El oleoducto proyectado, de 1800 km de longitud, ponía en riesgo el suministro de agua de la reserva sioux de Dakota, pasaba por debajo del rio Missouri y también por tierras sagradas.
Por ese motivo, desde hace meses se armó un gran campamento de resistencia al que acudieron manifestantes de todo el país y algunos extranjeros. Resistieron la represión policial con decenas de heridos.
La última y muy significativa incorporación al campamento fueron 2.000 veteranos de guerra (de Irak, Afganistán e incluso un veterano de Vietnam de 90 años). Los veteranos, que formaron sus organizaciones en muchos casos repudiando a las guerras imperialistas a las que fueron enviados, llegaron organizados y habiendo realizado una colecta de un millón de dólares para la resistencia. Anunciaron que formarían una “barrera pacífica” para que no vuelva la policía a reprimir.
El hecho es un gran triunfo, antes de que asuma Trump. Los manifestantes ya anunciaron que no permitirán que Trump cambie esta decisión.
M.L