Por otro lado Toyota es la única empresa que sigue expandiéndose, al calor de las ventas récord de las camionetas Hilux. En ese marco se acaba de firmar un acuerdo para que los obreros de Volkswagen puedan candidatearse prioritariamente en la futura incorporación de 300 trabajadores por parte de la multinacional japonesa.
Pero los trabajadores que pasen de Vokswagen a Toyota deberán aceptar las condiciones de explotación mucho más duras de esta última. En concreto, el ritmo de trabajo en Toyota exige producir una unidad cada 1,5 minutos, mientras que en las otras terminales se tarda 2,3 minutos. Los trabajadores tienen turnos de 9 horas y 10 minutos, con dos paradas de 10 minutos y una de 40 para almorzar. Y el premio por presentismo se pierde con sólo faltar un día en tres meses.
Como se ve, es un ataque a las conquistas históricas de los trabajadores mecánicos, entregadas con la complicidad de la burocracia del Smata. Esta es la famosa “pelea por la productividad” del gobierno de Macri.