La Cámpora y MILES sostuvieron que los centros y federaciones debían participar de las convocatorias del kirchnerismo. Reducían todo a “marchamos con los pañuelos”, desconociendo que tanto la convocatoria de la Multisectorial de La Plata, como la del Encuentro Memoria Verdad y Justicia cuentan con la participación de referentes de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora como Nora Cortiñas y otros organismos como la Asociación Ex-Detenidos Desaparecidos. Y que el debate no es entre “la izquierda y los organismos de derechos humanos” sino al seno de los organismos y el conjunto del movimiento de lucha contra la impunidad en el país.
Con argumentos similares, La Mella-Patria Grande sostuvo que había que participar de ambas convocatorias sin abordar el debate político que las dividía e intentando responsabilizar a la izquierda por la existencia de dos marchas, cuando son los organismos cercanos al kirchnerismo los que desde hace diez años quiebran todos los espacios de articulación.
La Juventud de Izquierda Socialista sostuvo que la FULP, FUBA y centros debían marchar con los espacios independientes que sostuvieron las banderas de los 30.000 desaparecidos a lo largo de todo este tiempo sin callar ante ningún gobierno. Y que eran esos espacios los que sostenían una correcta convocatoria contra la impunidad de ayer de hoy, contra el ajuste macrista y repudiando ahora la visita de Obama.
Tanto en Humanidades como en Filo se impusieron a mano alzada las convocatorias de la Multisectorial y del Encuentro Memoria Verdad y Justicia, manifestando la voluntad de lucha independiente del movimiento estudiantil, que se ratificó en las marchas con la presencia de cientos de estudiantes.
Lo otro que ratificó la marcha del 24 fue la impostura de La Mella-Patria Grande, que se robó la bandera de la FUBA para marchar y sacarse una foto junto a los referentes estudiantiles de La Cámpora. Demostrando que lo suyo no era “una marcha única” contra la impunidad, sino “una marcha única” de subordinación al kirchnerismo.