El ataque israelí, supuestamente de “defensa”, no tiene la menor proporción. Los cohetes palestinos causaron un sólo muerto en Israel. Gaza no tiene defensas antiaéreas y es un pequeñísimo territorio de 40 km de largo por 10 de ancho. En realidad Gaza se ha convertido en una enorme prisión a cielo abierto, bloqueada, con pobladores indefensos frente a cada ataque de Israel. En este momento le han cortado la electricidad a la mayor parte de Gaza y destruido los sistemas de provisión de agua. Las demás bajas israelíes (más de 30) son soldados invasores, muertos por la heroica defensa palestina, calle por calle, casa por casa. (sigue con texto reproducido en “Por una Palestina única…”)
El contexto del actual ataque israelí
Israel lanzó su ataque criminal aprovechando la contraofensiva imperialista desatada ante el proceso revolucionario de los países árabes, iniciada en 2011. La actual ofensiva militar del dictador Al Assad contra el pueblo sirio y la dictadura militar en Egipto, han aislado relativamente al pueblo palestino. Es decir, en un marco de crisis e inestabilidad política regional, Israel tiene ahora simultáneamente sus fronteras noreste (Siria) y sur (Egipto) custodiadas por dos dictaduras asesinas de sus pueblos. El dictador sirio Bacher Al Assad, en vez de disparar contra las tropas israelíes que hace años ocupan las colinas del Golán, territorio sirio ocupado por Israel, disparan y bombardean a su pueblo en Aleppo y otras zonas rebeldes en su país. En el caso de Egipto, el gobierno militar está cerrando los túneles que unían a Gaza con Egipto, y permitían romper parcialmente el bloqueo israelí. Gaza está ahogada, no tiene medicamentos, le falta de todo. La Liga Arabe (integrada por Arabia Saudita, Qatar, Yemen, Argelia y otros países) hace alguna declaración pero no mueven un dedo para apoyar al pueblo palestino y son aliados del imperialismo.
El asesino Netanyahu e Israel aprovechan esto para tratar de recuperar terreno perdido, seguir colonizando la tierra palestina y reventar la unidad que se había logrado para un gobierno único palestino entre Al Fatha y Hamas, luego de seis años de divisiones. Y por otro lado, con la “guerra” buscan superar la crisis social interna, ante el fracaso de su proyecto. Fomentando la “unidad nacional” contra “el terrorismo”.
Movimiento mundial de solidaridad
¡Es urgente detener a los genocidas sionistas que están masacrando impunemente a la población civil! ¡Exigimos el inmediato cese de los bombardeos, fin del bloqueo a Gaza y libertad a los presos políticos palestinos! En centenares de ciudades de los cinco continentes ha ganado las calles un poderoso movimiento de masas de solidaridad con los palestinos, de indignación ante la masacre y repudio a la agresión israelí. Este movimiento hasta incluye a destacados intelectuales judíos y hasta a una organización encabezada por rabinos judíos ortodoxos, que denuncian el genocidio y están contra Israel y el sionismo.
En contraste con este sentimiento popular, la ONU no hace prácticamente nada y sólo “condena” la violencia de “ambos lados” (¡como si pudiese igualarse al cuarto ejército del mundo con un pueblo sin aviones, ni barcos, ni tanques!). El Comité de derechos humanos de la ONU, que no tiene ningún poder efectivo, dijo que “Israel podría estar cometiendo crímenes de guerra” y anunció una investigación… Los gobiernos imperialistas defienden de hecho el “derecho a defenderse” de Israel y sólo pide que no cometa “excesos”. Rusia y China pidieron un alto el fuego a “ambos lados”. Y, en Latinoamérica, destacan los gobiernos de Cuba, Venezuela y Bolivia que han acusado a Israel de crímenes de guerra y genocidio y roto relaciones diplomáticas. Pero estas denuncias no tienen consecuencias en medidas prácticas y de hecho prosiguen sus relaciones económicas y de todo tipo con Israel. En el caso del Mercosur tiene un tratado de Libre Comercio e incluso relaciones militares.
Por eso, convocamos al movimiento de solidaridad mundial con el pueblo palestino a seguir ganando las calles, haciendo actos de repudio ante embajadas de Israel o yanquis, pero con la exigencia al gobierno de cada país a tomar medidas concretas de boicot a Israel y apoyo a los palestinos. En primer lugar la ruptura de todas las relaciones diplomáticas, económicas, militares, académicas, turísticas, deportivas, artísticas con Israel, embargo de empresas israelíes o sociedades que incluyan capitales israelíes. A los sindicatos de trabajadores a negarse a cargar, descargar o tripular, barcos o aviones que vayan o vengan de Israel, negarse a fabricar mercancías que vayan a Israel; al pueblo egipcio en especial luchar por la reapertura de la frontera con Gaza, para que pueda entrar todo tipo de ayuda. A los pueblos árabes que exijan a sus gobiernos el envío de ayuda, incluyendo ayuda militar a Hamas en Gaza y voluntarios para luchar junto a los palestinos, como ya lo están haciendo jóvenes de diferentes países que colaboran en lo que pueden auxiliando a la población, médicos en sus hospitales, y en la resistencia en general.
