El dirigente de CHP Kemal Kilicdaroglu, ofreció un discurso al cierre de la movilización en el que reclamó la liberación de periodistas y denunció la ilegitimidad del referendo constitucional de abril, en el cual el primer ministro Erdogan, quien gobierna desde 2002, impuso el paso a un régimen presidencialista con mayor concentración de poderes. Erdogan respondió a la movilización deteniendo a 72 trabajadores universitarios y acusando al CHP de “cooperar con terroristas”. El Partido de la Democracia Obrera (IDP), sección turca de la UIT-CI, participó en la movilización, exigiendo el levantamiento del estado de emergencia, el fin de las restricciones a las libertades sindicales y restitución de los puestos de trabajo a los trabajadores del sindicato de trabajadores universitarios KESK. Desde el fallido golpe de Estado del 15 de julio de 2016, el gobierno turco ha despedido a más de 140.000 trabajadores.