En Colombia se realizaron 60 marchas. La principal demanda fue el apoyo al paro nacional campesino, de pequeños productores que luchan contra su ruina causada por el tratado de libre comercio con Estados Unidos. En Chile, se expresó nuevamente la protesta estudiantil junto a los trabajadores, acompañada por sectores de izquierda, exigiendo que la presidente Bachelet cumpla con su promesa electoral de enseñanza gratuita. En Venezuela y Bolivia, donde los gobiernos hicieron actos oficialistas apoyados en la burocracia sindical, hubo, sin embargo, manifestaciones disidentes de trabajadores denunciando la política procapitalista y ataques a los derechos de los trabajadores de ambos gobiernos. En Brasil marcharon más de un millón de personas en San Paulo, donde se expresó el repudio a los multimillonarios gastos en la Copa del Mundo y las consecuencias sobre los trabajadores y los pobres. En Panamá el 1º de mayo se dio en medio de huelgas de los trabajadores de la construcción y los maestros, y la campaña electoral, donde se presentan algunas candidaturas de los trabajadores, entre ellas Priscila Vázquez, candidata a diputada en distrito 8-8, dirigente de los trabajadores de la Caja de Salud y del PTP panameño (UIT-CI).
M.L.