Aníbal Ibarra, el entonces jefe de gobierno porteño responsable político de la masacre, nunca fue imputado. Lo destituyeron de su cargo pero nunca fue llamado a declarar, cuando debería estar preso. Ante este fallo de impunidad José Guzmán, papá de Lucas asesinado en Cromañón, llamó a redoblar la pelea por justicia para los pibes y por cárcel a Ibarra y a todos los verdaderos responsables que, precisamente, no son los músicos.


La Corte Suprema acaba de anular una apelación disponiendo que vuelvan a la cárcel los músicos de Callejeros. Un cachetazo a la pelea de todos estos años resumida en un cántico: “Ni la bengala, ni el rock and roll, a nuestros pibes los mató la corrupción”.







