El FEI, frente compuesto por Izquierda Universitaria (Juventud de Izquierda Socialista y estudiantes independientes, PO, PTS, Nuevo MAS y la Agrupación José Martí), se impuso con un 44,5% frente a un 36,2% del Funyp, un frente de agrupaciones kirchneristas encabezado por Peronismo Militante y el Movimiento Evita. El resto de los votos fueron repartidos entre ALUD (PS y La Mecha) y la JUP.
La UNGS fue creada en 1995 bajo el molde de la Ley de Educación Superior. Pese al discurso “progre” de sus autoridades, es una universidad que presenta escandalosos números de deserción (solo 2 de cada 10 estudiantes aprueban el curso filtro de ingreso) y en 20 años de existencia ha tenido sólo 900 graduados. Por otra parte, presenta en sus órganos de gobierno una de las composiciones más antidemocráticas del país: de 25 miembros sólo cuatro son estudiantes y la mayoría de los docentes (con contratos precarizados) no tienen representación alguna. Esta composición le permite a una elite de investigadores docentes repartirse el presupuesto dejando de lado las grandes necesidades de la mayoría de los estudiantes y docentes.
Estas elecciones se realizaron en el marco de un fuerte ajuste que el gobierno lanza hacia los trabajadores y estudiantes con una inflación galopante, tarifazos, despidos y suspensiones. En nuestra universidad ese ajuste se expresó en el aumento del 100% del precio de los apuntes (que están bajo una concesión privada), en el aumento del presupuesto para becas muy por debajo del índice inflacionario y en la necesidad de contar con un boleto educativo gratuito ante los tarifazos del transporte público.
El Funyp, lejos de salir a enfrentar ese ajuste, funcionó como una correa de transmisión de la política del gobierno nacional dentro de la universidad, impidiendo cualquier tipo de movilización u organización de la base estudiantil para salir a enfrentar esos ataques, negándose sistemáticamente a llamar a asambleas para discutir democráticamente con los estudiantes.
Los casi 800 votos que obtuvo el FEI expresaron la ruptura que a nivel nacional millones están realizando con el kirchnerismo, encontrando en la izquierda una alternativa independiente del gobierno y el rectorado para que salga a enfrentar el ajuste. El hecho de haber conformado el FEI fue un factor importantísimo para lograr recuperar el centro, mostrando la importancia de la unidad de la izquierda y los que luchan para enfrentar al gobierno y a las burocracias de cualquier tipo.
Desde Izquierda Universitaria, co-presidencia del Ceungs, batallaremos todo el año para volver a poner en pie un centro democrático, independiente y de lucha, que enfrente el ajuste dentro de la universidad y que apoye las luchas de los trabajadores. La zona norte, donde a lo largo del año se han expresado importantes luchas (Lear, Gestamp, Kromberg, Paty, la huelga docente, etcétera), podrá contar ahora con un Ceungs combativo.