En esa oportunidad la empresa respondió con un lock-out, no dejando salir los micros. Luego el gobierno kirchnerista reprimió a los choferes con la gendarmería. A pesar de todo, la heroica huelga de varios días logró el triunfo. La causa contra Cáceres siguió avanzando.
Nuevamente se intenta criminalizar al activismo y a los dirigentes antiburocráticos armando farsas judiciales sin sustento. Llamamos a rodear de solidaridad a los compañeros de la 60.