Escribe Gabriel Massa

La mayoría de los activistas kirchneristas tienen como referencia a Hugo Yasky y Roberto Baradel, los dirigentes de la CTA y la Ctera, y a Sergio Palazzo, el líder de la Asociación Bancaria. Sostienen que son distintos de la burocracia tradicional de la CGT. Muchas veces hemos debatido en torno de la política y el rol de estos dirigentes y las organizaciones que encabezan -en gremios como el docente, estatales y otros-, criticando la ausencia de democracia en su funcionamiento y que no dan continuidad a la pelea contra el ajuste y dejan aisladas las luchas de los trabajadores, con el argumento de que las soluciones vendrán si votamos por los candidatos del kirchnerismo en las elecciones de 2019.

Pero ahora aparece en escena otro actor con el que se alía el kirchnerismo. Se trata del Frente Sindical para el Modelo Nacional, encabezado por dirigentes como el líder del Smata, Ricardo Pignanelli, y Hugo Moyano, junto al ya citado Palazzo. Este frente busca presentarse como una alternativa de lucha contra el ajuste de Macri. Para ello en su acto de lanzamiento exigió a la conducción de la CGT la convocatoria a un congreso confederal para votar un plan de lucha. Sin embargo, estos mismos dirigentes como próxima medida de acción han convocado a … una marcha a la Basílica de Luján para el 20 de octubre.

La distancia entre los discursos combativos de estos dirigentes y lo que hacen en la práctica no puede ser una sorpresa si se piensa de quién se trata: Pignanelli, el dirigente del Smata que estuvo junto al gobierno de Cambiemos hasta hace pocas semanas, que no movió un dedo en defensa de su gremio frente a los despidos y suspensiones masivas en las fábricas automotrices y que persigue con sus matones a todo activista o delegado honesto que se resiste a los ataques patronales; Moyano, el principal dirigente sindical que apoyó a Macri para que llegara a la presidencia, aunque ahora estén enfrentados.

Invitamos a los compañeros kirchneristas a reflexionar juntos. ¿El hecho de que estos dirigentes den su apoyo a Cristina y que lancen un movimiento sindical con discursos en favor de un plan de lucha significa que han cambiado su naturaleza? O por el contrario, como creemos nosotros, se trata de que, sin abandonar su política de freno a las luchas, buscan reubicarse junto al kirchnerismo con vistas a las próximas elecciones de 2019.
En definitiva, frente a todos los dirigentes que como salida nos proponen votar en 2019, los que de verdad quieren derrotar el ajuste tienen una alternativa: unirse a la izquierda y al sindicalismo combativo, con dirigentes honestos y democráticos como el Pollo Sobrero y el resto del cuerpo de delegados del Sarmiento y la Bordó, los que encabezan las seccionales docentes antiburocráticas, los dirigentes del neumático y tantos más que impulsan consecuentemente la pelea. Y con ellos construir la nueva conducción política y sindical que necesitamos para imponer una salida a la crisis a favor de los trabajadores y el pueblo.

En un hecho sin precedentes en Adosac y casi inaceptable hasta por la propia burocracia Celeste en Ctera y demás sindicatos docentes, la junta electoral de Adosac se negó a oficializar la lista Naranja-Docentes en Marcha para las elecciones a congresales provinciales, por reconocer tres avales menos que los requeridos. Esta junta está integrada por tres docentes de la lista Lila de Cormack, dos de ellas ex dirigentes del PO.  
El proceso fue poco transparente desde la convocatoria, al punto de que varias listas solicitaron una prórroga para presentarse, ya que no habían notificado a algunas agrupaciones y se vencían los plazos: dijeron que lo habían publicado en el diario, mientras la provincia está en huelga, asambleas y actos cotidianos… Dieron cuatro días de plazo (en pleno paro), contando sábado y domingo. ¡Tremendo! Pese a eso la Naranja consiguió en dos días los 25 candidatos (oficializados) y 105 avales de 71 necesarios. ¡Sin dar explicaciones la junta impugnó 36 y rechazó la oficialización de la lista!

Se negó a aceptar en ese mismo momento más planillas con decenas de avales (que le habían acercado los candidatos) y rechazó como avalantes a doce candidatos oficializados que no estaban entre las planillas recibidas. Incluso el plenario del sindicalismo combativo en Córdoba votó un llamado a que se permita participar a la lista, al igual que Ademys y dirigentes de Suteba Combativo y ATEN, pero no hubo caso. Mientras, el dirigente del PO de Gallegos, Miguel del Plá, se negó a apoyar el reclamo.
Evidentemente ni la Lila de Cormack, la 7 de Muñoz, ni la del PO-MST (¡que rechazan armar la Multicolor en Santa Cruz!) quieren que la única lista que rechazó “el gesto” de Adosac  a Macri y Alicia Kirchner, de levantar la huelga en 2017 a cambio de nada, la Naranja, se pueda presentar y capitalizar los votos de rechazo a esa política gremial equivocada.

La semana pasada, más de 20.000 afiliados votaron en la seccional Capital del Sindicato de Empleados de Comercio su nueva conducción. El actual secretario general, el eterno Armando Cavalieri, que desde hace 32 años dirige los destinos del sindicato, renovó su mandato nuevamente. La novedad de esta elección fue que hubo otra lista, encabezada por Ramón Muerza, quien comparte con Cavalieri la conducción del sindicato a través de la secretaría de organización.

