“El sentido de esta paritaria es que incluye no solo la negociación salarial sino presentismo y productividad para provocar el cambio de fondo que buscamos en el empleo público: que la sociedad valore a sus empleados públicos […] con metas y objetivos, es un cambio cultural de fondo” declaró el ministro de Modernización, Andrés Ibarra, (La Nación, 18 de Mayo). Los estatales recibirán el magro aumento en migajas: 5% en junio, 5% en julio y el 10% restante en agosto.

En Comercio la paritaria se cerró a gusto de los empresarios. Sin superar el techo del 20% exigido por el gobierno, Armando Cavalieri, apuró el trámite y días antes del paro nacional arrancado al triunvirato de la CGT en abril, le dio una manito a Macri firmando una paritaria insuficiente y mostrando una vez más sus oficios de burócrata todo terreno.

La burocracia de la Uocra también aportó lo suyo. Gerardo Martínez, otro abonado al club de la negociación con todos los gobiernos que se le pusieron enfrente, también arregló por un 20% y en dos cuotas. Quien fuera uno de los sindicalistas preferidos de Cristina Kirchner y buchón de los militares, no le tembló el pulso para entregar la paritaria de la construcción a la baja, de manera rápida y contundente.

La intención del gobierno es más que clara: que el ajuste lo paguen los trabajadores perdiendo el poder adquisitivo del salario. Rodríguez, Cavalieri y Martínez firmaron los acuerdos paritarios de casi dos millones de trabajadores. Mientras la inflación no para de crecer, los burócratas le garantizan al gobierno, con paritarias por sector, su plan de ajuste y a los empresarios sus ganancias.

Esa es en concreto la nueva tregua con el gobierno gracias a los oficios de las cúpulas sindicales que vienen entregando el salario y ahora dejan pasar cláusulas de flexibilización, pretendiendo atar el salario a la productividad. Una vergüenza que pinta a esta eterna burocracia tal como lo es: un grupo de dirigentes traidores al servicio de sus intereses y el de los empresarios. Es éste el modelo sindical peronista que arregla con todos los gobiernos -militares incluidos- y siguen ocupando los máximos cargos en los sindicatos, siempre predispuestos a negociar salarios miserables y condiciones de trabajo cada vez más duras para los trabajadores.

ATEN y Aceiteros rompieron el techo salarial

A diferencia de estos acuerdos los Aceiteros consiguieron en su paritaria un aumento salarial por el 31,6%, rompiendo el intento del gobierno de fijar un techo en las negociaciones. Es uno de los gremios que se desmarca de los arreglos paritarios a la baja. El salario inicial de un peón pasará a 25.690 pesos. Aceiteros llevó adelante una heroica lucha en 2015 que se extendió durante 25 días y las patronales saben que estos nuevos dirigentes sindicales son un hueso duro de roer, mostrando el camino de que otro tipo de negociación es posible. En el mismo sentido, los docentes neuquinos de ATEN lograron un 31% en su paritaria, sobrepasando el techo que pretendía poner a nivel nacional Macri y el gobernador Gutiérrez del MPN en la provincia. Para ello resultó fundamental el plan de lucha, votado democráticamente en asambleas, llevado adelante por la seccional Capital, conducida por nuestra compañera Angélica Lagunas, que no sólo consiguió un porcentaje favorable si no también el pago de los días de paro, un bono de 6.000 pesos por cargo, más una cláusula de revisión por inflación.

La de Aceiteros y la de ATEN Capital son nuevas direcciones sindicales, parte de un proceso que se va desarrollando y buscan consolidarse como alternativa a la burocracia sindical, como lo vienen haciendo desde hace bastante tiempo los ferroviarios del Sarmiento y la Bordó Nacional encabezados por el “Pollo” Sobrero, las seccionales de Suteba de La Matanza y Tigre que acaban de renovar sus mandatos o el Sutna, sólo para dar algunos ejemplos.

Son dirigentes combativos que apelan a métodos democráticos y de asamblea, que han llevado adelante con la lucha sus justos reclamos y no dieron el brazo a torcer. Para seguir enfrentando el ajuste de Macri y los gobernadores por salarios y contra la flexibilización laboral.