Su momento más recordado fue la formación de la llamada CGT de los Argentinos (CGTA) en 1967, que enfrentaba a la CGT del metalúrgico Augusto Vandor. Su nacimiento no fue resultado de la movilización del movimiento obrero -que no se había producido aún- sino que fue alentado por Perón quien comenzaba a negociar con el radicalismo y otros partidos para formar una oposición burguesa a la dictadura. Vandor quería hacer su propio juego y terminó asesinado en 1968.
El PRT-La Verdad, encabezado por Nahuel Moreno, no apoyó ni integró la CGTA señalando el plan que había por detrás, aunque lo diferenciaba del vandorismo, acompañando las acciones que convocara y repudiando siempre la persecución que sufrió Ongaro en esos tiempos.
Ongaro apoyó al Cordobazo y fue preso junto a Agustín Tosco y Atilio López (UTA-Córdoba). Después del Cordobazo la existencia de la CGTA terminó. La CGT se volvió a “normalizar” en una sola central. Perón ya había pactado con los militares y la UCR su retorno. En lo político, la CGTA no fue más allá de los límites impuestos por la conducción burguesa de Perón y las concepciones del movimiento “nacional y popular” que encabezaba.
En 1984, luego de su exilio bajo la dictadura, retornó a la conducción de los gráficos aliado a sectores de la izquierda del gremio, enfrentando a una lista del peronismo de las 62 Organizaciones. Pero en los 90 giró definitivamente hacia el PJ oficial y su aparato burocrático. En 1989 apoyó la candidatura de Carlos Menem incluso sus indultos. Terminó sus últimos años como integrante de las 62 cuestionado por la base y los sectores combativos del gremio.