La elección fue muy pareja, sorprendiendo a la misma burocracia oficialista que retuvo el sindicato por apenas 400 votos, a pesar de denuncias de fraude, manipulación del padrón y la judicialización del conflicto. En el mismo sindicato, la obra social (Osecac) y la federación (Faecys) muchos trabajadores dieron la espalda al oficialismo. Esto demuestra la bronca que tienen los trabajadores de la actividad contra las miserables paritarias del sector y la pérdida de puestos de trabajo. Muerza, que contó con el apoyo y financiación de Alfredo Coto y el acompañamiento de Rodríguez Larreta, Vidal y Diego Santilli, tampoco era una verdadera alternativa opositora.

Corresponsal

Escribe Mariano Barba

Una dura elección tendrán que afrontar los docentes neuquinos afiliados en ATEN el 13 de noviembre cuando se renueven las autoridades de las 22 seccionales, de la directiva provincial y congresales a Ctera. Se pondrán en disputa dos modelos sindicales, el combativo de la Multicolor y el burocrático del TEP.

 Tras la histórica huelga de 43 días que terminó con un triunfo conquistando la actualización automática del básico salarial según la inflación, además del no descuento de los días y una cifra fija, ahora llegó el turno de elegir a los dirigentes. Las elecciones se darán en el marco político signado por el ajuste de Macri apoyado especialmente por el gobernador Omar Gutiérrez, del MPN, y duramente enfrentados por las y los trabajadores, que soportan despidos, inflación imparable y subas continuas de la canasta familiar. Para la Multicolor, que reúne a la dirigencia actual de las seccionales más importantes de la provincia como lo son ATEN Capital, Plottier, Cutral-Có, y Zapala, se abre el desafío de desbancar a la conducción provincial del TEP, kirchnerista, encabezada por Marcelo Guagliardo, actual secretario general que va por la reelección y es actualmente integrante de la junta ejecutiva de Ctera.

Llevemos la rebelión de la huelga a las urnas

Con el lema “Llevemos la rebelión de la huelga a las urnas votando a la Multicolor”, la oposición antiburocrática llevará como candidato a secretario general provincial a Norberto Calducci, de Tribuna Docente (PO), y en la seccional Capital irá por la reelección nuestra compañera Angélica Lagunas como secretaria general y como adjunta Angélica Cano (agrupación Púrpura-POR). La Multicolor se presenta en las ocho seccionales más importantes, que reúnen más del 70% de los 14.000 afiliados habilitados para votar. También en otras seccionales se presentan listas opositoras de diversos signos políticos. El frente Multicolor está impulsado por las agrupaciones Fucsia, Tribuna Docente, Púrpura, Índigo (PSTU), Alternativa Docente (MST) y Turquesa (independientes de izquierda), además de importantes compañeros independientes muy destacados en sus escuelas y en las luchas.
Dos modelos sindicales están en juego: el de la Multicolor, democrático, para luchar y ganar como se demostró en la enorme rebelión docente encabezada por las multitudinarias asambleas de miles en la seccional Capital, conducidas por una directiva que pasó la prueba de la lucha con acciones de todo tipo y consiguió derrotar al gobierno, a los carneros y a la burocracia sindical; versus el otro modelo sindical, que actualmente dirige la provincia, que es un modelo burocrático, conciliador, y que acaba de reformar el estatuto para “baradelizar” ATEN, se enquistan en los cargos, algunos con más de doce años, deciden todo ellos quitándole autonomía a las seccionales, declarando ilegales las asambleas que no sean convocadas por la conducción provincial; concentran las finanzas quedándose con el 85 % de los fondos y dejando sólo el manejo del 15 % a las seccionales. Está en juego la continuidad de ATEN como sindicato luchador, donde la base impulsada por las directivas combativas lograron derrotar a la burocracia durante la huelga y conducirla al triunfo.

En momentos tan importantes para el sindicalismo combativo a nivel nacional, donde desde ATEN Capital se motorizó la coordinación junto a ceramistas, el neumático, los ferroviarios del Sarmiento, pasa a ser una obligación de la izquierda en estas elecciones, jugarse por fortalecer las seccionales Multicolor y poder disputar la provincial. Así lo entendimos los que integramos la Multicolor. Pero no lo entendió el PTS, que siendo integrante de la combativa seccional Capital, decidió a última hora romper el frente Multicolor y presentar otra lista opositora que solo tiene por objetivo debilitar al sindicalismo combativo y permitir que el TEP tenga la chance de recuperar seccionales hoy en manos de la oposición y que siga en la conducción provincial.

El TSJ de la provincia tuvo que reincorporar a una compañera que se vio obligada a renunciar por las pésimas condiciones de trabajo y el maltrato de los funcionarios. La indignación de sus compañeros que se organizaron en asambleas y protagonizaron un parazo el 25, en el marco de la huelga general, logró su reincorporación. Un triunfo que fortalece la pelea contra el ajuste de Macri, Schiaretti y el FMI ya que ante el reclamo de los trabajadores la respuesta es “no hay presupuesto”.

Quedan como tareas: 1- definir un plan de lucha para conquistar el nuevo edificio, la zona desfavorable, el pase a planta permanente de todos los contratados y para que cese definitivamente el maltrato. 2- Garantizar que todo se decida en asambleas y la elección de nuevos delegados que respondan a los intereses de los trabajadores y encabecen la lucha por los derechos postergados. Hagamos del tribunal un lugar justo para los trabajadores judiciales.

Corresponsal