Unas 2 mil personas marchamos a la Casa de Gobierno para reclamar por los cientos de pibes torturados y asesinados por la Policía.
La movilización denunció el aparato represivo (que nunca fue desmantelado) y el nuevo código de convivencia que facilita la posibilidad de las detenciones arbitrarias y violentas de la policía, basadas en la discriminación y la criminalización.
En nuestra provincia son cada vez más los jóvenes de los barrios populares asesinados por miembros de las fuerzas represivas. Responsabilizamos a los gobiernos y les exigimos: ¡Ni un pibe menos! ¡Basta de desapariciones forzadas! ¡Basta de torturas en cárceles y comisarías!