Y un poquito más “a la izquierda” pretendía ubicarse Camino Popular, con Lozano y Marea Popular, que se planteaba como oposición a macristas, kirchneristas y Unen.
Tuvimos que esperar apenas un par de semanas para que tuviéramos el espectáculo que nos haría recordar a Enrique Santos Discépolo en el célebre tango Cambalache: “en el mismo lodo todos manoseaos”.
Sesión de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires del 7 de noviembre: el macrismo propone “vender” (léase prácticamente regalar) 30 inmuebles propiedad del estado de la Ciudad. Sale aprobado con el apoyo del kirchnerismo, del Ibarrismo (que en las elecciones promovía la colectora “de izquierda” kirchnerista de Pablo Ferreyra), la UCR e incluso la legisladora del espacio de Claudio Lozano, María América González. Luego el Pro plantea “privatizar” parte del espacio público, autorizando a poner bares en los parques. Acá el macrismo ganó sumando los votos de la UCR, la Coalición Cívica, nuevamente la legisladora de Lozano y también el presidente del bloque de Proyecto Sur, Julio Raffo.
Todo “tiene su explicación” y “nada es gratis”: sucede que se están negociando los cargos de la Defensoría de la Ciudad y el Ente Regulador de la Ciudad. Y varios legisladores que terminan sus mandatos buscan negociar y “cambiar favores” para quedarse con esos lugares. Así, Julio Raffo, de Proyecto Sur, que no logró entrar como diputado nacional, tendría acuerdo del Pro para ir al Ente Regulador de la Ciudad. Y en la Defensoría, asumirían como defensores adjuntos tres macristas, un radical y Laura García Tuñón, del partido de Lozano. Como denunciamos en la campaña desde el Frente de Izquierda: todos cogobiernan la ciudad contra los trabajadores y el pueblo.