Muchas mujeres podrán ver con simpatía que haya más candidatas y posibles diputadas en el Congreso nacional. O se podría pensar que por el solo hecho de que haya más mujeres en los parlamentos, se podrán aprobar más leyes a nuestro favor. Es lo que intentan hacer creer tanto Macri como el resto de los políticos patronales. Falso. Veamos por qué.
En primer lugar, la ley que se intenta aprobar es más restrictiva que la actual. ¿Cómo puede ser?, se preguntarán miles. ¡Es así! Hoy se pueden presentar las listas con hasta un 70% de mujeres porque el cupo es de un mínimo de 30%, pero nada impide que se llegue al 70%. Quiere decir que si el PRO, la UCR, la Coalición Cívica y el peronismo en sus distintas variantes no ponen más mujeres de candidatas es porque no quieren, no porque una ley se los impida. El Frente de Izquierda, en cambio, viene presentando listas con mayoría de mujeres. Pero de aprobarse esta ley, el techo sería del 50% en vez del 70% actual. ¡Hecha la ley, hecha la trampa… contra las mujeres! Repudiamos las mentiras y la hipocresía de los partidos tradicionales que encima usan esto para posar de “promujeres” en medio de la campaña electoral.
Y lo peor es que intentan hacer creer que con esta reforma se estará más cerca de conquistar leyes que reclama el movimiento de mujeres y el #NiUnaMenos. Nos hacemos esta sencilla pregunta: ¿por qué si hay gobernadoras y una ex presidenta no se aprueban leyes a favor de las mujeres? Porque esas mujeres son parte de partidos patronales tradicionales que se niegan a hacerlo. El tema no pasa entonces por tener el 50 % de parlamentarias, sino qué políticas defienden. Es evidente que más mujeres del PRO, la UCR o del PJ no son sinónimo de que se va a estar más cerca del derecho al aborto, de la igualdad salarial con respecto a los varones o de aumentar el presupuesto para combatir la violencia de género elevando los miserables 4,21 pesos por mujer que se destinan por año, entre tantos otros reclamos.
Denunciamos tanto al oficialismo como a la oposición patronal por hacer un uso electoralista del problema escondiendo su negativa a implementar verdaderas políticas que terminen con la opresión que padecemos las mujeres generando ilusiones en el Parlamento, una institución del sistema capitalista que no está para dar soluciones a las mujeres, ni a los trabajadores, sino para votar leyes al servicio de los de arriba.
En la provincia de Buenos Aires gobernada por María Eugenia Vidal se registra el 30% de los femicidios del país. ¿Hay más presupuesto para combatir la violencia de género y más refugios con una gobernadora mujer? No. En los hospitales bonaerenses faltan anticonceptivos y pastillas para garantizar los abortos no punibles. ¿Qué hace Vidal ante eso? Nada. Vidal fue quien encabezó junto a Macri la campaña contra los docentes, que en su mayoría son mujeres, culpándolas de que con los paros “tenían de rehenes a los chicos” y de la destrucción de la escuela pública. ¡Por eso insistimos que con estas políticas, llevadas adelante tanto por mujeres como por varones, las trabajadoras vamos a estar peor! Lo mismo si hay más mujeres parlamentarias como Elisa Carrió, Gabriela Michetti o Graciela Ocaña.
Otro ejemplo lo da Alicia Kirchner en Santa Cruz, quien ajusta brutalmente a docentes, enfermeras y jubiladas. Y durante ocho años tuvimos a una presidenta mujer (Cristina Fernández de Kirchner) y no se legalizó el aborto. El derecho al aborto, por ejemplo, ¿no se aprueba porque falten mujeres en el Congreso? No. No se aprueba porque tanto diputadas como diputados de los partidos patronales se oponen. Ellos prefieren estar del lado de la ultra reaccionaria Iglesia Católica y no del lado de las mujeres que mueren por culpa de un aborto mal practicado.
Está claro que todos los avances que logremos serán por nuestra lucha y movilización. Como lo hacemos ante cada femicidio; peleando por el cupo femenino en los lugares de trabajo; licencias por maternidad y paternidad; por jardines maternales gratuitos; por el derecho al aborto legal seguro y gratuito. Solo la lucha consecuente contra los gobiernos de turno por terminar con nuestra opresión y explotación bajo este sistema capitalista y patriarcal podrá garantizar nuestros derechos.
La ley es proscriptiva
La reforma, de aprobarse, mantiene las proscriptivas PASO que desde la izquierda venimos denunciando. Ratifica que para ser avalada una lista y competir en las elecciones generales, se debe superar el 1,5 % de los votos. A su vez, mantiene la disposición de que se debe obtener el 2% de los votos en dos elecciones consecutivas para no perder la personería electoral. Además, ahora restringe al 50% de mujeres las autoridades partidarias. Esto representa una descarada intromisión en la vida interna partidaria. Repudiamos esta nueva disposición por seguir siendo restrictiva y avalar las PASO.
Santiago del Estero: Para muestra basta un botón
Varias provincias tienen paridad de género por ley. Desde el año pasado, Buenos Aires, Salta, Chubut y Neuquén se sumaron a Río Negro, Córdoba y Santiago del Estero. Esta última, la provincia más pobre del país, cuenta con paridad de género desde 2008 y desde 2013 tiene de gobernadora a la radical K, Claudia Ledesma Abdala de Zamora, ahora macrista. Pero a pesar de la paridad, la provincia tiene el 44% de su población bajo la línea de pobreza, mayoritariamente mujeres. La ONU reveló que Santiago del Estero es más pobre que Ruanda, Suazilandia, Namibia, Yemen o Uganda. Se llega a este dato tomando el alto índice de violencia de género y la precarización laboral contra las mujeres. Aunque haya más mujeres de partidos patronales en el poder o en las legislaturas, seguirán gobernando y votando leyes contra las mujeres.