¡Basta de bombardeos y genocidio!
¡Fuera sionistas de Palestina! ¡Todo el apoyo al pueblo Palestino!
Unidad Internacional de los Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI)
24 de julio 2014
El fracaso de los “dos estados”
Por una Palestina única, laica, democrática y no racista
Escribe: Miguel Lamas
La declaración de la UIT-CI, después de señalar a “Israel enclave imperialista”, señala: “Lo que ocurre ahora es otro episodio de una guerra genocida planificada desde hace casi setenta años. El estado de Israel fue creado en 1948 como enclave imperialista en la región, con el apoyo del imperialismo yanqui, inglés y de Stalin de la URSS, con población judía europea. El objetivo de crear semejante estado fue la dominación militar, política y económica del Medio Oriente (la región más rica en petróleo del mundo), utilizando para tal fin como carne de cañón a judíos migrantes de Europa a los que se les dio tierras robadas a los árabes, con la ideología racista del sionismo de que el actual Israel era una “tierra prometida” por Dios a los judíos. Un estado gendarme dotado de armas poderosas por el imperialismo y con población migrante. Desde el comienzo practicó el genocidio y la “limpieza étnica” expulsando a un millón de árabes palestinos que ahí vivían. El objetivo actual del sionismo sigue siendo el de su fundación, expulsar definitivamente a los 5 millones de palestinos que aún viven en Gaza, Cisjordania y la propia Israel, que eran la antigua Palestina. El imperialismo, con Obama a la cabeza, repite que “Israel tiene derecho a defenderse”. Una comisión del Congreso norteamericano estableció que Israel recibió 121.000 millones de dólares en ayuda militar yanqui (denuncia del intelectual norteamericano Noam Chomsky). El intento imperialista, lamentablemente apoyado por la dirección histórica palestina de Al Fatha, de crear “dos estados en paz”, ha fracasado y no tiene futuro.
Mientras no se imponga el derecho al retorno a su país de todos los palestinos expulsados y la destrucción del estado genocida para construir una Palestina laica y democrática en todo el territorio de la antigua Palestina, hoy ocupado por Israel, no habrá solución a la agresión militar genocida permanente del estado de Israel contra los palestinos y otros pueblos árabes”.
¿Por qué no son posibles dos estados que convivan pacíficamente?
“Palestina laica, democrática y no racista” fue la posición histórica del movimiento revolucionario palestino de resistencia a Israel. Significa terminar con el estado racista y genocida de Israel, y construir un nuevo estado con mayoría palestina (hoy hay 10 millones de palestinos en Medio Oriente, 5 millones en Gaza, Cisjordania e Israel, y otros 5 millones refugiados en otros países vecinos). Estado donde convivan con los judíos y otras minorías en igualdad de derechos, como convivieron pacíficamente una mayoría islámica con una minoría judía durante siglos, antes de la fundación de Israel.
En 1993 la OLP -Organización para la Liberación de Palestina-, encabezada por Yasser Arafat, en el marco de un acuerdo de Paz con Israel, renunció a la posición histórica palestina a cambio de la promesa israelí de que, en un plazo de cinco años, habría dos estados, uno israelí y otro palestino. El palestino, en Franja de Gaza y Cisjordania (20% de la Palestina histórica) y el israelí en la actual Israel (80% del territorio de la Palestina histórica). En esos 5 años se entregaría la administración de Franja de Gaza y Cisjordania a la Autoridad Nacional Palestina, reservándose Israel la “seguridad” (es decir la única fuerza militar) y el derecho a intervenir en Cisjordania y Gaza. En ese tiempo también debían resolverse puntos no definidos, como la posesión de Jerusalén y el derecho al retorno de los palestinos.
Muy pronto se vio que el acuerdo de “los dos estados” era una trampa. Israel invadió con 400.000 colonos la mayor parte de Cisjordania, adueñándose del agua, creando un muro que cerca las zonas palestinas, llevando a los palestinos ahí residentes a una situación económica catastrófica y sometidos a constantes y humillantes controles militares. Retiró sus colonos de Gaza, sólo porque era un pequeño territorio sin riquezas naturales, y en el cual podía reducir a los palestinos a una especie de campo de concentración gigante al que puede bombardear cuando quiere (como ahora).
Fue la segunda demostración histórica de que eran imposibles dos estados. La primera fue cuando la ONU concedió a Israel en 1948 el 52% de la Palestina histórica. Israel en pocos meses se adueñó del resto y expulsó a los palestinos. El carácter racista y colonialista de Israel, que se autodefine como “estado judío”, hace imposible que acepte a un estado palestino soberano. Su objetivo es expulsar a todos los palestinos, así lo demostró en los últimos 66 años.
