La explicación de la baja en el consumo de este alimento esencial es sencilla: ¡el litro de leche cuesta 1.55 dólares, uno de los más caros del mundo! Sólo Canadá está por encima, donde vale 1.86 dólares el litro. En países vecinos como Brasil, Chile y Uruguay su valor es de 1.07 dólares, 1.03 dólares y 0.83 dólares respectivamente. Ante esta penosa realidad “en el país de las vacas”, la vicepresidenta Gabriela Michetti justificó esta situación: “La calidad de vida no solo tiene que ver con el consumo”, y agregó que el poder adquisitivo de las familias debe dejar de gastarse en “cosas superficiales”. Palabras de mala leche