En esto años, fuimos miles las que repudiamos en las calles al impune fallo que dejó libre a los secuestradores y proxenetas de Marita Verón. Mientras tanto, la nueva ley de trata aprobada gracias a la indignación popular, sigue cajoneada sin reglamentación. Eso sí, los prostíbulos y locales de trata de mujeres siguen floreciendo por doquier y más chicas son secuestradas.
También, las mujeres reclamamos la declaración de la emergencia nacional contra la violencia de género que en la última década se cobró la vida de más de 10 mil mujeres, mientras el presupuesto para los refugios, centros de atención y denuncia a abusadores y maltratadores, siguen sin aparecer. Y, por supuesto, seguimos exigiendo la inmediata aprobación de la ley de interrupción voluntaria del embarazo que año tras año pierde estado parlamentario. Queremos que, de una vez por todas, no haya más casos como la judicialización de la joven de 28 años que días atrás fue denunciada y maltratada por los médicos de guardia del Hospital Fernández. Y desde ya, para que se termine con la principal causa de muerte de mujeres gestantes en el país.
Las mujeres ya dijimos basta y vamos por más
Hartas de sufrir la inflación, de acarrear los trabajos más precarios y de sufrir la discriminación salarial, sindical y política, en octubre, miles de mujeres nos expresamos en las elecciones contra el gobierno K votando al Frente de Izquierda. En todo el país, fue una inmensa cantidad de mujeres la que se cansó del doble discurso kirchnerista que habla de nosotras y nuestros derechos humanos, mientras acuerda con el Papa Francisco que no cederá ni un centímetro en la lucha por la legalización del aborto y la libertad a decidir sobre el propio cuerpo. Ese mismo gobierno que no tiene empacho en honrar la deuda externa con pagos al por mayor, mientras descarga los costos de la crisis sobre las y los trabajadores.
Pero también, miles de luchadoras comprendieron que variables como Massa, Macri, el propio Pino, Carrió, Stolbizer, los radicales o Binner, son más de lo mismo. Jamás han hecho nada por los problemas reales de las mujeres trabajadoras y también son socios de la Iglesia de Bergoglio y del ajuste.
Muchísimas mujeres apostaron al Frente de Izquierda y por eso se logró una gran bancada que será la voz de las mujeres en los congresos y legislaturas. Pero vamos por más. Con esa fuerza, las Mujeres de Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda, queremos aprovechar este nuevo Encuentro para terminar con el inmovilismo y la parálisis que la CCC-PCR y la CTA le quieren imponer a las mujeres el resto del año.
Queremos hacer un gran Encuentro Nacional que discuta los problemas de las mujeres: terminemos con la trama política y policial que sostiene la trata. Digámosles basta a la justicia patriarcal que encierra a las víctimas como las hermanas Jara y deja libre a golpeadores y abusadores. Terminemos con la muerte evitable de más de 500 mujeres que mueren anualmente por la criminalización del aborto. Rechacemos con fuerza que seamos las mujeres trabajadoras las variables de ajuste frente a la crisis. Por eso, necesitamos que el Encuentro resuelva un plan de lucha y salir a la calle a conquistar nuestras reivindicaciones.
Llamamos a todas las organizaciones de mujeres, partidos de izquierda y a las mujeres independientes a sumarse a esta pelea para convertir al Encuentro en una gran herramienta para luchar en defensa de nuestros derechos.