La columna fue el resultado de un importante plenario realizado en el Hotel Bauen convocado por los trabajadores de PepsiCo, que siguen luchando por su reincorporación. En él se dio un importante debate alrededor de si se debía hacer una columna común con la CTA Yasky o, como resultó finalmente, conformar una columna independiente del sindicalismo combativo, planteo que desarrolló el dirigente ferroviario Edgardo Reynoso, entre otros. El propio desarrollo posterior de los acontecimientos mostró lo correcto de esta última postura, ya que las CTA terminaron llegando a un acuerdo con la burocracia de la CGT avalando la tregua.
Además se acordó un programa de reivindicaciones que se pronunciaba contra los despidos, el ajuste y la represión, el rechazo al decreto macrista de desguace ferroviario y el planteo de reestatización bajo control de trabajadores y usuarios, contra la flexibilización laboral y la reforma jubilatoria, además de reclamar la aparición con vida de Santiago Maldonado y la libertad del dirigente del SEOM Santiago Seillant.
La columna del sindicalismo combativo marchó desde el Congreso, ingresando a Plaza de Mayo y llegando muy cerca del escenario al grito de “¡paro, paro, paro, paro general!” . Se expresó así el sentimiento de decenas de miles de luchadores que repudiaron en primer lugar a los burócratas traidores, como los “gordos” de Comercio, Sanidad y otros gremios que boicotearon la marcha, pero a la vez le exigían a Schmid, Moyano y los demás dirigentes presentes en el acto que se debía convocar al paro.