En la mañana del 22 de marzo tres atentados coordinados sacudieron Bruselas, la capital de Bélgica, sede de las instituciones de la Unión Europea y la OTAN. Se trató de dos hombres-bomba que se detonaron en el aeropuerto y un tercero que lo hizo en una estación del subterráneo. El saldo fue de 31 muertos y más de 300 heridos. Al igual que en noviembre pasado en París o más recientemente en Irak (en un estadio de fútbol) y Turquía (en un colectivo de pasajeros), los atentados terroristas fueron lanzados indiscriminadamente sobre la población indefensa. Una acción criminal repudiable e inaceptable.
Los autores materiales han sido identificados como ciudadanos de origen árabe pero nacidos en Bélgica y reclutados por el Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS por sus siglas en inglés). ISIS ha reconocido ser el autor de los criminales atentados en Bruselas y en Irak. Esto hecha por tierra cualquier vinculación con la oleada de refugiados que llegan a Europa desde Medio Oriente y África en los últimos años.
Los socialistas de la UIT-CI repudiamos estas acciones terroristas porque están al servicio de la causa reaccionaria que enarbola el ISIS y contribuyen a crear aún más confusión en las masas sobre quiénes son sus verdaderos enemigos: el imperialismo y sus aliados reaccionarios, como el dictador de Siria Bashar Al Assad y el sionista Benjamin Netanyahu del estado genocida de Israel, como así también Rusia, todos los gobiernos reaccionarios del Norte de África y Medio Oriente, y el propio ISIS. Y porque son utilizados por el gobierno de Bélgica y los demás gobiernos europeos para fortalecer la represión sobre sus pueblos y su juventud.
¡Abajo Bashar Al Assad! ¡No al ISIS!
El origen de este atentado está en el conflicto de Siria y en la reiterada intervención imperialista de la llamada Coalición Internacional contra el terrorismo que encabeza Estados Unidos e integra Bélgica, que actúan bombardeando territorio sirio e irakí. De la misma manera que lo hacen Rusia e Irán.
El gobierno de Bashar Al Assad es una dictadura atroz que enfrenta desde 2011 una rebelión popular como parte de la “primavera árabe” iniciada en Túnez y Egipto, que desembocó en una guerra civil. Desde entonces viene masacrando a su pueblo con tanques, bombardeos y armas químicas superando ya las 400.000 víctimas. Cuenta con el apoyo abierto del reaccionario Vladimir Putin quien también bombardea indiscriminadamente a la población civil que se opone al dictador. Bélgica, Francia, Inglaterra, Turquía y los EE.UU con su “coalición” bombardean las zonas rebeldes, coordinando con Assad y Rusia. Todos usan el mismo argumento de combatir el “terrorismo” del ISIS. En el fondo todos objetivamente sostienen a Al Assad o buscan una salida negociada con el dictador. Es justamente esta brutalidad de los ataques contra los civiles y la crisis sin salida del capitalismo hacia las nuevas generaciones lo que empuja a la juventud a la desesperación y a alistarse en organizaciones ultra reaccionarias como el ISIS.
En la guerra de Siria hay tres frentes: el que encabeza la dictadura de Al Asaad; el del reaccionario ISIS y el de los restos del pueblo rebelde armado que dio inicio a la revolución popular de marzo del 2011 del que forman parte el Ejercito Libre de Siria y variadas milicias independientes. Este tercer frente cuenta con el apoyo de miles y miles que cada viernes se manifiestan como el primer día por la caída de la dictadura siria.
ISIS es un desprendimiento del grupo terrorista Al Qaeda, una milicia yihadista ultra reaccionaria creada en 2013 y financiada en sus comienzos por las monarquías petroleras y proyanquis de Arabia Saudita, Qatar y Turquía. Se sospecha incluso que el dictador sirio Bashar Al Assad la dejó correr, liberando a muchos de sus militantes que estaban presos en sus cárceles.
ISIS juega el papel de quinta columna para derrotar la rebelión popular contra la dictadura siria con el proyecto de crear un “califato”. O sea, una nueva dictadura pero de tipo teocrática.
Estados Unidos y sus socios no son ningunas “víctimas”
Obama, jefe del imperialismo yanqui y responsable de miles y miles de muertes en Medio Oriente, declaró ante los atentados: “Nuestros valores son los correctos. ISIS no ofrece nada más que muerte”. Con esto Estados Unidos, Bélgica, Alemania y todo el imperialismo y sus aliados se presen- tan como “víctimas” cuando en realidad son, históricamente, los máximos responsables de esta debacle.
Bélgica escribió buena parte de la sangrienta historia de violencia colonial en África, matando a casi 8 millones de personas en lo que hoy se conoce como República Democrática del Congo. Ahora son parte de la coalición que bombardea sistemáticamente a Irak y Siria. Junto a Alemania y EE.UU. avalan la política belicista de la OTAN. Y apoyan los crímenes del sionismo contra el pueblo palestino.
Bélgica es además uno de los países europeos que le da la espalda al drama de los centenares de miles de refugiados que llegan a Europa escapando de la miseria y el hambre capitalista y de las guerras que provocan.
Desde la UIT-CI repudiamos una vez más estos nuevos atentados terroristas que ayudan objetivamente al imperialismo para seguir aplicando su política de represión y bombardeos en Siria, Irak, Yemen y Afganistán. Confiando en que solo la lucha de los pueblos del mundo podrá terminar con las agresiones imperialistas y sus bombardeos, con las dictaduras genocidas como la de Bashar Al Assad y con los grupos reaccionarios como el ISIS.