Repasemos lo básico de una góndola de supermercado: en un año, el aceite subió un 92%, la manteca 59%, la lechuga 55%, la papa 50%, el azúcar 50%, las gaseosas 49%, el queso 39%, la leche 35%, el pan 30% y la cerveza 30%. ¿Tu salario subió de la misma manera?
El año pasado, el recién asumido gobierno de Macri nos vendió en enero que la inflación de todo el 2016 iba a ser del 25%. Mintió descaradamente: terminamos el año con una suba de precios promedio del 42%. Los trabajadores en blanco perdieron en promedio un 10% de capacidad adquisitiva de su salario. Ni que hablar los que están en negro, que vieron como sus ingresos se pulverizaban.
Ahora, en 2017, vuelven a querer engañarnos. Insisten en que la inflación de este año será de “entre el 13 y el 17%”. ¡Cuando muchos productos esenciales ya subieron en esos valores en apenas los primeros tres meses del año! Nos dicen que, a partir de mayo, la inflación va a empezar a bajar. ¡Otra mentira! Para solo dar un dato: en mayo se viene el aumento de la tarifa del agua, arriba del 23%. Para octubre está programada otro tarifazo en el gas. Nos dicen que la inflación va a bajar para tratar de imponernos un techo salarial del 17%. ¡Tenemos que romperlo! Como lo hicieron los docentes de Neuquén. Su ejemplo nos dice que podemos hacerlo. Es necesario organizarnos desde abajo y exigirle a la CGT un paro de 36 horas con marcha a Plaza de Mayo. Para pelear por un aumento real de salarios, para que ningún trabajador cobre menos que la canasta familiar y que se ajuste por la inflación verdadera.