Fernández Meijide hace tiempo viene dando señales a favor de ablandar penas y la situación de detención de los genocidas y se la ha visto rondar por diversos programas televisivos predicando este mensaje. En ese sentido intentó igualar los derechos de las víctimas con el de los genocidas. “Ser defensora de los derechos humanos es defender los del más perverso, si yo no defiendo los derechos de los genocidas en realidad no soy una defensora de los derechos humanos”(La Voz 5/5).
“No conozco los argumentos de los que votaron, ni a favor ni en contra. Me gustaría, para opinar, conocer los argumentos pero, te guste o no te guste, la Corte Suprema en cualquier democracia y sistema político como el nuestro es la última instancia”. Fernández Meijide parece olvidar que los gobiernos y la justicia siempre han pretendido garantizar la impunidad de los genocidas y que la “última instancia”, para los revolucionarios, es la movilización popular que reclamó y reclamará cárcel y castigo para todos los genocidas.