Exitosa charla sobre Palestina
Decenas de personas colmaron nuestro local de Almagro, Capital, el miércoles 23 de julio para escuchar, preguntar, opinar y debatir sobre la nueva masacre perpetrada por Israel contra los palestinos de Gaza. También recorrimos los orígenes del sionismo, su ideología racista, sus primeras matanzas contra los genuinos habitantes de esas tierras y su rol como enclave del imperialismo en la región. Una a una fueron cayendo las falsas posturas sionistas de “la tierra sin pueblo para el pueblo sin tierra”, “la única democracia en Medio Oriente” o “que Israel solo se defiende de los ataques que recibe”, entre otras. La charla se puede ver completa aquí.
Intelectuales y Premios Nobel
Piden a la ONU embargo de armas a Israel
Exigen “aplicar a Israel un embargo militar integral y legalmente vinculante, similar al impuesto a Sudáfrica durante el apartheid”. Y sostienen: “la capacidad de Israel para poner en marcha este tipo de ataques devastadores con impunidad proviene en gran parte de la vasta cooperación militar internacional y del comercio de armas que Israel mantiene con gobiernos cómplices de todo el mundo.” (Página 12, 20/7).
Firman la declaración, además del politólogo estadounidense Noam Chomsky, el músico Rogers Waters, el académico israelí Nurit Peled, diversos artistas, sindicalistas e intelectuales de renombre internacional, seis Premios Nobel de la Paz, entre ellos el argentino Pérez Esquivel, la guatemalteca Rigoberta Menchú, Jody Williams de Estados Unidos, Desmon Tutu de Sudáfrica y dos de Irlanda.
Abajo el Tratado de Libre Comercio Mercosur-Israel
¡Que Argentina rompa relaciones con el estado genocida!
Escribe: Juan Rivera
La marcha en Capital del viernes 25, como señalamos en estas páginas, se hizo por estos reclamos. El gobierno de Cristina Kirchner, a través de la Cancillería, ha emitido un comunicado vergonzoso que reedita la teoría de los dos demonios. Allí condena “el uso desproporcionado y excesivo de la fuerza militar de Israel y las acciones armadas de Hamas” donde “la población civil ha quedado atrapada”, como si se tratase de un simple enfrentamiento entre dos bandos iguales. Así, no sólo omite la asimetría entre la violencia del estado de Israel y la heroica resistencia palestina, sino que oculta el origen del conflicto: la usurpación del territorio palestino mediante el exterminio físico de su población por parte de un estado armado y financiado por el imperialismo yanqui.
Cristina habla todos los días de enfrentar el colonialismo, pero no dice una sola palabra de uno de los actos de coloniaje más nefastos de esta época. Es más, mientras cientos de miles se movilizan en todos los países condenando el genocidio e impulsan el boicot para aislar al estado genocida y proimperialista israelí, el gobierno local mantiene relaciones comerciales y diplomáticas con quienes intentan aplastar la resistencia palestina. Una muestra más de su doble discurso.
El propio Mercosur, pese a la ruptura -formalde relaciones impulsada por Bolivia en 2009 y ahora replicada por Brasil, mantiene un Tratado de Libre Comercio con Israel desde fines de 2007, que se mantuvo intacto pese a todas las agresiones sostenidas por Israel a lo largo de estos años. Tampoco ha sido revisado en la cumbre del Mercosur que se realizó al cierre de esta edición.
Para terminar con la agresión israelí sobre Palestina, es necesario aislar económica, militar y diplomáticamente al agresor. Llamamos a que Argentina rompa inmediatamente relaciones con Israel. A sumarnos al boicot mundial a empresas israelíes. Y a pelear por anular el Tratado de Libre Comercio firmado por el Mercosur con el estado sionista.
Buenos Aires
Gran marcha en apoyo al pueblo palestino
Miles de personas se dieron cita el pasado viernes 25 frente a la Cancillería Argentina junto al Comité Argentino en apoyo al Pueblo Palestino. Exigieron la ruptura de relaciones con Israel y del tratado de Libre Comercio firmado por el Mercosur-Israel. En apoyo al pueblo palestino y condenando los ataques genocidas del estado de Israel. Se entregó en la cancillería por mesa de entradas una nota con esa exigencia. Luego la marcha se dirigió por Avenida 9 de Julio y culminó con un acto frente a la embajada de Israel, en Avenida de Mayo. La marcha fue una muestra de unidad entre diversas organizaciones, tanto de corrientes árabes, como políticas. Izquierda Socialista fue parte de la misma junto al Frente de Izquierda. Al finalizar la misma, Quebracho y un grupo identificado con el dictador sirio montaron una provocación, generando incidentes y agrediendo a la columna de nuestro partido, Izquierda Socialista, en momentos de la desconcentración. Una actitud que llamamos a repudiar, ya que divide la causa palestina. Izquierda Socialista seguirá bregando por la más amplia unidad para movilizar en pos de frenar los ataques sionistas de Israel en Gaza.