De 206 millones de votantes potenciales, sólo votaron 60 millones, es decir menos del 30%. Aunque en Estados Unidos es normal una alta abstención, esta vez batió records. La abstención que más creció fue justamente la de los sectores que eran base de Obama (franjas de la juventud, trabajadores, hispanos y negros). Los que antes votaban por Obama ahora dejaron de hacerlo. Quedando claro ante sus ojos que Obama representa un gobierno que sirve a los multimillonarios y no a los trabajadores, jóvenes y minorías raciales. Y que gobierna con una brutal caída del salario real, empleos basura para los jóvenes, desalojo de viviendas por no poder pagar las hipotecas, el racismo mostrado una y otra vez por la policía (como se vio en Ferguson), entre un largo etcétera.
M.L.