló los despidos en PepsiCo y puso las fuerzas represivas a disposición del brutal desalojo. Él mismo dio la orden de reprimir. Cristina y sus diputados brillaron por su ausencia, lo mismo pasó con Massa y Randazzo. El Frente de Izquierda estuvo en primera fila apoyando a los trabajadores y proponiendo medidas de fondo para evitar el cierre de la planta y por la reincorporación.
EscribeJuan Carlos Giordano Diputado nacional y candidato por la provincia de Buenos Aires, Izquierda Socialista en el FIT
La vergonzosa reacción de los dirigentes de la CGT frente a la represión del gobierno de Macri y Vidal contra los trabajadores de PepsiCo lo muestra con total claridad: hay un pacto de la burocracia con el gobierno para evitar todo tipo de lucha que pueda entorpecer o poner trabas al ajuste. Se necesita otra dirección sindical, combativa y democrática.
Escribe Edgardo Reynoso, Cuerpo de delegados del Sarmiento y candidato a senador por la provincia de Buenos Aires.
El Diputado Nacional de Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda y actual candidato a diputado nacional por provincia de Buenos Aires, Juan Carlos Giordano, estuvo presente en la inmensa marcha unitaria en apoyo a los trabajadores de Pepsico que partió del Obelisco. Lo hizo junto a la candidata a diputada por la Ciudad, Laura Marrone, y la actual diputada por provincia de Buenos Aires, Mónica Schlotthauer, ambas de Izquierda Socialista.
“Si no reincorporan a los trabajadores hay que estatizar la empresa para que vuelva a funcionar bajo control y gestión de sus trabajadores”, señaló Giordano.
Escribe Martín Fú
La Justicia amenaza con desalojar la fábrica, a pedido de la multinacional que sigue facturando y hasta importa sus productos desde Chile. Los trabajadores denuncian lockout patronal y mantienen la permanencia en la planta.
Escribe Adriana Astolfo, secretaria general de Adosac Pico Truncado, candidata a diputada nacional por Santa Cruz.
Hace cuatro meses que docentes, estatales y jubilados están en conflicto. El gobierno de Alicia ofrece un 3% de aumento salarial, congelado desde 2016. Jubilados y estatales cobran a cuenta gotas, con atrasos. Las petroleras despiden y todo impacta en la economía cotidiana. Se atrasan los pagos de servicios, los bancos cierran cuentas. Los hospitales sin insumos, faltan médicos, las obras sociales no cubren prestaciones y las clases no comenzaron. Además de acampes, marchas y cortes, se están tomando edificios públicos. Tal es el caos de la provincia gobernada por casi 30 años de kirchnerismo, que se reivindica “nacional y popular”, que el macrismo y Cambiemos hacen campaña diciendo que Santa Cruz es “la Venezuela Argentina”.