El derecho al aborto es un derecho humano y como tal está amparado en los tratados internacionales y la propia Organización Mundial de la Salud recomienda su legalización. El aborto clandestino es la principal causa de muerte de las mujeres gestantes y en países donde se logró legalizar la tasa de mortalidad se redujo sideralmente. El caso más cercano es el de Uruguay, que en 2012 sancionó la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. La tasa de mortalidad de mujeres gestantes en Uruguay es la más baja de Latinoamérica, después de Canadá.
El derecho al aborto para todas las mujeres es una cuestión de salud pública, no puede depender de la ideología de una persona ni de sus experiencias personales. La legalización del aborto no obliga a ninguna mujer a abortar, solo garantiza que quien decida hacerlo, lo haga en condiciones seguras y no ponga en riesgo su vida.
Mercedes Trimarchi