Tras conocerse el hecho se desató una ola de críticas y aparecieron datos de otros posibles manejos que no están del todo claros. El contador Brozina afirmó que el dinero iba a una cuenta “para cubrir gastos que no se podían blanquear”, entre los que se hallarían el pago de cuotas alimentarias para parejas e hijos de sacerdotes y el pago a sacerdotes y funcionarios que apoyan al arzobispo Delgado en sus decisiones.
Izquierda Socialista exige que se termine con la impunidad y el privilegio que protege a la iglesia corrupta y se investigue a sus curas. Basta de financiamiento estatal para la iglesia y separación inmediata del estado.