Escribe Claudio Funes
El pasado viernes 16 de septiembre el gobierno presentó el proyecto de ley de presupuesto para el próximo año. Su lectura confirma la profundización del ajuste en curso. Macri pretende disminuir el déficit fiscal a 3,2% del PBI en 2018; para ello se recortarán 100.000 millones de pesos al actual presupuesto. Esto se reflejará inmediatamente en un notable aumento de las tarifas de Edenor y Edesur que serán un 50% más caras en febrero, ya que el Estado disminuirá el subsidio del costo de la energía al 37%, pagando los usuarios el restante 63%. Esto no es todo, también habrá recortes en programas productivos en las áreas de agricultura e industria, en ciencia y tecnología, vivienda y urbanismo y trabajo.
Este tremendo ajuste, que recaerá sobre las espaldas del pueblo trabajador, tiene como objetivo primordial cumplir con los pagos de la fraudulenta deuda externa. Pero inevitablemente seguirá incrementándose porque el gobierno pedirá dólares para financiar el déficit fiscal, para que las multinacionales giren sus ganancias a la casa matriz (fuga de capitales) y para pagarles a los que apuestan a la timba financiera.