Todo el programa del domingo pasado estuvo descaradamente al servicio de justificar el accionar y las declaraciones del gobierno de Macri. Sus afirmaciones racistas y xenófobas contra los “supuestos pueblos originarios” o “indios” (así llegó a nombrarlos) no tuvieron límite. Dijo que se trataba de unos “estafadores” que querían las tierras para venderlas y hacer negocios. En una amalgama increíble de mentiras llegó a involucrar a los mapuches con el tráfico de droga a través de la cordillera, las FARC y hasta… ¡con grupos “extremistas kurdos”! Distorsionando el hecho simple y básico: los mapuches reclaman por sus tierras, derecho reconocido formalmente hasta por la reforma constitucional de 1994 y los gobiernos, tanto nacional como de las provincias respectivas. Pero negado en la práctica por la apropiación de esas tierras por parte de Benetton, Lewis, las transnacionales que vienen a saquear Vaca Muerta y tantos otros terratenientes herederos del robo y posterior reparto de las tierras realizado por Roca tras la llamada “Conquista del Desierto”.
En su nota del diario Clarín (sábado 26 de agosto), Lanata llegó a denigrar hasta la propia cultura de los pueblos originarios, acusándolos de “polígamos”, de “comprar y vender a sus mujeres” y hasta de “caníbales”. Increíble. Todas estas barbaridades para tapar lo obvio, trágico y principal: que está desaparecido Santiago Maldonado y que el gobierno no sólo no ha hecho nada para encontrarlo durante un mes, sino que ha encubierto a los principales sospechados.
Una y mil veces: repudiamos las declaraciones de Lanata. Simplemente, un miserable.