El viernes marcharon 100.000 personas contra el cónclave. Luego de tres días de protestas, el saldo de la represión fue de más de 400 detenidos y centenares de heridos. Se desplegaron 21.000 policías, 3.000 vehículos, barcos y camiones policiales, 19 helicópteros, 185 perros y 70 caballos, pero el operativo represivo fue sobrepasado ampliamente.
La reacción macartista no se hizo esperar. El ministro del Interior, Thomas de Maizière, comparó a los manifestantes con neonazis y terroristas islámicos, admitiendo que se impidió la entrada a Alemania arbitrariamente a centenares de activistas. El ministro de Justicia, Heijo Maas, propuso realizar una lista de activistas de izquierda de Europa, profundizando la cooperación de inteligencia entre los gobiernos europeos. El periódico de mayor tiraje en Alemania y Europa, Bild Zeitung, emprendió una campaña fascistoide difundiendo fotografías de manifestantes y llamando a los lectores a delatarlos.